La abogada agredida en Tenerife acusa al PP de no haberla apoyado en su lucha anticorrupci¨®n

Vestida de negro, nerviosa, dolorida y asustada, apuntalada por un collar¨ªn blanco, Julia Bango, la abogada agredida el pasado jueves al salir de su casa en Santa Cruz, cont¨® ayer el largo calvario sufrido desde que acept¨® investigar una presunta infracci¨®n urban¨ªstica. Bango, militante del PP, quiso desvincular su caso de la virulenta lucha por el poder que vive el partido de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en Canarias, pero aprovech¨® para dar un toque de atenci¨®n: "Contra la corrupci¨®n no s¨®lo sirven las declaraciones solemnes, tambi¨¦n la acci¨®n y el apoyo a los militantes honrados".

"Me llamo Julia Bango, persona, madre de dos hijas, abogada... Hace seis meses que la direcci¨®n del PP sabe que vengo siendo insultada, amenazada, agredida, coaccionada para que dejara de investigar la presunta corrupci¨®n en Tegueste, pero no me hicieron caso; hasta me han llamado loca. Ahora a punto han estado de ir a mi entierro". Lo que cerca estuvo de terminar tr¨¢gicamente el jueves -un desconocido le propin¨® un golpe que la dej¨® con traumatismo craneoencef¨¢lico- empez¨® hace seis meses. El PP de Tegueste, un municipio de 9.000 habitantes al norte de Tenerife, denunci¨® ante los tribunales la construcci¨®n de unos chal¨¦s en la finca El Tagre. Seg¨²n el PP, que tiene all¨ª tres concejales por nueve de Coalici¨®n Canaria y uno del PSOE, la reciente recalificaci¨®n de esa zona permit¨ªa levantar 36 casas en vez de las 24 previstas, al eliminarse una parcela pensada para equipamiento escolar. "Las arcas municipales", protest¨® el PP ante la mayor¨ªa absoluta de Coalici¨®n Canaria, "perder¨¢n m¨¢s de 70 millones".Julia Bango, que ya entonces pertenec¨ªa al gabinete jur¨ªdico del PP en Tenerife, acept¨® hacerse cargo del caso ante las reticencias de algunos de sus compa?eros de partido, tambi¨¦n abogados. A los pocos d¨ªas -septiembre de 1998- empezaron a suceder cosas extra?as. El d¨ªa 4, Julia Bango denunci¨® ante la polic¨ªa que le hab¨ªan robado de su despacho el expediente sobre la presunta recalificaci¨®n irregular. D¨ªas m¨¢s tarde, el 21, el expediente apareci¨® en el buz¨®n, pero con unas extra?as cruces mortuorias. Una semana despu¨¦s, el mismo buz¨®n conten¨ªa otra sorpresa: un ejemplar de un diario local donde se hab¨ªan garabateado amenazas hacia la abogada y su familia. Ya en octubre, el d¨ªa 5, apareci¨® un sobre dirigido a Bango en el Colegio de Abogados de Santa Cruz. Estaba cerrado, adornado por un cresp¨®n negro y tres letras: "R.I.P". Amenazas an¨®nimas El tel¨¦fono de Julia Bango empez¨® a sonar. Una voz an¨®nima de hombre le daba detalles de la ropa que llevaba ese d¨ªa y le aconsejaba que se abrigara, "que en el cementerio hace mucho fr¨ªo". Tambi¨¦n refer¨ªa lo guapas que eran sus hijas, el peligro que corr¨ªan. La abogada pidi¨® ayuda en el PP, su partido, para el que trabajaba gratis por las tardes, asesorando a los afiliados y a algunos cargos p¨²blicos. Nadie le hizo caso, subray¨® ayer. "Me empezaron a tomar por loca. Llegaron a decir que me estaba inventando las amenazas". A principios de diciembre la situaci¨®n empeor¨®. La noche del 6, un motorista acos¨® a la abogada, le grit¨® que dejara el caso de Tegueste, la tir¨® al suelo y la pate¨®. A los pocos d¨ªas, el susto se convirti¨® en impotencia. Al acudir al juzgado se percat¨® de que sus denuncias por agresi¨®n, insultos y coacciones estaban archivadas. La direcci¨®n del PP -"salvo muy pocas personas que siempre me apoyaron"- segu¨ªa d¨¢ndole la espalda. El 18 de diciembre, un individuo se present¨® en su casa, aporre¨® la puerta y, a voz en grito, le conmin¨® a que dejara el caso de las recalificaciones.

"Yo", explic¨® ayer Julia Bango, "le llamaba a aquella situaci¨®n el eslab¨®n perdido; no sab¨ªa de qui¨¦n sospechar, qui¨¦n estaba detr¨¢s de todo aquello". Ahora, m¨¢s que los agresores y sus motivos, a Bango le preocupa la apat¨ªa del PP. El jueves pasado, ya con la cabeza aporreada, el presidente del PP en Canarias, Jos¨¦ Miguel Bravo de Laguna, se present¨® en el hospital para visitarla. Julia Bango no lo recibi¨®. "Hay personas que se han hecho las sordas sabi¨¦ndolo todo, y ahora dicen que no sab¨ªan nada... Seguro que hubiesen ido a mi entierro", dijo sin nombrarle.

El jueves, a la puerta del hospital, se produjo una escena muy violenta. Francisco de la Barreda, presidente del PP de Tenerife, recrimin¨® delante de los periodistas a Bravo de Laguna, presidente del partido en la regi¨®n: "?Ahora vienes? Me parece un poco tarde despu¨¦s de la tercera agresi¨®n. ?Ya no crees que estamos locos?".

Julia Bango ha venido recibiendo el apoyo de De la Barreda y de dos cargos del PP tinerfe?o, Carlos Ob¨®n, secretario de pol¨ªtica municipal, y Jos¨¦ del Toro, presidente del comit¨¦ de Tegueste. ?stos acusaron ayer a Bravo de Laguna y a Ignacio Gonz¨¢lez Santiago, coordinador y hombre fuerte del PP en la regi¨®n, de no haber querido respaldar a la abogada por extra?os intereses. Bango se pregunt¨® ayer: "?Qu¨¦ habr¨¢ detr¨¢s de esto para que el PP no quiera investigarlo? Yo voy a seguir adelante".