Nueve magistrados enredados en 5.000 folios
La investigaci¨®n judicial por el asesinato del dirigente independentista Santiago Brouard intenta salir del laberinto en el que est¨¢ sumido desde que dos mercenarios acabaran con la vida del pediatra bilba¨ªno la tarde del 20 de noviembre de 1984. Nueve jueces -contando el que instruye ahora la reapertura del sumario- se han sumergido en los m¨¢s de 5.000 folios de un sumario que s¨®lo ha iluminado la parte m¨¢s baja de los escalones que supuestamente conducen a la habitaci¨®n de los horrores del terrorismo de Estado. La juez que concluy¨® el sumario subray¨® en el auto de 28 de octubre de 1991 "las sombras que a¨²n hoy planean sobre la realizaci¨®n del crimen".Tras el juicio celebrado en mayo de 1993 en la Audiencia Provincial de Bilbao, el ponente de la sentencia, Joaqu¨ªn Gim¨¦nez, tuvo que admitir que los dos condenados -Rafael L¨®pez Oca?a y Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez D¨ªaz- "actuaron en ejecuci¨®n de un plan preconcebido, acordado y decidido por terceras personas desconocidas". Esos ulteriores escalones de la trama permanecen a¨²n en la negrura absoluta.
La detenci¨®n de Luis Morcillo Pinillo en julio de 1997 abri¨® la esperanza del acusador particular, el incansable Txema Montero. Pero hab¨ªan pasado demasiados a?os. Y como el propio Montero se encarga de recordar, buena parte de los personajes relacionados con este asesinato est¨¢n muertos o "cobrando su silencio con peque?as d¨¢divas".
Los m¨¢s de cuatro meses en los que el actual instructor ha dejado secreto el sumario y la posibilidad de que exista un testigo protegido parecen haber servido de antorchas en el laberinto del extra?o caso del doctor Brouard. Un asesinato que como se recoge en la sentencia de Gim¨¦nez estuvo "motivado por su condici¨®n de dirigente destacado de la coalici¨®n pol¨ªtica Herri Batasuna", quien asegur¨® meses antes de morir que "era el momento de la audacia pol¨ªtica".
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