La controvertida historia de Babel
El fil¨®sofo Eugenio Tr¨ªas tom¨® la palabra en la asamblea constituyente del Foro Babel, hace de eso dos a?os y cuatro meses, para decir que hab¨ªa pasado ya el tiempo de seguir considerando un tab¨² la discusi¨®n p¨²blica de la situaci¨®n de los idiomas catal¨¢n y castellano en Catalu?a y de la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica aplicada por los gobiernos de la Generalitat. Manifest¨® que, por el contrario, era la hora de someter estas cuestiones a debate p¨²blico, y que ¨¦se deb¨ªa ser el objetivo del Foro. Dos a?os despu¨¦s, el ¨¦xito en este sentido de la empresa es notorio. El tab¨² se rompi¨®, el debate se abri¨® y el Foro Babel fue uno de sus polos. De c¨®mo se gest¨® y c¨®mo se ha producido esta discusi¨®n pol¨ªtica durante los dos ¨²ltimos a?os da cuenta Antonio Santamar¨ªa en el libro Foro Babel. El nacionalismo y las lenguas de Catalu?a,publicado por Ediciones ?ltera. La obra consta de un estudio preliminar del autor sobre la evoluci¨®n del catalanismo que ocupa unas 100 p¨¢ginas, de los dos manifiestos p¨²blicos lanzados por esta plataforma y de una extensa selecci¨®n de art¨ªculos de sus miembros bajo el ep¨ªgrafe El Foro en acci¨®n y otros publicados por autores que coinciden con sus tesis. Entre estos ¨²ltimos figuran autores tan destacados como dos padres de la Constituci¨®n, Gregorio Peces-Barba y Jordi Sol¨¦ Tura. El debate provocado por el Foro Babel no se ha limitado, sin embargo, a la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica, sino que, como era inevitable y deseado por sus promotores, se ha convertido en un debate sobre el nacionalismo catal¨¢n, sus caracter¨ªsticas, su evoluci¨®n y las pol¨ªticas que ha aplicado desde que gobierna. Prendi¨® con facilidad por la existencia previa de n¨²cleos de opini¨®n discrepantes con el consenso de los partidos catalanes en materia ling¨¹¨ªstica, que perdur¨® hasta que a principios de 1997 el Gobierno de Jordi Pujol decidi¨® sustituir la Ley de Normalizaci¨®n Ling¨¹¨ªstica de 1983 por otra destinada a ampliar el uso social del catal¨¢n. Santamar¨ªa sostiene en su obra que el catalanismo ha pasado de defender el biling¨¹ismo desde los a?os de la Segunda Rep¨²blica a trabajar desde el Gobierno de Pujol para promover un monoling¨¹ismo catal¨¢n en la escuela y la vida social que, de imponerse, relegar¨ªa al castellano al ¨¢mbito de las relaciones privadas. El cambio de criterio se produjo, explica, cuando en 1986, el II Congreso Internacional de la Lengua Catalana fij¨® el objetivo de convertir a la lengua propia en lengua exclusiva y ¨²nica oficial del territorio. Este cambio, los problemas suscitados por la aplicaci¨®n de la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica en catal¨¢n en las escuelas p¨²blicas, la deriva del nacionalismo hacia el independentismo y lo que Santamar¨ªa define como el etnonacionalismo de Esquerra Republicana (ERC) est¨¢n en el origen de la inquietud social y pol¨ªtica a la que el Foro Babel ha dado expresi¨®n. En la s¨ªntesis que la obra ofrece, los or¨ªgenes de la pol¨ªtica nacionalista sobre la lengua hay que buscarlos en posiciones adoptadas por el PSUC en 1977, en una ponencia presentada por Francesc Vallverd¨². En ella se afirmaba que la lengua catalana no es ¨²nicamente un medio de expresi¨®n, sino que a trav¨¦s de ella "se establece la identidad nacional, se expresa la pertenencia a una cultura diferenciada, se participa de unos sentimientos que concuerdan con los de otros". Y si el PSUC se distingui¨® en su momento por estas posiciones, que Rafael Rib¨® ha continuado defendiendo desde Iniciativa per Catalunya, y que le han alineado en estas cuestiones con los nacionalistas, el debate de la Ley de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica durante 1997 demuestra, seg¨²n Santamar¨ªa, que los dirigentes del PSC "claudican" una y otra vez ante los nacionalistas. "En contra de la opini¨®n mayoritaria de sus bases, ceden ante Pujol por el miedo cerval que les produce volver a ser expulsados de la naci¨®n", dice, como les ocurri¨® cuando estall¨® el caso Banca Catalana. El Foro Babel se convirti¨® en blanco de los ataques de los nacionalistas por atacar el dogma que identifica lengua con naci¨®n. Defendi¨® el biling¨¹ismo de la sociedad catalana en su primer manifiesto, firmado por 350 intelectuales, en el que adem¨¢s se atrevi¨® a mantener que el idioma catal¨¢n hab¨ªa entrado ya en una fase de normalidad. Y en un segundo manifiesto, dado a conocer en junio de 1998, propugn¨® la necesidad de superar la etapa de hegemon¨ªa nacionalista para estructurar el pa¨ªs sobre los principios de ciudadan¨ªa, pluralismo, biling¨¹ismo y federalismo. Ambos manifiestos provocaron rotundas descalificaciones de anticatalanismo procedentes de sectores nacionalistas. Hasta el extremo que Francesc de Carreras, uno de sus principales impulsores, replic¨® que los miembros del Foro "no son lerrouxistas, fascistas, anticatalanes, pijos, vidalquadristas, borrellistas ni maragallianos", tal como han pretendido etiquetarles los nacionalistas. Y que "ni su objetivo es la defensa de los castellanohablantes ni creen que el castellano est¨¦ en peligro en Catalu?a". Uno de los mayores esfuerzos de los nacionalistas se ha destinado a identificar al Foro Babel con Aleix Vidal-Quadras, el dirigente del Partido Popular (PP), que combate tambi¨¦n la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica de los nacionalistas y los presupuestos ideol¨®gicos en que se basa. Vidal-Quadras constituy¨® con otros grupos la coordinadora Convivencia C¨ªvica Catalana (CCC), en la que participan algunos miembros del Foro Babel, como el socialista Julio Villacorta. Esto provoc¨® una crisis con uno de los grupos fundadores del Foro, el de la revista Mientras Tanto, encabezado por el fil¨®sofo Francisco Fern¨¢ndez Buey. La negativa de los restantes miembros del Foro a rechazar esta doble afiliaci¨®n provoc¨® la salida del grupo de Mientras Tanto. A la ruptura contribuy¨® decisivamente el hecho de que este grupo era el ¨²nico del Foro que defend¨ªa el derecho de autodeterminaci¨®n como f¨®rmula para afrontar el problema nacional de Espa?a.
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