La OTAN advierte de que su misi¨®n no es garantizar la seguridad de los desplazados
El comandante en jefe de la Alianza se entrevista con el presidente de Macedonia
ENVIADA ESPECIALLos campos de deportados albanokosovares eran ayer un aut¨¦ntico mar de lodo. Centenares de refugiados aguantaban de forma estoica bajo una lluvia intensa el turno para recibir dos manzanas o una botella de leche. Pero a mediod¨ªa lleg¨® el sol. Y con ¨¦l, el comandante de las fuerzas de la OTAN en Europa, Wesley Clarke, quien se entrevist¨® con el presidente macedonio, Kiro Gligorov. Pero Clark dej¨® otro mensaje por boca de su portavoz: "Nunca ha sido responsabilidad de la OTAN la seguridad de los refugiados".
El general Clark aprovech¨® su entrevista con el presidente Gligoriov para dejar claro al l¨ªder yugoslavo, Slobodan Milosevic, que "los ataques contra Yugoslavia van a ir intensific¨¢ndose". "Si el presidente serbio no modifica su pol¨ªtica destruiremos todo lo que sea importante para ¨¦l", asegur¨®. Muchas fueron las lecturas pol¨ªticas y estrat¨¦gicas que en un principio se aventuraron de tal entrevista. Pero finalmente prevalecieron dos ideas. La primera despej¨® la gran inc¨®gnita sobre la que todo el mundo se cuestiona. El comandante de las fuerzas aliadas en Europa fue tajante y neg¨® en todo momento que hubiera estudiado con Gligorov la posibilidad de una incursi¨®n con tropas de tierra en Kosovo desde la vecina Macedonia. "Por ahora no se prev¨¦ la entrada en acci¨®n de tropas terrestres, pero s¨ª existen planes para reforzar los ataques a¨¦reos". La otra afirmaci¨®n no fue de menor calado. "Nunca ha sido responsabilidad de la OTAN la seguridad de los refugiados", asegur¨® su portavoz, el coronel alem¨¢n Freytag.
Una vez zanjadas las preguntas que dar¨¢n un giro trascendental a la guerra que desde hace casi un mes est¨¢ sembrando de bombas y refugiados el coraz¨®n de Europa, el portavoz de Clarke dio paso al juego de la diplomacia y manifest¨® que el comandante de las fuerzas atl¨¢nticas aprovech¨® la ocasi¨®n para agradecer al presidente Gligorov "la hospitalidad que el pueblo macedonio estaba brindando a las tropas aliadas". Esto ¨²ltimo resultaba cuanto menos sorprendente cuando hac¨ªa tan s¨®lo dos d¨ªas que un soldado de la OTAN hab¨ªa resultado herido en un tiroteo en un oscuro incidente a¨²n por aclarar.
Pero la Alianza tendr¨¢ que definir el verdadero papel que va a representar ante la cat¨¢strofe humana que se vive en Macedonia. Tanto el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) como todas las ONG que operan estos d¨ªas en los campos de deportados est¨¢n demandando de la OTAN una presencia m¨¢s activa que se hace dif¨ªcil de concretar. Se les reclama como gendarmes, organizadores o pacificadores. Pero hasta el momento, los soldados de las tropas aliadas se han limitado a actuar como fuerzas de paz y han levantado, de forma casi milagrosa, casi todos los campamentos en los que actualmente sobrellevan su destierro los miles de albanokosovares expulsados sin contemplaciones y de forma brutal de sus hogares por las fuerzas de seguridad del r¨¦gimen de Belgrado.
A¨²n as¨ª, su mera presencia en los campos hace que impere un precario orden que puede dar paso en cualquier momento a revueltas y estallidos por parte de quienes, atrapados desde hace semanas, ven el final de su encierro tras una fr¨¢gil alambrada. As¨ª al menos lo expres¨® ayer un miembro de la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE), mientras contemplaba con rutina c¨®mo se acercaban nuevos autobuses atestados de refugiados al campo de Stankovic II.
Largas esperas
Pero fueron muy pocos los afortunados que ayer tuvieron ¨¦xito y lograron alcanzar territorio macedonio. Miles de personas exhaustas tras horas, e incluso d¨ªas, de viaje esperaban cruzar a Macedonia por el paso fronterizo de Blace. Poco m¨¢s de medio millar lo consiguieron. Dentro de la pol¨ªtica de propaganda y enga?o que desarrolla Milosevic con respecto a Kosovo, las autoridades macedonias quisieron dar ayer un tinte de normalidad a la frontera y s¨®lo permitieron cruzar a aqu¨¦llos que portaban pasaportes. De tal manera que m¨¢s de 2.000 personas tuvieron que dar marchar atr¨¢s para adentrarse de nuevo en Kosovo. Cifra rid¨ªcula si se atiende a las declaraciones efectuadas ayer por la representante de ACNUR, Paula Ghedini, que asegur¨® que podr¨ªan llegar a ser 20.000 quienes estuvieran vagando por las monta?as sin rumbo. El Gobierno macedonio ha expresado su oposici¨®n a la construcci¨®n de m¨¢s campos de refugiados, y en Skopje m¨¢s de 4.000 personas se manifestaron ayer contra la permanencia y la llegada al pa¨ªs de nuevas oleadas de albanokosovares.
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