La segunda oportunidad de Sevilla
,Sevilla se ha convertido en una ciudad clave para la ejecuci¨®n de algunos de los principales programas incluidos en la Estrategia Espa?ola para la Conservaci¨®n y el Uso Sostenible de la Diversidad Biol¨®gica, en cuya elaboraci¨®n, la presencia andaluza tambi¨¦n ha sido relevante. La capital hispalense ha sido el lugar elegido para albergar la Fundaci¨®n Centro de Estudio y Conservaci¨®n de la Biodiversidad, en la que, inicialmente, participan, adem¨¢s del Ministerio de Medio Ambiente, la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional, la Oficina Espa?ola de Patentes y Marcas y el Organismo Aut¨®nomo de Parques Nacionales. La fundaci¨®n, que ocupar¨¢ un edificio situado en pleno casco hist¨®rico, abrir¨¢ sus puertas en los pr¨®ximos meses, una vez que concluya la rehabilitaci¨®n del inmueble. El organismo contar¨¢ con una asignaci¨®n inicial de 600 millones de pesetas. En principio se ocupar¨¢ de gestionar la iniciativa Biotrade de la Naciones Unidas, orientada a conseguir un aprovechamiento racional de algunos recursos biol¨®gicos de inter¨¦s para la industria; el programa Araucaria, de cooperaci¨®n ambiental con Iberoam¨¦rica; el convenio CITES, que regula el comercio internacional de flora y fauna, y el programa MaB de la Unesco, en el que se incluye la red de reservas de la biosfera. Sevilla ya aspir¨® a convertirse en sede del convenio mundial sobre biodiversidad aunque, tras una decisi¨®n bastante pol¨¦mica y discutida, la secretar¨ªa de este acuerdo fue a parar a la ciudad suiza de Ginebra.
La estrategia de No¨¦
M¨¢s de 160 especialistas del pa¨ªs han participado en la elaboraci¨®n de la Estrategia Espa?ola para la Conservaci¨®n y el Uso Sostenible de la Diversidad Biol¨®gica, documento en el que habr¨¢n de inspirarse, a partir de ahora, las diferentes comunidades aut¨®nomas para redactar, en un plazo m¨¢ximo de tres a?os, sus propias estrategias de acci¨®n. El Gobierno cumple as¨ª con los compromisos adquiridos al ratificar, en 1993, el Convenio sobre Diversidad Biol¨®gica suscrito en la Cumbre de R¨ªo un a?o antes. La estrategia espa?ola se divide en dos grandes apartados. En primer lugar se analiza la situaci¨®n actual del conjunto de organismo vivos que habitan en nuestro pa¨ªs y se describe su estado de conservaci¨®n y las actividades humanas que amenazan su supervivencia. Asimismo, el documento repasa los instrumentos dispuestos para el buen uso de este patrimonio natural. Tras este diagn¨®stico, la estrategia traza las l¨ªneas maestras que deber¨¢n seguirse para conservar estos recursos. Andaluc¨ªa aparece de forma destacada en la primera parte del documento. Margarita Clemente, subdirectora del Jard¨ªn Bot¨¢nico de C¨®rdoba y miembro del comit¨¦ de expertos que ha participado en la redacci¨®n de la estrategia, explica: "Dentro del estado espa?ol, y si exceptuamos las Islas Canarias, somos la autonom¨ªa que presenta una mayor diversidad en recursos biol¨®gicos y, en consonancia con ello, dedicamos casi el 17 % de nuestro territorio a espacios naturales protegidos". La comunidad canaria eleva este porcentaje hasta el 40 %, aunque, en total, sus ¨¢reas protegidas suman 300.000 hect¨¢reas, una superficie cinco veces inferior a la andaluza. Las comparaciones con otras comunidades de extensi¨®n similar a la andaluza (entre ocho y nueve millones de hect¨¢reas), como Castilla-Le¨®n o Castilla-La Mancha, son las que permiten valorar la verdadera importancia de estos datos. La primera de estas autonom¨ªas ha protegido algo menos del 3 % de su territorio y la segunda no llega al 1 %. La suma de la superficie amparada por alguna figura legal en ambas castillas supera por poco las 320.000 hect¨¢reas, cifra que en Andaluc¨ªa se obtiene sumando solo dos (Alcornocales y Sierra Nevada) de los 83 espacios naturales protegidos existentes. En lo que se refiere a humedales de importancia internacional, tutelados por el Convenio de Ramsar, Andaluc¨ªa vuelve a encabezar la clasificaci¨®n nacional (ocho espacios que suman m¨¢s de 60.000 hect¨¢reas), y lo mismo ocurre con el listado de Zonas de Especial Protecci¨®n para las Aves (22 enclaves con una superficie total cercana al mill¨®n de hect¨¢reas) o las Reservas de la Biosfera declaradas por la Unesco (siete con m¨¢s de 650.000 hect¨¢reas de extensi¨®n total). Por ¨²ltimo, de los 124 tipos de h¨¢bitats espa?oles que la UE considera de inter¨¦s, 76 se encuentran representados en Andaluc¨ªa. Si de los espacios pasamos a las especies la situaci¨®n es similar. Tomando de nuevo como referencia el listado de flora y fauna que las autoridades de Bruselas distinguen como de especial atenci¨®n dentro del territorio espa?ol, Andaluc¨ªa alberga a 51 de las 95 especies vegetales citadas, 17 de los 19 mam¨ªferos, 12 de los 17 peces, cinco de los nueve reptiles, uno de los tres anfibios y 14 de los 22 invertebrados. En total, 100 de las 165 especies inventariadas en todo el pa¨ªs, un 60 %. La otra cara de este balance es el estado de conservaci¨®n. La erosi¨®n y la contaminaci¨®n son dos de los problemas m¨¢s graves. Espa?a cuenta con el mayor n¨²mero de plantas amenazadas, y un 26 % de los animales vertebrados se encuentran amenazados.
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