Grimshaw y Vitale buscan el equilibrio y la memoria para la ciudad

El arquitecto brit¨¢nico Nicholas Grimshaw rompi¨® ayer en Madrid la etiqueta de la alta tecnolog¨ªa para comentar unos proyectos que respetan el proceso urbano, mientras el italiano Daniele Vitale situaba sus obras en un contexto de memoria y continuidad hist¨®rica. Los dos profesionales intervinieron en la ¨²ltima jornada del encuentro La ciudad hoy, junto con el austriaco Wolf D. Prix, de la Coop Himmelblau, y el espa?ol Ricardo Bofill.

La sesi¨®n de ayer de los di¨¢logos sobre arquitectura contempor¨¢nea, organizados por la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, encontr¨® en Nicholas Grimshaw a un defensor de buscar el equilibrio en las intervenciones urbanas. Con las im¨¢genes iniciales de la estaci¨®n de Waterloo, de Londres, ejemplo de la corriente de alta tecnolog¨ªa (hight-tech) pero convertida por su autor en "un edificio urbano con un espacio limpio y agradable"."Vivo en la ciudad, en el centro, y voy andando al trabajo", contest¨® Grimshaw a una pregunta del p¨²blico sobre la ausencia del "ser humano" en los proyectos. El dise?o de precisi¨®n se une a la vida de la calle en el edificio de la bolsa de Berl¨ªn, cuya estructura recuerda a un armadillo, "un bicho amistoso". Tambi¨¦n tiene especial atenci¨®n y cuidado la intervenci¨®n en tres balnearios de Bath, una ciudad que recibe por primera vez la arquitectura actual. La relaci¨®n con la calle atraviesa el proyecto del edificio de Caixa Galicia en A Coru?a.

La columna, la plaza y la vivienda centran varios proyectos de Daniele Vitale (1945), en una l¨ªnea de memoria y arquitectura de la ciudad de Rossi. "La ciudad es una realidad que est¨¢ m¨¢s all¨¢ del trabajo de los arquitectos". El lenguaje hist¨®rico recorre sus ideas para Sevilla (museo con las columnas romanas de la calle M¨¢rmoles y el Prado de San Sebasti¨¢n), Padua y Berl¨ªn.

Ricardo Bofill (1939) se define como un arquitecto internacional que trabaja en 20 pa¨ªses, "entre los cuales est¨¢ Espa?a". Es partidario de los equipos interdisciplinarios desde que cre¨® en 1963 el Taller de Arquitectura. "La arquitectura est¨¢ perdiendo terreno y, como ocurre con el cine, mandan los grupos americanos, que exportan m¨¢s cultura de masas que petr¨®leo". Tambi¨¦n se?ala que el arquitecto ha descubierto el star-system, una ¨¦lite que est¨¢ en todas partes. "Eisenman se equivoca y adem¨¢s no es buen arquitecto. Lo ¨²nico que interesa es el reconocimiento personal, la firma, en museos y obras p¨²blicas. Durante toda mi vida he defendido la ciudad europea y mediterr¨¢nea, como cultura y vida, como alternativa a la ciudad americana".

Bofill explic¨® ayer sus proyectos urbanos en Varsovia, Barcelona, Par¨ªs y Madrid. "Me gusta hacer ciudad, abrir la ciudad, y ayudar a provocar que ocurran cambios". Tiene adelantado el proyecto de ampliaci¨®n de la Castellana, de Madrid, que considera necesario para tener "capacidad de hacer ciudad", sin que se identifique con una posici¨®n ideol¨®gica de derechas, como dijo Peter Eisenman.

En las jornadas tambi¨¦n intervino el austriaco Wolf D. Prix (1942), fundador con Helmut Swiczinski de la Coop Himmelblau en 1968. Puso como ejemplo de urbanismo a la ciudad de La Habana, "en decadencia pero que funciona bien".