Sevilla inaugura su Estadio Ol¨ªmpico
La ciudad se volc¨® con el mejor recinto de Europa en su primera prueba antes de los Mundiales
La mayor haza?a de la inauguraci¨®n oficial del Estadio Ol¨ªmpico de Sevilla es que los sevillanos se acercaron a ¨¦l y lo tomaron. El coqueto y atractivo coliseo hab¨ªa sido hasta ayer el fruto del empecinamiento de algunos pol¨ªticos y una derrama cercana a los 20.000 millones de pesetas, pero para el ciudadano de a pie, poco m¨¢s. Este tercer estadio de Sevilla se pondr¨¢ de largo en agosto con los campeonatos del mundo de Atletismo. Sin embargo, el ayer encargado de dirigir la ceremonia de apertura, el periodista Carlos Herrera, no dej¨® un solo minuto de insistir en la ¨²nica posibilidad de hacer viable este foro de cerca de 60.000 espectadores: que Betis y Sevilla aparquen sus diferencias y compartan el campo. Esto es algo que se hace en muchos lugares del mundo, pero en Sevilla a¨²n ayer parec¨ªa impensable. No conviene olvidar que casi el 10% de los habitantes de la capital andaluza son socios (forofos de los de verdad) de estos equipos.
Pol¨¦mica difuminada
La presencia de don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa, acompa?ados de los duques de Lugo, sirvi¨® para difuminar la pol¨¦mica entre el presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera y el teniente de alcalde y m¨¢ximo impulsor del estadio y de la candidatura ol¨ªmpica de Sevilla, Alejandro Rojas-Marcos. Ni los b¨¦ticos, ni su presidente cedieron a la tentaci¨®n del boicoteo y el estadio pr¨¢cticamente se llen¨® y disfrut¨®.A¨²n le queda a este bonito foro m¨¢s de una chapuza para estar acabado. Ayer se pudo inaugurar, aunque en los ba?os se fijaran las puertas con un tornillo de cada dos, o la luz el¨¦ctrica en los pupitres de los informadores s¨®lo llegara cuando ya estaba sonando el himno de Croacia a trav¨¦s del impresionante equipo de megafon¨ªa con el que cuenta el estadio de La Cartuja.
La modesta ceremonia tuvo como maestro a Herrera, que desde un atril en el centro del terreno se ech¨® el campo a la espalda y con su voz cubri¨® la falta de espectacularidad del acto. El c¨®mico Leo Bassi trajo su provocaci¨®n hasta Sevilla y encaramado en un coche el¨¦ctrico dio paso a una parodia de desfile en el que alba?iles, limpiadoras y electricistas de pega recorrieron el tart¨¢n con buzos de los cinco colores de los anillos ol¨ªmpicos.
Para hermandad de las dos aficiones irreconciliables, dos paracaidistas realizaron acrobacias y se posaron en las dos ¨¢reas del campo de f¨²tbol. En la seda de sus paraca¨ªdas iban estampados los colores del Betis y del Sevilla. El protocolo les llev¨® a meter dos goles simult¨¢neos. Pero ayer no hab¨ªa problema entre b¨¦ticos y sevillistas, porque la selecci¨®n espa?ola volv¨ªa a Sevilla, tal y como subray¨® Carlos Herrera y aplaudieron las caso 60.000 personas que hab¨ªa en las gradas del estadio.
Tras la pertinente suelta de globos con los colores de la bandera andaluza, Pl¨¢cido Domingo, un conocido aficionado al f¨²tbol y que actualmente representa en Sevilla la ¨®pera El Cid, no se quiso perder la fiesta y cant¨® Sevilla, de Manuel Alejandro, desde el centro del c¨¦sped.
Poco despu¨¦s se corrieron las pruebas de 1.500 metros. Primero el femenino y despu¨¦s el masculino. Reyes Est¨¦vez corri¨® precioso, imponente. Primo Nebiolo (que no dej¨® de chupar c¨¢mara al lado de los Reyes ni un solo instante, mientras estos descubr¨ªan una placa), lo disfrut¨®, pero los sevillanos llenaron el que puede llegar a ser su coliseo ol¨ªmpico para ver f¨²tbol. Y en eso salieron Espa?a y Croacia a calentar y los sevillanos se sintieron en casa por primera vez en este m¨¢gnifico estadio.
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