Milosevic se mantiene mudo ante la oferta de Draskovic de aceptar una fuerza pacificadora
Acosado por las bombas de la Alianza Atl¨¢ntica, con la econom¨ªa en ruinas y diplom¨¢ticamente aislado, el Gobierno de Slobodan Milosevic pidi¨® veladamente ayer una tregua. Reiter¨® que aceptar¨ªa la presencia de una fuerza de paz de las Naciones Unidas en Kosovo y prometi¨® el retorno de los refugiados kosovares albaneses. Al menos eso era lo que se desprend¨ªa de las declaraciones del viceprimer ministro, Vuk Draskovic. El problema es que anoche nadie sab¨ªa a ciencia cierta si sus palabras reflejan fielmente el pensamiento del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, y de sus generales.
Sin embargo, el mensaje de Draskovic sonaba a una imploraci¨®n: que paren los bombardeos y que se abran las puertas para una soluci¨®n pol¨ªtica. Draskovic, cada d¨ªa m¨¢s cr¨ªtico con Milosevic, insisti¨® en una conferencia de prensa en que un compromiso yugoslavo para detener la guerra es urgente. Contrariamente a la ret¨®rica oficial de resistir hasta el ¨²ltimo cartucho, dijo que Belgrado debe considerar un compromiso que, puntualiz¨®, est¨¢ al alcance de la mano. Milosevic, que ayer acudi¨® a colocar una ofrenda floral ante el monumento al h¨¦roe desconocido, en Avala, una colina de Belgrado, no dio la menor se?al de que personalmente comparta el criterio de su viceprimer ministro. Pero tampoco desautoriz¨® a Draskovic, que dijo interpretar "el sentimiento del 99% de la poblaci¨®n".
Draskovic bien podr¨ªa estar actuando como un globo de ensayo para frenar la tenaz ofensiva aliada. Milosevic debe ahora medir la reacci¨®n de los partidos, y ¨¦sta era ayer, aparentemente, favorable al planteamiento de levantar las manos y pedir la intervenci¨®n de las Naciones Unidas. El prop¨®sito parece ser salvar la cara de Yugoslavia sin utilizar t¨¦rminos como capitulaci¨®n o rendici¨®n.
Draskovic, un ex opositor del Movimiento Serbio de Renovaci¨®n (SPO) que fue arrestado y golpeado por los polic¨ªas de Milosevic antes de su incorporaci¨®n en el Gobierno el a?o pasado, fue categ¨®rico. Dijo que las tropas yugoslavas "deben" retirarse de Kosovo. Eso para dejar paso a los cascos azules. Dijo tambi¨¦n que Belgrado est¨¢ dispuesto a permitir "investigaciones sobre posibles cr¨ªmenes de guerra".
El s¨²bito cambio de tono del exponente del Gobierno de Belgrado planteaba anoche dos an¨¢lisis: o existe una seria voluntad de cambio o a Milosevic se le est¨¢ enfrentando una oposici¨®n en el seno mismo de su Ejecutivo, algo que alienta a los Gobiernos de la OTAN a pensar en una posible soluci¨®n al conflicto.
La nueva invitaci¨®n de Draskovic a las Naciones Unidas no pod¨ªa ser m¨¢s vehemente: "Nuestra posici¨®n estatal es: completa soberan¨ªa territorial e integridad de la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia, pleno respeto a las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad. La OTAN no puede ser el juez supremo en esta guerra. Lo que piensa la OTAN no debe ser nuestra verdad".
Cumplir bajo las bombas
"Nuestro mundo est¨¢ basado en la carta de la ONU. El problema es c¨®mo vamos a frenar la agresi¨®n", a?adi¨®. "No podemos cumplir las resoluciones del Consejo de Seguridad [de la ONU] bajo las bombas. De acuerdo con la declaraci¨®n formulada por V¨ªktor Chernomirdin [el principal mediador ruso], se sabe que estamos dispuestos a aceptar una misi¨®n de la ONU, fuerzas de la ONU bajo la bandera de las Naciones Unidas. La ONU y el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU. Con esto estar¨ªamos muy pr¨®ximos a alcanzar un compromiso. Es un punto crucial. ?Qui¨¦n dar¨¢ el primer paso? Si la OTAN detiene la agresi¨®n, nuestras fuerzas comenzar¨¢n la retirada de Kosovo". Las palabras de Draskovic hallaron eco en el espectro pol¨ªtico de Belgrado. La mayor¨ªa de los partidos pol¨ªticos le dan, de una manera u otra, la raz¨®n. El Partido Dem¨®crata de Zoran Djindjic, la fuerza m¨¢s poderosa de oposici¨®n en estos momentos, salud¨® la iniciativa emprendida por el viceprimer ministro. "Estoy de acuerdo con la mayor¨ªa de esos planes para resolver la crisis yugoslava que [Draskovic] ha expuesto. Estar¨ªa bien si eso reflejara el criterio del Gobierno federal, pero creo que Draskovic ha expresado su opini¨®n personal", declar¨® Djindjic.
Los socialdem¨®cratas de Yugoslavia resumieron su posici¨®n en una palabra: "Apoyo". La Uni¨®n Civil de Serbia (GSS) se?al¨® que "cada propuesta para salir de la crisis tiene que entra?ar importantes cambios pol¨ªticos en la Rep¨²blica Federal Yugoslava. Si Draskovic tiene esto en mente, entonces puede contar con nuestro apoyo", dijo Goran Svilanovic, el jefe m¨¢ximo de ese partido.
Otras voces discordantes, como la del Partido Dem¨®crata de Serbia (DSS) de Vojislav Kostunica, son m¨¢s esc¨¦pticas. "No se debe prestar mayor atenci¨®n a lo que dijo Draskovic", afirm¨®. "Si quitamos la ret¨®rica veremos que todo se reduce a repetir las escasas declaraciones de Milosevic y los planes que ¨¦l expuso en su entrevista [con una cadena asociada a la CBS de Estados Unidos]".
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