Fracasa la misi¨®n de Primakov en Belgrado

El jefe del Gobierno ruso, Yevgueni Primakov, fracas¨® ayer en su ardua gesti¨®n mediadora entre el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, y la OTAN. Una hora escasa de conversaciones con el dirigente ruso y su s¨¦quito, durante la escala que estos realizaron en Bonn, bast¨® para que el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, concluyera que las propuestas que Primakov acababa de arrancar a Milosevic en una reuni¨®n de seis horas en Belgrado, eran insuficientes para que la OTAN deje de bombardear Yugoslavia. El presidente de EEUU, Bill Clinton, las calific¨® poco despu¨¦s como "inaceptables". Hasta el propio Primakov se desmarc¨® de Milosevic al afirmar que "alguien deber¨¢ buscar salidas por s¨ª mismo".

"Comparto los puntos de vista del canciller Schr?der de que las propuestas del presidente Milosevic son inaceptables", asegur¨® Clinton en un comunicado tras conversar telef¨®nicamente con el jefe del Gobierno alem¨¢n. "El presidente Milosevic inici¨® esta campa?a brutal: es responsabilidad suya ponerle fin y aceptar una paz justa. Existe un fuerte consenso en el seno de la OTAN para proseguir las operaciones militares", conclu¨ªa el comunicado de la Casa Blanca.El Consejo Atl¨¢ntico se reuni¨® anoche de manera extraordinaria para estudiar la posibilidad de pasar a la fase 3 de la intervenci¨®n militar, esto es, el ataque generalizado de objetivos militares en todo el territorio de la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro), incluida la capital y los centros de mando. El Pent¨¢gono anunci¨® el env¨ªo de otros 25 aviones.

En Bonn y flanqueado por su ministro de Exteriores, Joschka Fischer, y su ministro de Defensa, Rudolf Scharping, Schr?der fue meridianamente claro anoche, cuando Primakov ya hab¨ªa abandonado la canciller¨ªa con rumbo hac¨ªa Mosc¨², mucho antes de lo que sus acompa?antes hab¨ªan esperado. Sin ambig¨¹edades, Schr?der manifest¨® que las propuestas de Milosevic no constituyen "ninguna base" para una soluci¨®n pol¨ªtica, y por lo tanto no hay raz¨®n para interrumpir los bombardeos, cuyo fin, subray¨®, es acabar con el genocidio en Kosovo y debilitar al Ej¨¦rcito yugoslavo.

Informar a los socios

El canciller consider¨® "inaceptable" la "esencia" de las propuestas de Milosevic, que le hab¨ªa trasmitido Primakov, a saber, que la OTAN renuncie primero a la intervenci¨®n militar, para negociar despu¨¦s. Schr?der, que prometi¨® informar anoche mismo a los socios de la OTAN sobre la conversaci¨®n con el jefe del Gobierno ruso, inst¨® a no confundir la "causa" y las "consecuencias" de la guerra en Yugoslavia. La "causa", puntualiz¨®, es Milosevic y la "consecuencia" es la intervenci¨®n de la OTAN y el que quiera atajar el conflicto debe tener este punto muy claro, se?al¨®. Milosevic, subray¨® Schr?der, debe retirar sus tropas y unidades paramilitares de Kosovo y dar una "se?al clara" de que quiere negociar.Primakov, que hab¨ªa viajado a Belgrado por mandato del presidente Bor¨ªs Yeltsin, explic¨® en seis puntos las propuestas de Milosevic al llegar al aeropuerto de Bonn, en compa?¨ªa de su ministro de Exteriores, ?gor Iv¨¢nov, y del de Defensa, ?gor Sergue¨ªev, y del jefe del Servicio de Espionaje. Hasta que Schr?der le ech¨® un jarro de agua fria, Primakov consideraba que el resultado de su jornada en Belgrado era "esperanzador" y supon¨ªa una "se?al positiva" para la OTAN. Los seis puntos en que basaba su afirmaci¨®n eran:

-Milosevic est¨¢ dispuesto a resolver todos los problemas por la v¨ªa pol¨ªtica, en caso de que se interrumpan los bombardeos.

-Por v¨ªa pol¨ªtica se entienden las conversaciones pol¨ªticas.

-Milosevic est¨¢ dispuesto a ser "constructivo".

-Las conversaciones deben garantizar los intereses de toda la poblaci¨®n, todos los grupos y todas las confesiones religiosas de Kosovo.

-En caso de que se interrumpan los bombardeos, Milosevic est¨¢ dispuesto a asegurar "la reducci¨®n" de la presencia militar en Kosovo. -Milosevic est¨¢ dispuesto a "crear condiciones para el regreso de los refugiados", considerando a "todos los fugitivos pac¨ªficos que abandonaron el territorio de Kosovo como ciudadanos de Yugoslavia que pueden volver a sus hogares".

Schr?der agradeci¨® a Primakov los servicios prestados. Su mensaje estuvo de acuerdo con los c¨¢nones: Rusia tiene una posici¨®n diferente a la occidental, pero su contribuci¨®n es apreciada, aunque no vinculante. Antes de abandonar la canciller¨ªa y mientras esperaban las limusinas que les llevar¨ªan al aeropuerto, Iv¨¢nov conversaba con su colega Fischer. Y desde bastante lejos, en la penumbra, pod¨ªa o¨ªrse la voz de Iv¨¢nov, que exclamaba con iron¨ªa: "Mi amigo Solana, mi amigo Solana".

En Belgrado, la presencia de Primakov supuso para los habitantes de la capital yugoslava al menos una pausa en los bombardeos. Desde la ma?ana y durante las m¨¢s de seis horas de estancia de la delegaci¨®n rusa en Belgrado no se produjo ninguna alarma a¨¦rea.Tan s¨®lo una hora despu¨¦s de la salida de los rusos para Bonn, volvi¨® a sonar la alarma, que advert¨ªa del peligro de nuevos bombardeos.

Palmada en el hombro

Milosevic recibi¨® a Primakov en la sala habitual de su residencia oficial, filmada un sinf¨ªn de veces en todas sus entrevistas. Con su gesto envarado habitual, s¨®lo se permiti¨® una palmada en el hombro de Primakov y un escueto apret¨®n de manos al resto de los miembros de la delegaci¨®n. Las im¨¢genes de la televisi¨®n serbia barr¨ªan de izquierda a derecha y viceversa la mesa para mostrar a los all¨ª reunidos. Por parte yugoslava asistieron a la entrevista, adem¨¢s de Milosevic, su ministro de Asuntos Exteriores, Zivorad Jovanovic, el de Defensa, Pavle Bulatovic, y el presidente de Serbia, Milan Milutinovic. La televisi¨®n oficial se limit¨®, como de costumbre, a mostrar las im¨¢genes de la entrevista con Primakov y leer un texto que resum¨ªa las palabras de Milosevic. Seg¨²n ¨¦ste, "los pueblos de Yugoslavia resisten de forma decidida a la agresi¨®n criminal de la Alianza Atl¨¢ntica. Nuestro heroico pueblo demuestra que no se nos puede doblegar por la fuerza". El dirigente serbio se mantiene firme en su posici¨®n repetida todos estos d¨ªas: "Estamos dispuestos a defender nuestro pa¨ªs hasta el fin. No es la primera vez que Yugoslavia tiene que defender su libertad, su derecho a la soberan¨ªa, a la integridad territorial y a la dignidad nacional. Estamos convencidos y decididos a pasar el examen tambi¨¦n esta vez".