Lafontaine rompe con el centrismo de Schr?der
El ministro de Hacienda renuncia por sorpresa a su cargo y a la presidencia del Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n
El canciller federal alem¨¢n, Gerhard Schr?der, trat¨® anoche de calmar los ¨¢nimos ante la crisis gubernamental creada por la brusca dimisi¨®n de Oskar Lafontaine, que ayer por la tarde abandon¨® simult¨¢neamente, por sorpresa y sin dar explicaciones, sus puestos de ministro de Hacienda y presidente del Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD). En una alocuci¨®n de dos minutos, Schr?der afirm¨® que el Gobierno se mantiene "estable" y que Lafontaine ser¨¢ sustituido hoy tanto en sus responsabilidades de Gobierno como de partido. El canciller en persona podr¨ªa asumir la presidencia del SPD, seg¨²n opinaba ayer el l¨ªder del Estado de Baja Sajonia, Gerhard Glogowski.Con el portazo de Lafontaine, que fue anunciado poco antes de las seis de la tarde, culmin¨® un cap¨ªtulo en la larga pugna entre el nuevo centro, el ala de tendencia proliberal representada por Schr?der, y la izquierda cl¨¢sica, de la que el ex ministro de Hacienda era el m¨¢ximo l¨ªder. En un reciente acto interno del SPD, segun fuentes de ese partido, Lafontaine parec¨ªa distante e indiferente ante las actividades del Gobierno y del partido, como si diera por perdida la batalla.
La decisi¨®n de Lafontaine caus¨® sorpresa por su celeridad incluso entre los mismos asistentes del ministro, ya que los observadores de sus tensiones con el canciller apuntaban hacia un desenlace a m¨¢s largo plazo, aunque con el mismo contenido. El detonante inmediato del cese se produjo en la sesi¨®n que el Gobierno rojiverde celebr¨® el mi¨¦rcoles. En ella, Schr?der abandon¨® las permanentes declaraciones de unidad con las que neutralizaba los rumores sobre su accidentada relaci¨®n con Lafontaine y atac¨® por primera vez directamente y en p¨²blico al hombre que le ayud¨® a triunfar en las elecciones. Por primera vez tambi¨¦n, Schr?der tom¨® las riendas del poder y dej¨® bien claro que el jefe es ¨¦l.
Estilo keynesiano
De esta forma, el dirigente respondi¨® por fin a los deseos del equipo de colaboradores que ha ido estableciendo en la canciller¨ªa como contrapeso expl¨ªcito a Lafontaine. Con su estilo keynesiano y su obstinada defensa de sus ideas, entre ellas la necesidad de una bajada de las tasas de inter¨¦s, Lafontaine se hab¨ªa enzarzado en una pol¨¦mica con c¨ªrculos financieros alemanes y comunitarios, incluido el Banco Central Europeo. Los mercados financieros registraron ayer una subida del euro.El mi¨¦rcoles, el canciller Schr?der, que se enfrenta a fuertes cr¨ªticas por su estilo de gesti¨®n y la descoordinaci¨®n del Gobierno, explic¨® a sus colaboradores lo que esperaba de ellos y ley¨® la cartilla a los m¨¢s d¨ªscolos. A Lafontaine le reproch¨® un "error estrat¨¦gico" al haber decidido gravar fiscalmente los avales financieros que las empresas nucleares son obligadas a depositar como garant¨ªa de seguridad. Los nuevos impuestos, con los que Lafontaine quer¨ªa ampliar los ingresos del erario p¨²blico para hacer frente a programas sociales, agudizaron el malestar de las empresas nucleares y pusieron en peligro las conversaciones entre el Gobierno y los empresarios sobre el abandono de la energ¨ªa nuclear. [Por su parte, el presidente del Banco Central alem¨¢n (Bundesbank), Hans Tietmeyer, asegur¨® ante el inminente nombramiento de un sucesor de Lafontaine que, "m¨¢s importante que la persona, es el contenido y la orientaci¨®n pol¨ªtica", informa Reuters.]
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