"Es como el Mardi Gras, la fiesta de Nueva Orleans, o el d¨ªa de San Patricio"
Val¨¦rie Miles (Nueva York, 1963) reside en Barcelona desde 1990. Pregunta. ?Cu¨¢l fue su impresi¨®n de esta sociedad en su primer contacto? Respuesta. En Europa en general me llam¨® la atenci¨®n la antig¨¹edad cercana. Y el clasismo de las sociedades. En Europa es muy importante la sangre, m¨¢s que el dinero. Bueno. Aqu¨ª he vivido en Madrid y en Bilbao, y me llam¨® la atenci¨®n que nunca recib¨ª en esos sitios una mala imagen de Catalu?a. En Catalu?a he observado cierta animadversi¨®n hacia afuera, quiz¨¢s porque vine en los noventa y, por los Juegos Ol¨ªmpicos y todo eso, hab¨ªa cierto nacionalismo a flor de piel. Ahora todo est¨¢ m¨¢s tranquilo. Comparando Catalu?a con el resto de la Pen¨ªnsula, se puede decir que tiene ciertas rarezas. Funciona. Los transportes llegan a su hora y las tiendas cumplen su horario. Los catalanes, adem¨¢s, llevan unas gafas diferentes a las de los madrile?os y los norteamericanos, que se preocupan menos al respecto. Otro dato sorprendente es que aqu¨ª mucha gente lleva mocasines. En Estados Unidos s¨®lo los muy pijos. Otra cosa es que aqu¨ª las mujeres son delgadas, pero no musculadas; en Estados Unidos o son gordas o son musculosas de gimnasio. Otra diferencia es que un emigrante en EE UU es una persona m¨¢s, mientras que en Espa?a eres un extranjero. A m¨ª nadie me permite olvidar ni un solo d¨ªa que soy norteamericana. Los taxistas siempre te preguntan cu¨¢ndo vas a volver a tu pa¨ªs. A nadie se le ocurre pensar que vivo aqu¨ª. P. ?Encuentra m¨¢s liberal la sociedad norteamericana que la de aqu¨ª? R. El origen de Estados Unidos son las emigraciones puritanas y las de personas que hu¨ªan de Europa. Hay, pues, un origen ultraconservador y un origen ultraliberal. Por lo general, en Europa ven s¨®lo uno de los dos arquetipos. En EE UU hay de todo, pero en general la sociedad es m¨¢s abierta. Un ejemplo: Sant Jordi. En 10 a?os he visto como se ha ido comercializando m¨¢s y m¨¢s. Yo no veo ninguna diferencia entre el d¨ªa de Sant Jordi y el de San Valent¨ªn en EE UU. Adem¨¢s veo algo machista en eso de que s¨®lo puedan regalar rosas los hombres. Lo explico y aqu¨ª nadie lo comprende. Se tiende a no mirarse con esp¨ªritu cr¨ªtico. Los norteamericanos son muy cr¨ªticos consigo mismos. Ejemplo de autocr¨ªtica: la prensa, que all¨ª se lo carga todo. Aqu¨ª, un d¨ªa fui a la presentaci¨®n de un libro a la que fue una de las infantas. A los periodistas no nos dejaron sacar la libreta para tomar notas. No me lo pude creer, ni como periodista, ni como norteamericana. Y otro ejemplo, aqu¨ª la polic¨ªa te pide el carnet sin que hayas hecho nada, algo inconcebible en EE UU. Y otro: el anuncio de Cola-Cao de Rivaldo. En Estados Unidos, el presidente de esa empresa ya estar¨ªa en la calle, por reaccionario y por racista. Y otro ejemplo: las cenas de matrimonios. Aqu¨ª, en Espa?a, en Catalu?a, tras la cena, las mujeres y los hombres se separan para hablar, algo que no puedo entender y que me ha costado que alguna se?ora se enojara. P. ?Encuentra matizable el arquetipo de que la sociedad norteamericana es m¨¢s nacionalista que las sociedades europeas? R. Aqu¨ª nadie se puede creer que en Estados Unidos el ingl¨¦s no sea lengua oficial. All¨ª una lengua oficial es algo fascista. En Espa?a, por ejemplo, hay una gran defensa de las identidades que yo interpreto como cierto temor de las sociedades. P. ?C¨®mo interpreta la Feria de Abril? R. ?A cu¨¢l se refiere, a la de Sant Jordi o a la del Bes¨°s? P. ?Se le ocurre alg¨²n paralelismo en su pa¨ªs? R. No s¨¦. El Mardi Gras, la fiesta de carnaval de Nueva Orleans, que cada vez se hace en m¨¢s sitios. O el d¨ªa de San Patricio, pero all¨ª lo celebra todo el mundo, no s¨®lo los irlandeses, o las fiestas con m¨²sica del oeste en la Costa Este, en las que todo el mundo va vestido de vaquero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.