Final espa?ola en la Copa Korac

El Bar?a ventil¨® con facilidad pero sin grandes alardes el ¨²ltimo de los peque?os escollos que la Copa Korac ha ido poni¨¦ndole antes de que se encuentre con el que ser¨¢ su m¨¢s temible rival, Estudiantes, en la que ser¨¢ la primera final espa?ola en la historia de un torneo que empez¨® a disputarse en 1972. Desde entonces la han ganado tres equipos espa?oles, el Joventut en 1981 y en 1990, el Barcelona en 1987 y el Real Madrid en 1988.Con nueve puntos de renta del partido de ida, en el que ya hizo patente la enorme diferencia de calidad entre ambos equipos, ayer el Bar?a apenas tuvo que forzar la m¨¢quina. Ya de entrada, con Esteller en vena de aciertos y 10 puntos casi consecutivos, el Bar?a hizo una declaraci¨®n de intenciones. No deseaba sorpresas y empez¨® con un alt¨ªsimo ritmo de juego y una enorme concentraci¨®n defensiva que puso en el marcador un 14-3 despu¨¦s de que el Panionios fallara nueve de sus diez primeros intentos.

Pero el Bar?a es un equipo hoy por hoy irregular donde los haya. Pierde la compostura en un instante. Despu¨¦s de maravillar con una peque?a muestra de lo m¨¢s espectacular de cuanto pueden llegar jugadores con el talento de Gurovic, Alston o Djordjevic, es capaz de caer en la mayor de las apat¨ªas y perder el hilo por completo en todas las facetas del juego. As¨ª le sucedi¨® otra vez ayer. Le descentraron los relevos en la primera parte en la que encaj¨® un parcial de 4-11 para quedar a tiro de triple del Panionio: 31-28. Y volvi¨® a sucederle lo mismo en el inicio de la segunda parte lo que le situ¨® en una situaci¨®n de lo m¨¢s apurada: 47-46. Hab¨ªa sobrevivido con un par de canastas en cinco minutos y no hab¨ªa sabido c¨®mo hacer frente a la defensa en zona que impuso el Panionios. Pero lo que tanto le cost¨® al principio, acertar con el tiro exterior, fue encontr¨¢ndolo en base a buenas circulaciones de pelota que acabaron otorgando posiciones f¨¢ciles de lanzamiento aprovenchadas por Gurovic, Djordjevic y Xavi Fern¨¢ndez desde m¨¢s all¨¢ de los 6,25 metros. El arre¨®n final del Bar?a ya fue irresistible para el equipo griego que acab¨® sufriendo un castigo proporcional a la diferencia sideral de calidad entre ambos equipos.