El Madrid no tiene gasolina
El Caja San Fernando, con todo a su favor para acceder a la final
El Madrid ten¨ªa el piloto encendido desde hace algunas semanas. Ofrec¨ªa s¨ªntomas preocupantes que han terminado por manifestarse con toda su crudeza en esta semifinal. Se notaba a los Albertos pasados de kil¨®metros, se apreciaba que el equipo no ten¨ªa pulso defensivo, la depresi¨®n de sus pivots era manifiesta...demasiados detalles como para resistir la dureza de los play offs. En estas, lleg¨® el Caja San Fernando para llevarse dos victorias de Madrid: se mire por donde se mire, toda una barbaridad. El Madrid tiene la tensi¨®n baja y no parece en condiciones de dar r¨¦plica. No est¨¢ para nadie.Visto el tropiezo del primer partido, al Madrid no le quedaba mejor remedio que zanjar r¨¢pidamente este segundo partido. Deb¨ªa intentar que el Caja San Fernando se diera por satisfecho con lo ya obtenido y aceptara una tramitaci¨®n burocr¨¢tica del asunto. Para eso hac¨ªa falta saltar a la cancha con determinaci¨®n; dicho de otra manera, poner cara de pocos amigos. Bastaron cinco minutos, sin embargo, para que el equipo sevillano se diera cuenta de que pod¨ªa acercarse un paso m¨¢s a la final.
REAL MADRID 68 CAJA S
FERNANDO 71Real Madrid: Lasa (8), Angulo (5), Herreros (16), Beard (11), Struelens (14) -cinco inicial-, Victoriano (4), Santos (3), Martin (7) y Luyk (-). Caja San Fernando: Turner (16), Schutte (2), Smith (10), Kornegay (6), Romero (17) -cinco inicial-, Odriozola (3), D¨ªez (7), Bosch (8) y Fern¨¢ndez (2). ?rbitros: Ramos, Garc¨ªa Ortiz y Guill¨¦n. Sin eliminados. Se?alaron t¨¦cnica por protestar a Beard (m.10). Unos 4.000 espectadores en el pabell¨®n de la Ciudad Deportiva. Semifinales de la Liga ACB, al mejor de cinco partidos. El Caja San Fernando aventaja al Real Madrid por dos victorias a cero. El tercer partido se disputar¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en Sevilla.
Cinco minutos fueron suficientes para observar c¨®mo el Madrid permit¨ªa muchos rebotes en su canasta, que dejaba hacer en defensa, que no ten¨ªa fuerza para dar un tir¨®n en toda regla en el marcador. Era una forma de tomarle la temperatura, de apreciar que su tono vital no es el de hace unos meses, que su capacidad para hacer da?o est¨¢ muy limitada: se iba el Madrid por siete tantos y los perd¨ªa en breve tiempo; volv¨ªa a intentar marcharse y el Caja San Fernando remediaba la situaci¨®n sin aparente ruido. En esas condiciones, el equipo sevillano adquiri¨® plena conciencia de sus posibilidades.
No le hizo falta jugar con Turner a dedicaci¨®n exclusiva, no debi¨® rentabilizar la actuaci¨®n excepcional de alg¨²n otro jugador. Al Caja le bastaba ponerse a defender como sabe hacerlo, una defensa ya muy mecanizada a estas alturas de la temporada, para dejar a su rival a la intemperie. En seguida, tom¨® la delantera en el marcador, disfrut¨® m¨¢s tarde de una racha de triples (hasta 6) ante la contemplativa defensa madridista y amenaz¨® con dejar el partido resuelto antes de lo previsto (22-31 al minuto 14).
Del Madrid iban quedando impulsos intermitentes, insuficientes para hacerse valer con rigor. Naturalmente, estaba Herreros, algo hac¨ªan de vez en cuando Beard y Struelens. Luego, por supuesto, alg¨²n triple de Victoriano para regocijo del personal. Pero nada, nada, que delatase un juego colectivo, una idea de equipo, una intensidad en el desarrollo del juego.
Bien es cierto que el Madrid sali¨® del vestuario en el descanso con ¨¢nimo de dar un pu?etazo en la mesa. Perd¨ªa 36-43 en el descanso y lograba darle la vuelta al marcador en tres minutos (46-43). Pero ah¨ª se acab¨® su impulso: su caducidad, a la vista de los acontecimientos, no pasa de los cinco minutos.
A partir de ese momento, el Caja volvi¨® a tomar el mando, con m¨¢s suficiencia de la que se?alaba el marcador. Un par de triples de Herreros mantuvieron la respiraci¨®n del Madrid unos minutos, pero no se pod¨ªa esperar mucho m¨¢s. El tramo final fue pura rutina; la ¨²ltima jugada madridista, un verdadero desastre.
La semifinal parece resuelta. Sobran las frases hechas: al Madrid casi no le queda gasolina en el dep¨®sito. Llevaba jugando varias semanas con la luz roja encendida.
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