La Audiencia condena a 18 a?os de prisi¨®n a seis acusados en el fraude fiscal del "caso Kepro"

La Audiencia de Barcelona conden¨® ayer a un total de 18 a?os de prisi¨®n a seis acusados en el fraude fiscal inmobiliario descubierto por Hacienda a finales de 1992 tras la adquisici¨®n de dos fincas en Diagonal Mar, la ¨²ltima gran zona edificable de Barcelona, y de otros solares en la costa catalana, concretamente en la localidad de S"Agar¨®. El principal implicado, el empresario Juan Manuel Rosillo, en aquella ¨¦poca consejero delegado en Espa?a de la multinacional estadounidense Kepro, ha sido condenado a seis a?os y seis meses de prisi¨®n por tres delitos que llevaron a ocultar al fisco m¨¢s de 1.000 millones de pesetas. El caso se remonta al 2 de marzo de 1990, cuando los propietarios de las dos fincas situadas en la zona conocida como Diagonal Mar, en el distrito barcelon¨¦s de Sant Mart¨ª, recibieron de la empresa Profimar un total de 950 millones de pesetas -unos 450 en dinero negro- por la venta de los terrenos, seg¨²n relataba un informe del Ministerio de Hacienda en 1994. El mismo d¨ªa Profimar revendi¨® las fincas a Kepro por 1.330 millones de pesetas (1.188 millones m¨¢s 142 en concepto de IVA), operaci¨®n en la que se ocultaron a Hacienda impuestos patrimoniales y unos 200 millones en comisiones cobradas por los distintos acusados. La sentencia declara probado que los dos letrados acusados en el caso, Ricardo saegner y Alfredo saegner, de acuerdo con el resto de los acusados, emplearon como tapadera la sociedad pantalla Profimar, que actu¨® como intermediaria en la reventa de los terrenos a la multinacional Kepro. El testigo clave Precisamente, para no llamar la atenci¨®n en la constituci¨®n de la nueva sociedad, los saegner decidieron emplear al frente de ella a un deficiente mental, Juan F. B. -recientemente fallecido, a los 53 a?os-, con el que Ricardo saegner trab¨® amistad. Este testigo ha sido la pieza clave de la trama que ha ayudado a destapar el trato vejatorio y el enga?o que sufri¨® este deficiente mental por parte de uno de los abogados. Seg¨²n declar¨® Juan F. B. en diciembre pasado, el "se?or Ricardo" acud¨ªa siempre a ¨¦l en el Tur¨® Park de Barcelona para darle limosnas y un d¨ªa de 1989 "le ofreci¨® firmar unos papeles por dinero". "Me dijo que no hab¨ªa trampas, pero yo, tonto de m¨ª, confi¨¦", dijo Juan F. B., quien en aquella fecha fue conducido por Ricardo Saegner a un despacho y acept¨® recibir la totalidad de las acciones de la empresa Profimar a cambio de un sobre con 40.000 pesetas. A Juan F. B. le abrieron una libreta de ahorros con 90.000 pesetas. Meses m¨¢s tarde, Hacienda le reclamaba un impago de 25 millones por impuestos. Por ese motivo, y siempre seg¨²n lo relatado en el juicio por este testigo, fue vestido elegantemente de arriba abajo y le pusieron en un avi¨®n con destino a Caracas (Venezuela), adonde lleg¨® solo el 2 de abril de 1992 y sin conocer los motivos de su viaje. La sentencia ha impuesto entre un a?o y medio y cinco a?os de c¨¢rcel a otros cinco acusados, entre ellos el abogado Ricardo Saegner, por utilizar a una "persona deficiente como tapadera de la operaci¨®n". La sala reprocha al letrado que emplease a Juan F. B. y luego intentase deshacerse de ¨¦l como si "fuese una prueba y envi¨¢ndole solo a Caracas, donde deambul¨® durante 25 d¨ªas sin dinero y en peligro". Por el contrario, la Audiencia de Barcelona ha absuelto a otros cuatro implicados y ha impuesto a los seis condenados multas por valor de 2.300 millones de pesetas y les obliga a indemnizar a Hacienda por la misma cantidad.