Historias al rev¨¦s VALENT? PUIG
Reescribir la historia es una de las principales ocupaciones de la historiograf¨ªa nacionalista para proclamar h¨¦roes, mitos, derrotas o victorias fallidas. Fundamentalmente, pensar en lo que hubiese sido el mundo de haberse ganado la batalla de Muret constituye el ensue?o fundamental de todo irredentista que se precie. A otros nos interesa la historia-ficci¨®n m¨¢s pr¨®xima: por ejemplo, ?qu¨¦ hubiera sucedido de no haberse producido la escisi¨®n de la Lliga que lleg¨® a convertirse en Acci¨® Catalana? Uno tambi¨¦n puede permitirse especular sobre las consecuencias que hubiese tenido en 1934 la lealtad constitucional por parte del presidente Companys sin lanzarse a la aventura irresponsable de la proclamaci¨®n del Estado catal¨¢n dentro de la Rep¨²blica Federal Espa?ola. D¨¦cadas m¨¢s tarde, existe otro punto hist¨®rico crucial: ?c¨®mo podr¨ªan haber ido las cosas en el caso de que Josep Tarradellas hubiese sido un independentista irreductible? Los historiadores tienen a mano un utillaje puesto a prueba en los ensayos de historia virtual que el profesor Niall Ferguson ha compilado en un libro espl¨¦ndido que explora rigurosamente hip¨®tesis tan intrigantes como una perestroika sin Gorbachov, una Espa?a sin guerra civil y un Reino Unido invadido por Hitler. Lejos de la losa determinista que acostumbra a culminar los panteones irredentistas, Niall Ferguson propone hip¨®tesis contrafactuales y sugiere que lo ¨²nico que podemos decir con certeza es que el mundo est¨¢ condenado a un progresivo desorden por entrop¨ªa. Lo que llamamos el pasado -dice el profesor Ferguson- fue un d¨ªa el futuro; y las personas del pasado ignoraban cu¨¢l ser¨ªa su futuro tanto como nosotros ignoramos el nuestro. Un breve ensayo de Joan Crexells titulado La hist¨°ria a l"inrev¨¦s avanzaba de forma especulativa algunas de las actuales aproximaciones de la historia virtual. Dec¨ªa que la humanidad que viv¨ªa en el siglo XX estaba convencida de que el siglo XX era un progreso respecto al siglo XIX, por la simple raz¨®n de que ven¨ªa a continuaci¨®n. La inc¨®gnita se hac¨ªa m¨¢s inquietante al preguntarse qu¨¦ ocurrir¨ªa si las cosas se hubiesen producido al rev¨¦s, si el siglo XX hubiese sido a ojos de alguien anterior al siglo XIX. En tal caso quiz¨¢ pudiera constatarse una tendencia invencible a considerar que entre el siglo XX y el siglo XIX exist¨ªa un progreso indudable. En otros t¨¦rminos: una civilizaci¨®n agr¨ªcola cronol¨®gicamente ubicada a continuaci¨®n de la revoluci¨®n industrial se interpretar¨ªa como un progreso: importa subrayar que esa es una hip¨®tesis que Crexells urdi¨® largas d¨¦cadas antes de la aparici¨®n del fundamentalismo ecologista. Joan Crexells -tan brillante, muerto a los 30 a?os- llegaba a la conclusi¨®n de que existe un cierto progreso yendo hacia delante de la historia como lo hay yendo hacia atr¨¢s, pero ambas l¨ªneas son secundarias ante la unidad fundamental de la naturaleza humana. En una conferencia del a?o 1923, Francesc Camb¨® presentaba los argumentos econ¨®micos de la Lliga en menoscabo de la hip¨®tesis de una Catalu?a independiente. Joan Crexells acudi¨® al reto m¨¢s o menos contrafactual con unos art¨ªculos en los que con fundamentaci¨®n estad¨ªstica se propuso rebatir las argumentaciones antisecesionistas de Camb¨®. Si Catalu?a fuese a la independencia, el factor demogr¨¢fico usado por Camb¨® tendr¨ªa poca fuerza, seg¨²n un Crexells que practicaba el cotejo con la realidad demogr¨¢fica de pa¨ªses ya independientes. Es cierto que despu¨¦s matizaba que "mucho m¨¢s favorable ser¨ªa la situaci¨®n si la Catalu?a independiente se extendiese hacia los otros pa¨ªses actualmente espa?oles de lengua catalana". M¨¢s de 70 a?os despu¨¦s, sostener la idea de una unidad econ¨®mica pancatalanista resulta algo aventurada si se tiene en cuenta que incluso para la unidad ling¨¹¨ªstica queda un cierto trecho. Lo que realmente importa es el rigor de la audacia intelectual de Crexells, en su intento de proyecci¨®n virtual que aborda la eventualidad de un tratado de comercio entre dos Estados llamados Catalu?a y Espa?a y sostiene que el presupuesto espa?ol se alimenta de los catalanes en una proporci¨®n bastante superior a la contribuci¨®n del resto de Espa?a. Al calcular la parte que una Catalu?a independiente tendr¨ªa del activo comercial de Espa?a en el comercio internacional cuenta con la agregaci¨®n valenciana y balear al nuevo Estado. Por fuerza la cuesti¨®n fiscal es otro punto fuerte de Crexells. Claro est¨¢ que el "nada nuevo bajo el sol" impone un fatalismo ajeno a la historia virtual, pero siempre queda el consuelo de generar alguna hip¨®tesis contrafactual contando con la supervivencia de grandes tipos como Crexells -o Camb¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.