Muere Yehudi Menuhin, genio del viol¨ªn
Gran defensor de las causas humanitarias, el m¨²sico falleci¨® ayer en Berl¨ªn a los 82 a?os
El mundo de la m¨²sica est¨¢ de luto. Yehudi Menuhin, uno de los violinistas y directores m¨¢s brillantes del siglo, que asombr¨® a Einstein y demostr¨® desde su ni?ez un talento extraordinario, muri¨® ayer repentinamente en Berl¨ªn. Ten¨ªa 82 a?os. Menuhin falleci¨® tres d¨ªas despu¨¦s de cancelar un concierto a causa de su debilitada salud, dijo su promotora, Juta Adler. Su familia realizaba anoche gestiones para el funeral en el Reino Unido, pa¨ªs que adopt¨® como suyo en 1985 tras una larga y cordial¨ªsima relaci¨®n con Inglaterra, que premi¨® su generosidad y genio otorg¨¢ndole t¨ªtulos nobiliarios.
Nacido en Nueva York en 1916 de inmigrantes rusos, lord Menuhin era reconocido universalmente como un tit¨¢n de la m¨²sica y un infatigable defensor de causas humanitarias y art¨ªsticas. La noticia de su muerte caus¨® consternaci¨®n internacional. "No lo puedo creer", dijo ayer el director de la escuela de m¨²sica que el gran maestro fund¨® en Surrey y a la que asisti¨® por ¨²ltima vez hace tan s¨®lo 10 d¨ªas. "Es una p¨¦rdida inconmensurable". Similares expresiones de duelo partieron de la fundaci¨®n que cre¨® en Bruselas, pero en realidad era todo el mundo el que lloraba a Menuhin, un hombre sencillo, carism¨¢tico y convencido de que pod¨ªa contribuir a mejorar la sociedad y que fue galardonado en 1997 con el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de la Concordia conjuntamente con Mstislav Rostrop¨®vich. "El arte refleja el refinamiento de una sociedad", hab¨ªa declarado en una reciente entrevista. "La m¨²sica tiene eso. Te ense?a a escuchar y hace que se te escuche". No hace mucho Menuhin firm¨® una carta deplorando Hilary y Jackie, el controvertido filme biogr¨¢fico de la violonchelista Jacqueline du Pr¨¦, amiga de sus hijas. Fue quiz¨¢ su ¨²ltima carta abierta y, a pesar de su desacuerdo con la pel¨ªcula, el tono de su cr¨ªtica fue, como todo lo que hizo en su vida, de una elegante moderaci¨®n. Quienes conoc¨ªan a Menuhin destacaron siempre su disponibilidad a hablar con los j¨®venes. Era un maestro por excelencia cuya virtud estaba pr¨¢cticamente al alcance de todos.
Esp¨ªritu abierto
Algunos de sus bi¨®grafos atribuyen ese esp¨ªritu abierto y su entrega total a la m¨²sica a un car¨¢cter por esencia bondadoso y humilde. Lo fue siempre. Poco antes de cumplir los 13 a?os de edad, tras un concierto en Berl¨ªn, el sabio Albert Einstein lo visit¨® en su camerino. All¨ª, entre abrazos, Einstein proclam¨®: "Ahora s¨¦ que existe Dios en el cielo". ?se fue de alguna manera el inicio de una rutilante carrera internacional que le permiti¨® tocar con las mejores orquestas y bajo la direcci¨®n de los grandes maestros contempor¨¢neos de todo el mundo. Fue tambi¨¦n la coronaci¨®n de un empe?o precoz -comenz¨® a tocar el viol¨ªn profesionalmente en 1924, cuando ten¨ªa siete a?os- que fue gradualmente desarroll¨¢ndose hasta alcanzar el pin¨¢culo con conciertos en Nueva York, Londres, Par¨ªs y Berl¨ªn.El cr¨ªtico brit¨¢nico Chris Moncrieff dec¨ªa ayer apenado: "Menuhin fue un fen¨®meno. Un prodigio cuya virtud floreci¨® hasta la genialidad sin paralelo a lo largo de toda su vida". Recordaba ayer, sin embargo, que su argumento sobre la universalidad de la m¨²sica sufri¨® un rev¨¦s cuando, tras una breve asistencia a un concierto de los Rolling Stones, declar¨® azorado: "?Qu¨¦ es lo que le depara a la civilizaci¨®n? Me angustia que la m¨²sica atraiga a estas multitudes. ?Qu¨¦ cerca est¨¢n de convertirse en una chusma!". Menuhin era ostensiblemente m¨¢s tolerante con el jazz que con el rock. Curiosamente, su carrera comenz¨® con un gesto violento, como los que suelen hacer ciertas estrellas del rock met¨¢lico: cuando sus padres le regalaron el primer viol¨ªn, lo despedaz¨® arroj¨¢ndolo contra la pared porque "no cantaba".
Dos veces casado, Yehudi Menuhin viv¨ªa con su segunda mujer en una casona del elegante barrio londinense de Belgravia. Pero alternaba su residencia en Gstaad cuando no estaba de gira.
Entre las muestras de pesar procedentes de todo el mundo, la viuda de Yehudi Menuhin recibi¨® tambi¨¦n ayer un telegrama de condolencia de la familia real espa?ola y de Irene de Grecia.
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