El corredor verde

Este a?o ser¨¢ sin duda, uno de esos a?os que acontecen en Sevilla cada cierto tiempo, donde la luz, la alegr¨ªa y el color ser¨¢n las etiquetas de denominaci¨®n de origen de una cultura universal abierta al mundo. Sevilla abrir¨¢ esa ventana m¨¢gica que impregnar¨¢ al mundo de su alegr¨ªa, su belleza y color. Sevilla volver¨¢ a ser el escenario universal al que millones de personas desear¨¢n poder trasladarse durante unos d¨ªas. Otros lamentar¨¢n con amargura no poder venir y otros envidiar¨¢n a todos cuantos nos visitan. Entre los acontecimientos cabe destacar la carrera de fondo que disputar¨¢ el corredor verde que a pesar de haber ca¨ªdo en el camino varias veces, por codazos, zancadillas y empujones, no ha cesado en su intento y con envidiable esp¨ªritu deportivo se dirige a la meta apurando los ¨²ltimos metros, realizando el esfuerzo final del consenso. Debemos salir todos a la calle sin excepci¨®n, a su encuentro para jalearle, animarle, gritarle, empujarle, llevarle en volandas si hace falta hasta la meta. Tenemos que verle en el podio y justamente en ese instante de gloria que rodea al ganador, cuando todas las c¨¢maras de televisi¨®n tengan la imagen de su rostro y varios miles de millones de habitantes de todo el mundo est¨¦n presenciando este espect¨¢culo, tenemos que saber transmitir una imagen, una tan solo, que sea el resumen de un par de miles de a?os de historia y cultura, que deje boquiabiertos a todos los telespectadores del mundo. Una imagen que se repetir¨¢ en todos los peri¨®dicos del mundo, una imagen que pasar¨¢ a la posteridad. Una imagen de futuro, de esperanza que explique donde estamos y hacia donde vamos. Una imagen de color, llena de luz, de esa luz tan especial que hace ver los colores con todo su brillo e intensidad. El contenido del mensaje, el respeto por el medio ambiente. Ha pasado casi un a?o desde el pasado 25 de abril de 1998 en el que se produjo la cat¨¢strofe de Aznalc¨®llar, Huelva, Espa?a, Europa. La rotura de una presa en las Minas de Aznalc¨®llar que almacenaba millones de litros de agua con una carga importante de metales pesados. El 3 de mayo de 1998 excavadoras y camiones comenzaron la tarea de recogida y traslado de lodos a una antigua mina. Esta cat¨¢strofe ha sido de tal envergadura que ocup¨® muchas p¨¢ginas de peri¨®dicos de todo el mundo. Dicen que la magnitud de las cat¨¢strofes se mide por el n¨²mero de muertos en primer lugar y despu¨¦s por la cuant¨ªa de da?os materiales. La falta de costumbre de soportar este tipo de cat¨¢strofes, afortunadamente, nos ha permitido mirar los acontecimientos como si estuvieran ocurriendo muy lejos de nuestra casa, como si no fuera con nosotros. La fatalidad ha querido que a los pocos d¨ªas se produjera una cat¨¢strofe de gran magnitud en Italia que tuvo como consecuencias la muerte de cerca de una treintena de personas y que borr¨® el protagonismo informativo internacional de nuestra cat¨¢strofe. La reciente reuni¨®n de cient¨ªficos que tuvo lugar en Sevilla, pasar¨¢ a la historia por haber sido una reuni¨®n "muda". Todas las expectativas creadas apuntaban a que se proclamara la magnitud cient¨ªfica de la cat¨¢strofe y a dar una explicaci¨®n al ciudadano en un lenguaje directo, sencillo y claro para que la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n pudiera tener informaci¨®n de primera mano y tener as¨ª opini¨®n. El tratamiento de la informaci¨®n referente a los resultados de la reuni¨®n ha sido alarmante, no ha habido ni mucho menos r¨ªos de tinta, ni tan si quiera unas cuantas im¨¢genes de los cient¨ªficos, en botas de agua reci¨¦n estrenadas en el lugar de los hechos. Es importante que el ciudadano est¨¦ informado ya que esto contribuye a desarrollar una conciencia ambiental que supla en parte nuestra falta de educaci¨®n ambiental. Nuestros hijos no van a tener este problema, ya que la educaci¨®n escolar se cuida de desarrollar esta educaci¨®n ambiental. Lo que puede ocurrir es que tengan una buena educaci¨®n ambiental y vivan en un medio degradado. No hay que olvidar que la degradaci¨®n provoca la desertificaci¨®n y ¨¦sta, la desertizaci¨®n. Recientemente, la televisi¨®n nos ha metido en casa un vertedero de 40.000 kilos de pilas y se hac¨ªa especial menci¨®n al poder contaminante del mercurio, que se estima que una peque?a pila de mercurio tiene capacidad de contaminar 600.000 litros de agua. Estas cifras permiten hacer comparaciones y reflexionar que en una balsa que hay millones de litros de agua contaminada puede provocar una cat¨¢strofe. Hay que dejar constancia que la relaci¨®n causa efecto no es gratuita y tiene siempre un agente causante, responsable directo. Igualmente hay que dejar constancia que hay una sola autoridad ambiental con soberan¨ªa territorial a la que deben someterse todas las iniciativas y propuestas. Un solo equipo de competici¨®n. Huelva es una provincia que est¨¢ sufriendo la explotaci¨®n minera desde tiempos de los romanos, hace m¨¢s de 2.000 a?os. Hasta la fecha todos han ido a sacar y a llevarse, destrozando el paisaje. Cuando nos acercamos a Huelva por carretera desde Sevilla, lo primero que nos sorprende es el mal olor que emite una gran f¨¢brica papelera ubicada a la izquierda de la carretera. En los alrededores del Polo Industrial de Huelva se puede ver un paisaje dantesco, propio de zonas en estado de desertificaci¨®n como consecuencia de una degradaci¨®n brutal del medio. En R¨ªo Tinto el paisaje es lunar. En una comunidad en la que los ingresos por turismo son tan importantes en la actualidad y que pueden llegar a ser la primera fuente de ingresos en un futuro pr¨®ximo, no puede haber cementerios de naturaleza. El paisaje es un recurso econ¨®mico y si es necesario habr¨¢ que declarar el paisaje como recurso estrat¨¦gico. Hay que tener muy presente la relaci¨®n del turismo y el paisaje. El 51% de los turistas que visitan Andaluc¨ªa valoran en primer lugar el paisaje y en segundo lugar los parques naturales. En pa¨ªses como Israel el agua adquiere un valor de tal magnitud que se considera al agua como un recurso estrat¨¦gico. En Suiza que es un pa¨ªs de alta calidad ambiental, el estado subvenciona la producci¨®n de leche, para que los ganaderos sigan haciendo pastar a sus vacas y poder mantener as¨ª un paisaje caracter¨ªstico, de pastos, para controlar la erosi¨®n. Llega hasta tal punto su conciencia ambiental y su respeto por el paisaje que mientras en el territorio de Uni¨®n Europea pueden circular camiones de hasta 40 toneladas de peso, por las carreteras, en Suiza no permiten circular veh¨ªculos de m¨¢s de 28 toneladas. Suiza que previsiblemente entrar¨¢ alg¨²n d¨ªa en la UE ha previsto la construcci¨®n de un t¨²nel de 82 kil¨®metros de longitud para poder transportar en ferrocarril los veh¨ªculos de m¨¢s de 28 toneladas que cruzar¨¢n el pa¨ªs, sin causar impacto al paisaje. La salud de los ciudadanos andaluces y el 1,7 billones de pesetas que generan 18 millones de turistas, son razones m¨¢s que suficientes, para que no se vuelva a repetir este terrible accidente y para que se tomen todas las medidas legales para que no queden impugnes los que producen da?os de esta envergadura.