El Califa: "Con unos toros as¨ª, poco o nada se puede hacer"

"Desilusionado", "impotente", "roto"... Cada uno de los toreros se concede un segundo para pensar e intenta una descripci¨®n lo m¨¢s gr¨¢fica posible de su estado de ¨¢nimo. Al final, todos a una: "Mal, muy mal". La moral, por los suelos. Y en efecto, la moral es lo ¨²ltimo que se cay¨® en una tarde en que todo rod¨® por la arena. Desde el aguante de ?ngel, el aficionado del tendido dos, que tuvo que excusarse antes del ¨²ltimo de la tarde, al propio Pedrito de Portugal, que a un mal paso estuvo de postrarse de bruces tras trastabillar con el lazo de la zapatilla, pasando, con pertinaz rutina, por los toros. Nadie ni nada se libr¨® de caer."Es muy duro. Uno se pasa semanas prepar¨¢ndose para un cita como ¨¦sta y al final nada", inicia Pedrito de Portugal. Le sigue Jos¨¦ Pacheco El Califa: "Con unos toros as¨ª, poco o nada se puede hacer. Ni para arrimarte sirven". "El toreo es as¨ª. En 20 minutos puedes alcanzar la gloria o, cuando se tuercen las cosas...", contin¨²a Manolo S¨¢nchez dejando en los puntos suspensivos un pesar no cotizable en bolsa.

Sin transmisi¨®n

Dicho lo cual se abre la veda para acertar con el adjetivo id¨®neo para el encierro de Pe?ajara. El portugu¨¦s, pese a no manejar su idioma natal, es el que m¨¢s florido se muestra: "Flojos, sin transmisi¨®n, sin capacidad para emocionar a nadie, sin recorrido..." M¨¢s sencillo: "Sin casta". "El 50 por ciento de esto es el toro. Cuando falla este porcentaje ?qu¨¦ se puede hacer?", a?ade El Califa y sin esperar respuesta del interlocutor contesta: "Nada"."Por lo menos", contin¨²a el valenciano de apodo ilustre, "he dejado buena impresi¨®n. Me he arrimado y le he echado valor. Otra cosa no se pod¨ªa hacer". De hecho, el ¨²ltimo de la tarde le mantuvo en vilo sobre el pit¨®n derecho justo despu¨¦s de entrar a matar. En boca del diestro, el parte m¨¦dico se antoja lo ¨²nico prometedor del d¨ªa: "Un rasgu?o".

Sobre la desairada actitud del p¨²blico, ni una mala palabra. Todo es comprensi¨®n. "El p¨²blico reacciona con lo que tiene por delante. Si no hay toro, protesta", Dice Pedrito de Portugal. "A lo mejor", a?ade r¨¢pido, "todo se resume en algo sencillo: se aburren".

Se acaban los lamentos y es hora de infundirse ¨¢nimos. "Lo importante es no bajar la guardia y estar siempre preparado para cuando salga el toro", afirma El Califa. A continuaci¨®n, tanto el natural de Lisboa como el vallisoletano secundan a una voz el comentario de su compa?ero. "En parte, uno conf¨ªa en arreglar la temporada con una corrida como ¨¦sta. Sobre el papel, el hierro anunciado es de los que embisten y estamos en San Isidro. Luego, ocurre esto y...", aqu¨ª el castellano del primero se hace a¨²n m¨¢s expl¨ªcito en el silencio.

Y as¨ª, se acaba la tarde a lomos de unos ¨¢nimos que, a duras penas, pugnan por alzarse. El resto, por los suelos.