Incontinencia urinaria, un problema sanitario oculto por la verg¨¹enza
Dos millones de personas, mayoritariamente mujeres, sufren este inc¨®modo trastorno
"La incontinencia urinaria ha estado siempre oculta bajo dos grandes tab¨²s: la creencia de que s¨®lo afectaba a las personas mayores y la de que ten¨ªa mala soluci¨®n. Pero no es cierto que s¨®lo afecte a los ancianos, y el 75 % de los casos tiene soluci¨®n". De esta manera, la doctora Montserrat Espu?a, jefa de la unidad de uroginecolog¨ªa y urodin¨¢mica del Instituto de Ginecolog¨ªa, Obstetricia y Neonatolog¨ªa del Hospital Cl¨ªnico de Barcelona, rompe los equ¨ªvocos que hay sobre un problema sanitario que afecta a cerca de dos millones de personas y que, s¨®lo en absorbentes, le cuesta al erario p¨²blico una factura anual de 25.000 millones de pesetas.La Sociedad Internacional de la Continencia define este problema como la p¨¦rdida involuntaria de orina, objetivamente demostrada, y que provoca a quien la padece problemas sociales e higi¨¦nicos. La incontinencia urinaria es un gran iceberg. La parte visible de la monta?a de hielo ser¨ªa el n¨²mero de personas que acuden al m¨¦dico. Bajo las aguas queda oculta la gran mayor¨ªa de los afectados, que no se atreve a exponer su problema al facultativo.
No es un fen¨®meno exclusivamente latino. Un estudio realizado en los pa¨ªses n¨®rdicos puso de manifiesto que s¨®lo una de cada cinco personas expon¨ªa a su m¨¦dico que ten¨ªa un problema de incontinencia. La unidad de uroginecolog¨ªa y urodin¨¢mica del Hospital Cl¨ªnico fue pionera en Espa?a en el tratamiento de la incontinencia. Desde hace 17 a?os compagina la asistencia y la investigaci¨®n. "Por nuestra consulta han pasado m¨¢s de 10.000 mujeres con incontinencia, de las cuales la mitad sufr¨ªa incontinencia desde hac¨ªa cinco a?os cuando acudieron por primera vez".
Pero ?por qu¨¦ las mujeres son m¨¢s propensas? Por una raz¨®n fundamental: el haber tenido un parto vaginal. Los m¨²sculos de la pelvis sufren con el parto una distensi¨®n y en muchos casos queda una flaccidez que contribuir¨¢ a que las v¨ªsceras que se sujetan en ellos, como la vejiga y el resto de los ¨®rganos p¨¦lvicos, desciendan de su posici¨®n normal. "Es muy importante implicar a ginec¨®logos y comadronas para que transmitan la importancia de hacer gimnasia posparto para recuperar la buena forma del suelo p¨¦lvico", indica Montserrat Espu?a.
S¨ªntomas y tratamiento
Otro factor que desencadena incontinencia es el aumento cr¨®nico de la presi¨®n abdominal al realizar esfuerzos en esta parte del cuerpo. En este apartado se encuentran aquellas personas que padecen un estre?imiento cr¨®nico, bronquitis, asma o tos continuada. Por ¨²ltimo, un factor muy importante tambi¨¦n es el constitucional. "Las personas con alteraciones del col¨¢geno tienen los tejidos m¨¢s laxos, y esta alteraci¨®n puede dar lugar a trastornos de incontinencia". Son hiperlaxas, por ejemplo, las personas que consiguen hacer un ¨¢ngulo de m¨¢s de 90 grados con el dedo pulgar de la mano.La incontinencia no es algo que llegue de repente, pero hay cuatro s¨ªntomas que deben hacer saltar las alarmas: en primer lugar, la p¨¦rdida de unas gotas de orina al realizar un esfuerzo. Puede ocurrir tambi¨¦n al estornudar, al re¨ªr o simplemente al toser. Otro s¨ªntoma es el aumento de la frecuencia miccional. Cuando hay un problema de incontinencia, las visitas al ba?o comienzan a incrementarse, y en ocasiones llega hasta una cada hora. Otro s¨ªntoma, muy frecuente en mujeres mayores, es despertarse durante la noche con sensaci¨®n de tener ganas de orinar, un fen¨®meno que se conoce con el nombre de nicturia. Existe adem¨¢s el s¨ªntoma conocido como incontinencia de urgencia: tener ganas de orinar y no poder reprimirlas. Finalmente, hay tambi¨¦n otro s¨ªntoma no tan frecuente: la incontinencia inconsciente; es decir, notarse mojada sin motivo que lo justifique.
Los tratamientos dependen del tipo de incontinencia y de la severidad del trastorno. La incontinencia de esfuerzo es de origen anat¨®mico y se produce cuando la estructura del suelo p¨¦lvico est¨¢ alterada. En este caso, si la incontinencia es leve, debe tratarse con fisioterapia para conseguir la reeducaci¨®n de los m¨²sculos de la pelvis. Se trata de realizar ejercicios de contracci¨®n y relajaci¨®n de los m¨²sculos de la pelvis para fortalecerlos. En el caso de que la persona afectada encuentre dificultades para llevarlos a cabo puede servirle de ayuda la terapia de los conos vaginales.
En la incontinencia de urgencia, donde se suman todos los s¨ªntomas descritos, el tratamiento es b¨¢sicamente farmacol¨®gico, aunque actualmente existen otras opciones, como la electroestimulaci¨®n de los nervios que controlan la vejiga y la neuromodulaci¨®n. Este ¨²ltimo se aplica "cuando no han funcionado los dos primeros, y consiste en instalar una especie de marcapasos de la vejiga, que manda unos impulsos que frenan su actividad". El principal inconveniente de este tratamiento es su elevado coste.
Finalmente, si los tratamientos anteriores no han sido eficaces, queda la opci¨®n quir¨²rgica. Hasta el momento, dos t¨¦cnicas han demostrado ser eficaces: la colposuspensi¨®n retroc¨²bica -la vejiga es sujetada con unos puntos de sutura a los ligamentos de Cooper, que poseen gran fuerza para aguantar el peso- y las t¨¦cnicas de bandas y cabestrillo -la vejiga es colocada en su posici¨®n inicial y se colocan unas bandas como soporte-. "Los resultados quir¨²rgicos son buenos, aunque no perfectos. Podemos decir que, de cien mujeres operadas, m¨¢s de ochenta podr¨¢n curarse", apunta Montserrat Espu?a.
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