El Ayuntamiento crear¨¢ una junta de expertos para decidir sobre las estatuas y monumentos

El gobierno municipal est¨¢ decidido a poner coto al caos de monumentos y estatuas que reina en las calles de la capital. Para ello redactar¨¢ una ordenanza por la que se crear¨¢ una junta de expertos (con representaci¨®n pol¨ªtica) que determinar¨¢ la ubicaci¨®n y conveniencia del proyecto y, una vez dado el visto bueno, lo sacar¨¢ a concurso. As¨ª lo promete el concejal de Cultura, Jos¨¦ Antonio G¨®mez-Angulo, quien reconoce que la actual falta de legislaci¨®n da campo libre para que todo tipo de asociaciones, entidades, embajadas y grupos vecinales presionen y pugnen por implantar su estatua.

Hace un par de a?os, G¨®mez-Angulo ya avist¨® la posibilidad de redactar este texto. Pero los t¨¦cnicos le aconsejaron paciencia para que el municipio no quedara "prisionero de su propia ordenanza". "Pero dejar que los monumentos los decida en ¨²ltima instancia el alcalde es como invitar a las presiones, y a veces es dif¨ªcil negarse a las de estados o de embajadas. No podemos dejar que nos encasqueten lo que no queremos", dice. Por ello, si el PP gana las pr¨®ximas elecciones, se redactar¨¢ la ordenanza a semejanza de las normas que rigen la actuaci¨®n de la junta que decide qu¨¦ obras de arte acepta el Ayuntamiento.G¨®mez-Angulo si pudiera eliminar¨ªa, por razones est¨¦ticas, "ma?ana mismo" el monumento al h¨¦roe filipino Rizal, situado en la avenida de Filipinas. El Estado filipino don¨® y el Ayuntamiento acept¨® un grupo escult¨®rico que para el edil, "con todos los respetos al Gobierno filipino", no deber¨ªa haberse colocado nunca. "Para evitar esto ser¨ªa la ordenanza", adelanta. Un grupo de expertos, adem¨¢s de representantes de todos los grupos pol¨ªticos, discutir¨ªan la conveniencia o no de cualquier monumento, su posible ubicaci¨®n y, en ¨²ltima instancia, su dise?o. "El problema no es que vengan grupos de lo m¨¢s diverso a pedir al alcalde un monumento; es que llegan con el dise?o del monumento ya bajo del brazo, hecho por un artista salido de no se sabe d¨®nde que a veces no queda otro remedio que aceptar".

Para el concejal de Cultura, la soluci¨®n para evitar que proliferen por las calles monumentos no deseados y de escaso o nulo valor est¨¦tico pasa por incluir en la ordenanza la obligatoriedad de un concurso. El edil considera que si se obliga a quien quiera poner una estatua a convocar un concurso (como se hizo en el caso del busto a don Juan en el Campo de las Naciones) y luego se deja al Ayuntamiento decidir cu¨¢l de las ofertas es la m¨¢s acertada, el peligro de proliferaci¨®n de estatuas feas desaparecer¨¢.

A veces sucede que el monumento est¨¢ bien hecho pero la ubicaci¨®n es mala: la estatua de Vel¨¢zquez del artista Francisco L¨®pez, en la calle de Juan Bravo, iba a ser ubicada en un principio en la plaza de Ramales. "Y para ese sitio, donde reposan los restos del pintor, fue concebida; y adem¨¢s carec¨ªa de pedestal, para que reflejara a ras de tierra al artista pintando los atardeceres de Madrid. Pero alguien decidi¨® equivocadamente en un periodo electoral llevarla a Juan Bravo, donde no pinta nada, y subirla a un pedestal rid¨ªculo, como as¨ª ha reconocido el mismo escultor", dice G¨®mez-Angulo. "Ahora bien, todo esto ocurri¨® antes de llegar ?lvarez del Manzano", remacha.

G¨®mez-Angulo comenta que entre las decenas de ofrecimientos de monumentos y estatuas al alcalde destaca una para erigir en la capital de Espa?a "una estatua al marino". Al edil le parece muy bien que se lleve a cabo este homenaje, pero no que tenga que ser precisamente Madrid la encargada de proporcionarlo. "Estar¨ªa mejor en Cartagena, en San Fernando de C¨¢diz, en el Ferrol o en Guetaira, donde, por cierto, ya hay un monumento muy bonito a Elcano, pero Madrid, la verdad, no creo que sea la ciudad ideal para colocar una estatua al marino".

Otro de los monumentos que el edil de Cultura ha conseguido dar de lado (por ahora) es el previsto en homenaje a la Guardia Civil. El plano fue presentado en la junta municipal de Chamber¨ª. Med¨ªa 15 metros de altura e inclu¨ªa un arco enorme, un tricornio gigante y cuatro estatuas de agentes. "Eso no se va a poner. Si se considera que la Guardia Civil merece un monumento, en vez de aceptar lo primero que llegue se har¨¢ un concurso y se elegir¨¢ lo mejor", concluy¨®.