Soto, Gil y Torres
Si es cierto que un prestigiado pol¨ªtico italiano juzgaba a los pol¨ªticos espa?oles con un "falta de finura", qu¨¦ juicio podr¨ªa emitir de los periodistas de EL PA?S si los juzgara por la columna Hundir Venecia, de Juvenal Soto. Dec¨ªa en su columna el se?or Soto: "Veintitantos a?os despu¨¦s de aquellas algaradas del caf¨¦ con leche de El Suizo, uno -o sea, yo- comienza a preguntarse por qu¨¦ los hombres engendraron a tipos como Jes¨²s Gil y Torres Hurtado sin que la naturaleza lo impidiese por medio de un cataclismo universal". Y terminaba "si vuelvo a los a?os de Granada, s¨¦ que Gil y Torres Hurtado no son lobos para el hombre, ?y entonces? ?Ah!, s¨ª: dos moscas en mitad de una misma mierda". Aunque obviemos, y ya es obviar, la elevaci¨®n que por equiparaci¨®n hace del se?or Gil -pol¨ªtico con actitudes fascistas- del se?or Torres Hurtado -pol¨ªtico de derechas-en-camino-al-centro-, el an¨¢lisis de ajuste fino que expresa el se?or Soto no es cosa del caf¨¦ con leche del a?orado caf¨¦ Suizo granadino; este caf¨¦ tiene m¨¢s mala leche. Desde un compromiso pol¨ªtico personal opuesto al del se?or Torres Hurtado, pedir¨ªa a los que escriben de pol¨ªtica que dejen el lenguaje bronco -?soez?- a los pol¨ªticos que, al menos, tienen la disculpa del apasionamiento y la necesidad de rapidez en la respuesta, y se esfuercen en aportar algo de mesura y sosiego al debate pol¨ªtico, que buena falta est¨¢ haciendo. La columna no tiene fecha ni data. De haberla querido datar est¨¢ claro que no lo podr¨ªa haber hecho en Florencia; deber¨ªa haberse fechado en N¨¢poles.- Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Raya. Granada.
Respuesta al Pasoc
Si hace alg¨²n tiempo hubiese le¨ªdo la carta del se?or Cantero publicada en EL PA?S (19-3-99) me hubiese sorprendido: me costar¨ªa entender sus siglas, Pasoc; si fuese el 28 de diciembre creer¨ªa que se trataba de una inocentada. Pero ya se sabe que por la boca muere el pez y estamos muy acostumbrados a que la izquierda real se quede en la orilla junto a los sectores m¨¢s reaccionarios, en este caso junto al CSIF, que defiende intereses muy concretos, corporativos, y muy alejados del principio de solidaridad por el que abogan los progresistas. Por otro lado, demuestra su ignorancia al no tener conocimiento de las sentencias que respecto del personal interino de otras comunidades aut¨®nomas ha dictado el Tribunal Constitucional declarando la constitucionalidad de pruebas como las paralizadas por el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa. Olvida usted que nuestra comunidad alberga el mayor n¨²mero de parados y que defiende mandar a 3.500 m¨¢s. Permita un consejo: luche por la estabilidad laboral, la reducci¨®n a 35 horas, el reparto del trabajo, pero no use medidas exterminadoras. No creo que nadie en su sano juicio sea capaz de sostener las ideas expresadas por usted; su discurso trasnochado y cruel con los interinos merece una fuerte pitada, un abucheo colectivo y arrojarle su propio improperio a la cara. La libertad s¨®lo existe en el respeto a los dem¨¢s.- Mar¨ªa Jos¨¦ Fern¨¢ndez Tirado y 17 firmas m¨¢s de interinos en Medio Ambiente. C¨¢diz.
Gibrale¨®n sin 28-F
En Gibrale¨®n no se celebr¨® el d¨ªa de nuestra comunidad, el D¨ªa de Andaluc¨ªa. Sin embargo, estimo que los poderes m¨¢s cercanos al ciudadano tienen la obligaci¨®n moral de crear las condiciones para informar, afianzar y formar la conciencia del pueblo como soluci¨®n a nuestros atrasos y males seculares. Nadie duda que nuestra tierra tiene condiciones y potencial para salir de la actual situaci¨®n: 3.000 horas de sol, m¨¢s de 800 kil¨®metros de variada costa, infraestructura tur¨ªstica de calidad, estaci¨®n de esqu¨ª, patrimonio hist¨®rico envidiable, red de comunicaciones aceptable, parques tecnol¨®gicos y tem¨¢ticos, olivar inmejorable, marcos vinateros, agricultura intensiva, tres cuencas fluviales, universidades, sanidad y administraci¨®n propias, etc¨¦tera. Todo ello es una realidad aunque, por contra y lamentablemente, en nuestro diferencial respecto a Europa no se vislumbra reducci¨®n. ?Cu¨¢les pueden ser las causas? Puede ser que: no se aprecia, antes al contrario, mejora en la negociaci¨®n en defensa de nuestra producci¨®n b¨¢sica en productos como hortalizas, aceite, vid, l¨¢cteos, pesca.La industria tradicional se desmantela. La miner¨ªa se est¨¢ extinguiendo. La pesca se esquilma sin caladeros a medio plazo. Somos la comunidad con mayor n¨²mero de parados con una imagen, posiblemente falsa, de subsidiaridad; poseyendo el "t¨ªtulo" de ser los ¨²ltimos en desarrollo industrial. En los despachos de Madrid existe un agravio interesado con otras comunidades del Estado. Por ejemplo, no se reconocen los 383.715 nuevos andaluces, perjudicando la financiaci¨®n auton¨®mica y, por otro lado, el mecanismo reglador para la nivelaci¨®n de servicios, llamado deuda hist¨®rica, se incumple. A pesar de todo, a¨²n esperamos impasibles que lleguen los resultados de aquello que se consigui¨® aplicando el "andaluces levantaos" hace 19 a?os. A casi un quinto de siglo de aquello, queda todav¨ªa mucho por hacer, sobre todo en impulsar la toma de conciencia colectiva como pueblo Sin embargo, el equipo de gobierno de Gibrale¨®n, por sus hechos, creo que no lo sabe.- Silvestre Ram¨ªrez Delgado. Gibrale¨®n (C¨¢diz).
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