Amistad contundente

La muerte de Jos¨¦ Agust¨ªn es otro golpe terrible para nuestra cultura. No s¨®lo para nuestra cultura, sino para todo nuestro sistema social. Las excelencias de su poes¨ªa eran tan importantes como las excelencias de su ciudadan¨ªa. Somos muchos los que no hubi¨¦ramos resistido diversos episodios de la reciente historia de Catalu?a sin su presencia, su testimonio, su iron¨ªa, su buen humor y su capacidad para ofrecer las adecuadas respuestas a cada acontecimiento.Le recuerdo en recitales memorables y en tertulias de eficacia profunda, con una trascendencia que superaba las ocasiones cotidianas. Pero le recuerdo tambi¨¦n en el curso de penalidades colectivas y de reivindicaciones radicales, anim¨¢ndonos a la resistencia y tanteando con buen talante las reacciones de los represores. Y le agradezco las frases de amistad y los apoyos morales cuando todos tend¨ªamos a ceder y a flaquear.

Aquel recital de la Oda de Barcelona en Par¨ªs. Aquella breve estancia en los calabozos despu¨¦s de la Caputxinada en la que sus discursos ocasionales reforzaban la moral de todo el grupo. Aquella manera de comprender generosamente los problemas de nuestro biling¨¹ismo. Aquel esfuerzo por la divulgaci¨®n de nuestra literatura hasta esferas todav¨ªa distantes. Aquel radicalismo de izquierdas -amable y civilizado- siempre que los diversos centrismos inmorales nos han atosigado. Aquellas discusiones optimistas que enmascaraban genialmente unas profundas esencias de pesimismo cr¨ªtico. Y la amistad siempre comprometida, activa, contundente, en cualquier circunstancia, en cualquier problema personal o colectivo.

Sin duda, Goytisolo quedar¨¢ en nuestro recuerdo fundamentalmente como un gran escritor, un hombre de cultura comprometida, pero sobre todo como un ciudadano insigne que supo disimular elegantemente la trascendencia de sus mensajes culturales y pol¨ªticos con una intensa fuerza po¨¦tica y el buen humor de la amistad.