La Guardia Civil afirma que el agente que mat¨® a una joven en Sevilla no debi¨® usar su arma

Las diligencias de la propia Guardia Civil sobre el disparo que efectu¨® el brigada Pedro Jim¨¦nez contra el Renault 9 que se hab¨ªa saltado un control de alcoholemia el s¨¢bado por la noche en Sevilla y mat¨® a la joven Miriam G¨®mez reflejan que el conductor del veh¨ªculo hizo "maniobras temerarias" que pusieron en peligro "la integridad f¨ªsica de los agentes". Pero cuestiona que ¨¦stas sean "razones fundadas" para usar su pistola, ya que la reglamentaci¨®n del instituto armado subraya que la simple huida no habilita para tomar una medida lesiva contra el perseguido.

Fuentes de la Direcci¨®n General de la Guardia Civil precisaron que todo apunta a que el brigada incumpli¨® el art¨ªculo quinto de la Ley Org¨¢nica de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, informa Europa Press. Este art¨ªculo dice que los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado s¨®lamente deber¨¢n utilizar las armas en situaciones en las que exista un riesgo racionalmente grave para su vida, su integridad f¨ªsica o la de terceras personas, o en aquellas circunstancias en que puedan suponer un grave riesgo para la seguridad de los ciudadanos. Las mismas fuentes a?adieron que seg¨²n la investigaci¨®n interna abierta, estas circunstancias no se daban en esta ocasi¨®n.El comandante Ram¨®n Rueda Rat¨®n, jefe de la Agrupaci¨®n de Tr¨¢fico de Sevilla, relat¨® ayer su versi¨®n de los hechos que terminaron con Miriam G¨®mez, de 21 a?os, muerta sobre los hombros de su novio, Beltr¨¢n S¨¢nchez, de 20 a?os, que conduc¨ªa sin carn¨¦ ni seguro. Su declaraci¨®n, contrastada con el testimonio del joven y de los vecinos del bloque bajo el que se produjo el disparo, permite reconstruir lo sucedido.

Beltr¨¢n S¨¢nchez acababa de salir de Dos Hermanas a la vieja carretera N-IV y se salt¨® el control de alcoholemia ubicado en el vivero Jard¨ªn del Roc¨ªo, en el kil¨®metro 553, direcci¨®n Sevilla. El brigada y un agente iniciaron la persecuci¨®n en un Peugeot 309, con luces y sirenas conectadas. Despu¨¦s de tres kil¨®metros de carrera, la Guardia Civil alcanz¨® al R-9. "Intentaron adelantar al turismo, para detenerlo colocando el patrulla delante, pero el conductor lo impidi¨® en varias ocasiones dando bandazos de izquierda a derecha", asegura Rueda.

Apenas un kil¨®metro despu¨¦s -tras la v¨ªa de incorporaci¨®n a la N-IV desde la zona de Isla Menor-, el joven se dej¨® los neum¨¢ticos en el asfalto al intentar entrar en Nueva Bellavista por la calle Cibeles, perpendicular a la carretera. Se pas¨® y, tras rozar una barrera quitamiedos, se col¨® en una v¨ªa de servicio, de unos 40 metros de longitud, mientras el patrullero tambi¨¦n se pasaba de frenada, pero por la carretera principal y le cerraba la salida.

Beltr¨¢n peg¨® un nuevo frenazo -ayer segu¨ªan las huellas en el asfalto- y dio marcha atr¨¢s, mientras la Guardia Civil hac¨ªa lo propio. "El coche se subi¨® sobre el bordillo de una peque?a glorieta y dio contra una farola, antes de seguir la huida por el interior de Bellavista", precis¨® Rueda. Es entonces cuando se produce el disparo y cuando las versiones difieren

El joven sostuvo en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 6 de Sevilla que oy¨® la detonaci¨®n cuando acababa de chocar, el veh¨ªculo estaba parado y la Guardia Civil a 10 metros de distancia. Y a?ade que en ese momento Miriam se volc¨® sobre su hombro, aunque pens¨® que se hab¨ªa desmayado.

El comandante Rueda matiza que el coche pudo detenerse "pero s¨®lo un instante, cuando choc¨® marcha atr¨¢s y retom¨® la huida marcha adelante". Y precisa que el brigada dispar¨® sin bajarse del patrullero, cuando ¨¦ste estaba casi a la altura del Renault 9. Los vecinos precisan que, "a las cuatro o las cinco de la madrugada", se escucharon un frenazo, un golpe y el disparo. Rueda explica que, despu¨¦s de las maniobras evasivas, "parec¨ªa que ocurr¨ªa algo grave" y que el brigada "sac¨® el arma para intimidar".