Carta abierta al Consejo Europeo

Este texto fue escrito para EL PA?S con motivo de la pr¨®xima reuni¨®n del Consejo Europeo:La Agenda 2000, que define el marco pol¨ªtico y financiero de la Europa ampliada, es la cuesti¨®n fundamental pendiente en la mesa de los Gobiernos de los Estados miembros y de la Uni¨®n. Es el tema central a debate en las reuniones al m¨¢s alto nivel del 24 y 25 de marzo en Berl¨ªn y, en junio, en el Consejo Europeo que clausurar¨¢ la presidencia alemana.

Como europe¨ªsta convencido, he le¨ªdo con atenci¨®n lo que se ha publicado en la prensa sobre los temas a debate en este momento crucial en que se define la Europa del futuro. Al no encontrar nada sobre la dimensi¨®n cultural, ped¨ª la propuesta original de la Comisi¨®n Europea sobre la Agenda 2000. Nada. Sorprendido, ped¨ª el informe del Parlamento Europeo sobre la propuesta. Segu¨ªa sin haber nada. Pregunt¨¦ si al menos los nuevos reglamentos de fondos estructurales preve¨ªan una dimensi¨®n cultural. No se me respondi¨®.

La cuesti¨®n del papel de las culturas de Europa para la calidad de la sociedad europea, la aportaci¨®n de los creadores, artistas y artesanos para todos nuestros conciudadanos no han merecido hasta ahora la atenci¨®n de nuestros responsables pol¨ªticos.

Sin embargo, s¨®lo conseguiremos generar verdadero respeto al pr¨®jimo y deseos de paz con el ejercicio de las artes, de nuestros sentidos, fomentando la riqueza y diversidad de las culturas europeas. De este modo podremos realizar plenamente nuestros objetivos, tanto personales como comunes, de todos los que compartimos responsabilidades en esta tierra sufriente. S¨®lo con una formaci¨®n creativa que no suprima los dones del ni?o, sino que lo civilice, podremos engendrar juntos una sociedad que domine y absorba su violencia.

Al ignorar de modo tan ciego la cultura, se est¨¢ construyendo una torre de marfil sobre la arena.

Tuve la suerte de nacer en una familia que me ense?¨® tres cosas: que todos y cada uno podemos aportar algo ¨²nico al progreso del planeta; que el respeto y el deseo de comprender son fundamentos b¨¢sicos de nuestras relaciones con los dem¨¢s; que el arte es una antena preciosa para captar el futuro y no debe ser coto exclusivo de algunos privilegiados.

En el momento en que los l¨ªderes pol¨ªticos de la UE se preparan para definir las reglas del juego para franquear las puertas del tercer milenio es preciso -es absolutamente necesario- consagrar el papel motor de la cultura en el programa marco y en el Presupuesto de la Agenda 2000, as¨ª como en la Declaraci¨®n Final del Consejo Europeo de junio. Es un deber irrevocable que tenemos ante las generaciones futuras.