Cinco heridos y dos puertas del Pr¨ªncipe

Buenos toreros y malos toros. ?sta podr¨ªa ser la moraleja de una feria en la que, en la mejor tradici¨®n de las frases hechas, se ha podido ver de todo. De la tragedia de los cinco heridos, el ¨²ltimo de ellos Domigo Valderrama, con pron¨®stico muy grave, a la gloria de las dos puertas del Pr¨ªncipe. El Juli queda en medio conjuntando en su cuerpo menudo de 17 a?os lo uno y lo otro: de su segundo toro de Jandilla se qued¨® con una herida menos grave en el muslo y las dos orejas a modo de pasaporte hacia el paseo de Col¨®n. Al cap¨ªtulo de los hechos dram¨¢ticos (quiz¨¢ simplemente pat¨¦ticos) acude el recurrente asunto de los toros no v¨¢lidos para la lidia. Entre rechazados y devueltos, la cifra llega a 111. De otro modo, 21 m¨¢s de los que llegaron al tercio de muerte.

Manuel Caballero fue el primero en estrenar la enfermer¨ªa. El d¨ªa 16, un toro de Victorino le corne¨® en el gl¨²teo. Al d¨ªa siguiente, el subalterno de Espartaco Juan Curr¨ªn qued¨® con una costilla fracturada, y una jornada m¨¢s tarde era el banderillero Alejandro Escobar el que resultaba herido en el muslo tras su encuentro con un toro de Joaqu¨ªn N¨²?ez. Junto al percance de El Juli, la primera y tercera cogidas fueron calificadas de menos graves.

Morante de la Puebla

Los triunfos no escasearon. A la Puerta del Pr¨ªncipe citada se sum¨® Morante de la Puebla, que as¨ª revalidaba con matr¨ªcula las altas calificaciones del a?o pasado, cuando tom¨® la alternativa. Dos orejas recibieron Curro Romero, Espartaco y Emilio Mu?oz de una tacada. Pep¨ªn Liria reparti¨® similar galard¨®n en dos de sus tres participaciones y tambi¨¦n obtuvo dos, de dos, Vicente Bejarano. Con un ap¨¦ndice destacaron, por orden: Rivera Ord¨®?ez, Jos¨¦ Tom¨¢s y Enrique Ponce. Todo esto en lo que al toreo de a pie se refiere. A lomos del caballo, el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza volvi¨® a poner a todos en fila y a su oreja del primer d¨ªa sum¨® la gran noticia: el rabo que no se ve¨ªa cortar en la Maestranza desde hace un cuarto de siglo. Por supuesto, tambi¨¦n hubo vueltas al ruedo. Bejarano, Pep¨ªn Liria y Curro sumaron a lo ya conseguido un paseo por el per¨ªmetro de la plaza. D¨¢vila Miura dio dos, y uno Juan Mora y Jos¨¦ Luis Moreno. Los toros corrieron peor fortuna. Ni el aplaudido toro de Cebada Gago que lidi¨® Javier V¨¢zquez ni el no menos vitoreado burel de Zalduendo desorejado por Emilio Mu?oz enternecieron el ¨¢nimo recio de la presidencia. N¨²mero de vueltas de los astados: cero, nada, ni una.

M¨¢s datos. La plaza de Sevilla se llen¨® nueve veces: desde el viernes de los victorinos al domingo de los miuras. Una excepci¨®n: el domingo 18. Ese d¨ªa se vendi¨® un poco m¨¢s de manzanilla: la Maestranza de los farolilos ense?¨® algo sus p¨¦treas tripas. Por ¨²ltimo, y volviendo al albero, se dieron ocho avisos. Jos¨¦ Tom¨¢s y Finito de C¨®rdoba se llevaron dos y Pep¨ªn Liria, Juan Mora, Rivera Ord¨®?ez y Enrique Ponce, uno cada uno.