Espa?a pone en hora la clasificaci¨®n
La selecci¨®n mantiene alto el list¨®n tras marcar seis goles a San Marino con un buen f¨²tbol, a pesar del p¨¦simo c¨¦sped
Dado que no se especulaba con el signo del partido, la selecci¨®n espa?ola aprovech¨® el tr¨¢mite para insistir en su nueva declaraci¨®n de principios. Como dice Camacho, a este grupo de jugadores le gusta mandar y jugar. As¨ª que mand¨® y trat¨® de hacerlo bien. Insisti¨® en el f¨²tbol de toque como lenguaje com¨²n y evit¨® la tentaci¨®n de abordar la goleada a cualquier precio. En ese sentido hizo un partido c¨®modo e inteligente, cuyo resultado le permite recuperar el liderato del grupo. A la vista de la desproporci¨®n de medios sobre el terreno de juego, ver a los espa?oles desbocarse en la recaudaci¨®n de goles habr¨ªa resultado poco est¨¦tico. Guiado por Guardiola, el equipo tuvo medida. La justa. En unos meses, la situaci¨®n ha dado un vuelco: Espa?a, ahora, cuida su estilo.San Marino desert¨® del juego por incapacidad manifiesta. Aprovech¨® el mal estado del terreno de juego para atrincherarse convenientemente en defensa de su portero (un p¨¦simo portero, por cierto) y plantear al menos una dificultad geogr¨¢fica a la selecci¨®n espa?ola: la superpoblaci¨®n de jugadores en el medio campo de San Marino era un hecho y la dificultad para hacer rodar el bal¨®n con precisi¨®n tambi¨¦n.
SAN MARINO 0
ESPA?A 6San Marino: F. Gasperoni; Gennari, Marani (Della Vella, m. 55), V. Valentini, Zonzini; M. Valentini, Gobbi, Manzaroli, B. Gasperoni (Mucioli, m 75); Selva y Montagna (Gualtieri, m. 59). Espa?a: Ca?izares; Salgado, Marcelino, Paco, Sergi; Etxeberria, Guardiola (Engonga, m.68), Valer¨®n (Helguera, m. 78), Fran; Urzaiz (Dani, m.61) y Ra¨²l. Goles: 0-1. M.20. Jugada de Fran con Ra¨²l, quien remata, pero despeja el portero Gasperoni en una gran intervenci¨®n. Etxeberria devuelve el bal¨®n a Fran, que marca de un tiro flojo que bota antes de entrar. 0-2. M. 45. Gran tiro de Urzaiz desde fuera del ¨¢rea, que rechaza Gasperoni en una gran parada, pero cabecea Ra¨²l, que llega a la carrea, por alto. 0-3. M. 49. Saque de esquina de Guardiola y remate de cabeza de Urzaiz que entra por la escuadra derecha tras golpear en el larguero. El bal¨®n bot¨® dentro de la meta. 0-4. M. 54. Nuevo c¨®rner, esta vez desde la derecha, que Gasperoni no logra detener. El bal¨®n le pasa entonces por debajo del cuerpo, bota y Ra¨²l logra cabecear a la red. 0-5. M. 66. Ra¨²l dispara tras un caracoleo ante dos rivales en la esquina derecha del ¨¢rea grande. Su tiro, tras pegar en el defensa V. Valentini, entra junto al poste izquierdo. 0-6. M.73. Centro desde la izquierda que cabecea Etxeberria, completamente solo. ?rbitro: Goran Maric (Croacia). Amonest¨® a V. Vale ntini, Valer¨®n y Sergi. El barcelonista no podr¨¢ jugar el pr¨®ximo partido contra San Marino en Vila Real, el 5 de junio pr¨®ximo. Pobr¨ªsima entrada en el estadio Ol¨ªmpico Serravalle, menos de 1.000 personas. Partido de la fase previa de la Eurocopa. Noche algo fr¨ªa, pero sin lluvia. Terreno de juego en p¨¦simas condiciones, con calvas en muchos lugares y especialmente delante de las dos porter¨ªas.
En esas condiciones, Espa?a resisti¨® la tentaci¨®n de resolver el asunto por la v¨ªa directa. No recurri¨® al bal¨®n largo, ni trat¨® de forzar jugadas a bal¨®n parado que permitieran acciones de remate. Espa?a mantuvo la l¨ªnea argumental del encuentro ante Austria, donde parece haber encontrado claramente una referencia. Y esa nueva pol¨ªtica tiene un indudable portavoz, que es Guardiola, quien tom¨® posiciones en el centro del campo y tuvo mucho cuidado en que el equipo se mantuviera firme en sus convicciones a pesar de las incomodidades. Hizo mover la pelota de lado a lado y, sobre todo, ayud¨® a mantener la calma. Guardiola hizo lo m¨¢s sensato para que el partido tuviera alg¨²n valor, como fue regular el tempo, marcar el paso. Transcurri¨® un cuarto de hora hasta que se produjo el primer remate a puerta. Cinco minutos despu¨¦s lleg¨® el primer tanto. El tiempo se hizo largo porque la diferencia de calidad invitaba a cortar por lo sano. Pero no hubo problema: ah¨ª estaba Guardiola para evitar que el equipo se descompusiera.
Premio a ese trabajo fue la elegante cadencia de los goles y la manera pausada en la que el partido se fue clareando. L¨®gicamente, la actitud defensiva de los jugadores de San Marino fue perdiendo cohesi¨®n, al tiempo que sus reservas f¨ªsicas menguaban. El juego se fue abriendo, los espacios se fueron ensanchando y la circulaci¨®n de bal¨®n fue adquiriendo mayor fluidez. Mediada la segunda parte, llegar al ¨¢rea y propiciar ocasiones de gol ya no representaban tan serio problema. Para entonces, adem¨¢s, cada jugador era m¨¢s consciente del puesto que ocupaba, se encontraba m¨¢s c¨®modo y hasta pod¨ªa disfrutar con el juego. As¨ª lleg¨®, por ejemplo, el sexto gol, en una jugada impecable de Ra¨²l que acab¨® con un remate en plancha de Etxebarr¨ªa en el segundo palo. Espa?a mandaba y jugaba, que parece ser de lo que se trata. Lo de menos era el tama?o de la goleada. Hizo bien Espa?a en no especular con los goles. Es la gran novedad del momento: esta selecci¨®n tiene principios. Y quiere mantenerlos.
A la selecci¨®n le ha salido un balance perfecto en cuatro d¨ªas. Lleg¨® al partido de Austria con algunas cuentas pendientes (por resultados y por definici¨®n de estilo) y sale con una salud de hierro.Un equipo tanto tiempo contestado vive ahora un idilio con la gente. Ahora todo parece dispuesto para aprovechar un viento extremadamente favorable: funciona el equipo, hay resultados, la qu¨ªmica es perfecta.
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