La junta directiva del Celestino Mutis dimitir¨¢ en bloque de sus cargos cuando acabe el curso

Toda la junta directiva del instituto Celestino Mutis, en Villaverde Alto, abandonar¨¢ en bloque sus cargos el pr¨®ximo mes de junio, en cuanto finalice el presente curso lectivo. Un portavoz de la direcci¨®n del centro confirm¨® ayer esta decisi¨®n, desencadenada tras la reciente dimisi¨®n, por motivos de salud, del hasta ahora director del instituto, Luis Miguel Ruiz-Poveda. El Celestino Mutis se ha convertido durante todo el a?o en s¨ªmbolo de la conflictividad en la ense?anza p¨²blica madrile?a por culpa de una mala planificaci¨®n: el centro pas¨®, de una sola tacada, de 778 a 1.089 alumnos.

El ¨²nico instituto de Villaverde Alto ha vivido un curso algo m¨¢s que ajetreado. Ya en octubre, a los pocos d¨ªas de comenzar las clases, varios cientos de alumnos se concentraron frente a la junta municipal del distrito para alertar sobre los enfrentamientos en las aulas, donde eran frecuentes los encontronazos, las amenazas y los peque?os golpes. A principios del mes de diciembre, un informe interno dibujaba el siguiente panorama: "Al menos 135 alumnos han estado implicados en incidentes que afectaban a la convivencia. Las peleas y agresiones son muy frecuentes y en un caso se agredi¨® a un profesor. Adem¨¢s se han localizado tres navajas y un punz¨®n entre los estudiantes". Con el tiempo, el pulso interno de las instalaciones ha derivado en calma chicha. "La situaci¨®n se ha tranquilizado un poco, pero a¨²n sigue habiendo problemas con determinados alumnos muy conflictivos", murmuraba ayer un profesional del centro, informa . Con todo, las convulsiones del primer trimestre han terminado pasando factura. El director, que ya arrastraba problemas de salud de a?os anteriores, ha optado por dimitir y solicitar una baja temporal.

El resto de la junta directiva del instituto Celestino Mutis ha tomado provisionalmente el tim¨®n del centro, pero abandonar¨¢ los puestos de responsabilidad en cuanto concluyan las clases en junio. El adi¨®s afecta al jefe de estudios, el secretario y dos adjuntos.

As¨ª pues, los interrogantes sobre el futuro del ¨²nico instituto de Villaverde, masificado y con incontables problemas, se multiplicar¨¢n, inevitablemente, a partir del 30 de junio. Quien acceda a la direcci¨®n sabe que afronta uno de los cargos m¨¢s complicados de la ense?anza p¨²blica madrile?a; al menos, el puesto ha de soportar esa fama. En el centro son taxativos al respecto. "Aqu¨ª no va a querer ser director nadie", responden casi al un¨ªsono.

Directores a la fuerza

En consecuencia, parece muy probable que el pr¨®ximo curso deban ser las autoridades educativas las que decidan, desde arriba, qui¨¦n se coloca al frente de estas instalaciones de Villaverde Alto. Dicho de otro modo, el instituto tendr¨¢ que ser dirigido por alguien a quien no le agradar¨¢ asumir tal responsabilidad. Seg¨²n los c¨¢lculos m¨¢s actualizados que a este respecto manejan Comisiones Obreras y UGT, cerca del 58% de los directores de institutos madrile?os lo es por decisi¨®n ministerial, lo que implica un muy notable descenso en el componente "vocacional" de esta tarea.

"En determinadas zonas, los problemas en el interior de los centros desaniman a los profesores a la hora de presentar sus candidaturas a la direcci¨®n", alert¨® ayer el secretario de educaci¨®n de CC OO en Madrid, Jaime Cedr¨²n. Adem¨¢s, Cedr¨²n record¨® que las leyes educativas han endurecido las condiciones para el acceso al cargo: ahora ya no puede optar a la direcci¨®n cualquier docente del centro, sino que se requiere una "acreditaci¨®n" previa (haber realizado un cursillo espec¨ªfico para el puesto) y un informe favorable de los servicios de inspecci¨®n ministeriales. Hoy d¨ªa, el Celestino Mutis suma un total de 36 grupos, desde el primer curso de ense?anza secundaria obligatoria (ESO), con 12 a?os, hasta el COU, ya que a¨²n quedan aulas que se rigen por el modelo anterior a la LOGSE, el del a?o 1970. Sus trabajadores entienden que la normalidad no podr¨¢ volver al centro hasta que su capacidad se reduzca hasta, como m¨ªnimo, las 30 aulas.

De momento, el Ministerio de Educaci¨®n y Cultura ya ha aprobado la construcci¨®n del segundo instituto del barrio, en un solar situado a poco m¨¢s de 500 metros del Celestino Mutis. El papeleo burocr¨¢tico previo ya est¨¢ muy avanzado, pero a¨²n habr¨¢ que esperar no menos de un mes hasta que las obras echen a andar.

La comunidad educativa conf¨ªa en que al menos un ala del futuro edificio est¨¦ acabada en octubre, con vistas al arranque del curso 1999-2000, lo que podr¨ªa aliviar en parte el actual panorama de masificaci¨®n. Los representantes del ministerio han prometido hacer "todo lo posible" para que el nuevo edificio est¨¦ concluido a tiempo.