La reducci¨®n de gases da?inos para el ozono corre el riesgo de estancarse
Aumentan las emisiones de un compuesto utilizado en extintores
La ca¨ªda de la concentraci¨®n en la atm¨®sfera de gases destructores de la capa de ozono que se est¨¢ logrando puede sufrir un serio rev¨¦s en el pr¨®ximo milenio. As¨ª lo advierten cient¨ªficos de EEUU que han analizado los diferentes gases destructores del ozono en la atm¨®sfera, y han constatado que ha ca¨ªdo notablemente la presencia de uno, el tricloroetano, mientras aumenta la de otro igualmente da?ino.
La reducci¨®n constatada de la concentraci¨®n en la atm¨®sfera de halocarbonos es muy esperanzadora, pero la mayor parte de esa disminuci¨®n se debe a la eliminaci¨®n del tricloroetano, un compuesto antes muy utilizado como disolvente en procesos de limpieza. Sin embargo, los niveles de otros halocarbonos permanecen constantes o incluso han aumentado. Dentro de unos a?os, cuando el tricloroetano est¨¦ pr¨¢cticamente eliminado, la tendencia al aumento de otros compuestos echar¨¢ un jarro de agua fr¨ªa sobre la tasa global de reducci¨®n de halocarbonos en la atm¨®sfera. Stephen A. Montzka, investigador de la NOAA (Administraci¨®n Nacional para la Atm¨®sfera y el Oc¨¦ano), de EEUU, y sus colegas informan hoy en la revista Nature de que en 1997 la concentraci¨®n global de los halocarbonos en la atm¨®sfera se hab¨ªa reducido en un 3% respecto al m¨¢ximo registrado en 1993-94.
Protocolo de Montreal
Los halocarbonos (clorofluorocarbonos y halones) se usaron durante a?os en equipos de refrigeraci¨®n, como propelentes de aerosoles, en la industria pl¨¢stica, en la limpieza en seco y en los extintores de incendios. Dado que apenas reaccionan qu¨ªmicamente se consideraban seguros. Sin embargo, una vez en la atm¨®sfera, los halocarbonos tienden a permanecer y se desplazan hacia la estratosfera, donde catalizan reacciones con la capa de ozono, a unos 22 kil¨®metros de altura sobre nuestras cabezas, provocando su destrucci¨®n. Como el ozono absorbe la da?ina luz ultravioleta del Sol, la destrucci¨®n de esa pantalla protectora supone un peligro potencial para los organismos vivos. Esto condujo a la firma, en 1987, del Protocolo de Montreal, un acuerdo internacional de prohibici¨®n de estos compuestos. Montzka y sus colegas han estudiado separadamente la situaci¨®n para cada uno de esos compuestos. Uno de ellos es el hal¨®n-1211, muy utilizado a¨²n en equipos extintores de incendios. Como todos los halones, esta sustancia contiene cloro y fl¨²or, as¨ª como bromo, que es 50 veces m¨¢s efectivo que el cloro en las reacciones qu¨ªmicas que destruyen el ozono. El hal¨®n-1211 se usa cada vez m¨¢s en pa¨ªses como Corea y China y actualmente supone m¨¢s del 95% de la producci¨®n mundial de halones. Se cre¨ªa que el pico de emisi¨®n de hal¨®n-1211 se hab¨ªa producido en los a?os ochenta, pero todav¨ªa sigue aumentando y puede que lo haga m¨¢s a¨²n en el futuro. La situaci¨®n es preocupante y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente intenta adelantar al 2006 (cuatro a?os antes de lo previsto en el Protocolo de Montreal) la prohibici¨®n en China del hal¨®n-1211.
Los cient¨ªficos de la NOAA enfatizan la urgencia: si las emisiones de hal¨®n-1211 y otros halocarbonos (excepto del tricloroetano) contin¨²an al nivel de 1997, las concentraciones de halocarbonos dejar¨¢n de mermar hacia el 2010. Ellos manifiestan un cauteloso optimismo: la permanencia de los halocarbonos en la atm¨®sfera significa que la amenaza para la capa de ozono no desaparecer¨¢ de la noche a la ma?ana, pero los problemas han sido identificados y, en cierto modo, se est¨¢n afrontando.
? Nature News Service
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