La basura se pudre en manos privadas
Los cuatro a?os de campo libre decretada por el Consell para la gesti¨®n privada de las basuras han constatado que el de los detritos es un problema que puede crecer indefinidamente. ?A qu¨¦ huelen los peores problemas medioambientales valencianos? Con permiso de las pestilencias del r¨ªo Segura, la respuesta es a basura. La lacra ambiental m¨¢s grave en 1995 eran los detritos. Y, cuatro a?os m¨¢s tarde, la basura sigue siendo la asignatura pendiente. M¨¢s de la tercera parte de los desperdicios que generan los valencianos (hasta el 50%, seg¨²n la oposici¨®n), a una media de 1,2 kilogramos por persona y d¨ªa, acaba en vertederos incontrolados. Es decir, de las 2.048.377 toneladas anuales de detritos tiradas a los cubos, 728.115, seg¨²n cifras de la propia consejer¨ªa, acaban en vertederos ilegales o, peor a¨²n, en barrancos. Y es m¨¢s, seg¨²n la radiograf¨ªa que hace el Plan Integral de Residuos (PIR) aprobado por el Consell, aunque el 45% de la basura llegue a plantas de tratamiento, la obsolescencia de ¨¦stas hace que s¨®lo el 11% (224.691 toneladas) se gestione con garant¨ªas ambientales. Eduardo Zaplana apenas ha destinado el 1% de su bill¨®n de pesetas de presupuesto a la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, en manos de sus socios en el Consell: Uni¨®n Valenciana. Es decir, el departamento verde gestiona menos dinero que la deficitaria Canal 9. Y si la destrucci¨®n de la costa compete al Ministerio de Medio Ambiente y la contaminaci¨®n de r¨ªos casi muertos como el Segura y el Magro es responsabilidad de las confederaciones (tambi¨¦n de la ministra Isabel Tocino), la idea es que con 14.000 millones se pone un parche al cuidado de los pajaritos y a la vigilancia de las basuras. Y sobre la gesti¨®n de ¨¦stas ya proveer¨¢ el capital privado. El escenario ha sido elocuente: miles de camiones fantasma que recorren a hurtadillas las carreteras de la Comunidad para encontrar un basurero con los papeles en regla que acoja los detritos sin despertar las sospechas de los vecinos -caso de los residuos de Valencia gestionados por el Consell Metropolit¨¤ de L"Horta (CMH)-; vertederos ilegales que reciben una basura de dudoso origen que equivaldr¨ªa a la producida por una poblaci¨®n de 700.000 habitantes -El Campello, seg¨²n el PSPV-; empresarios que exigen una soluci¨®n a su necesidad-obligaci¨®n de exportar a otras autonom¨ªas sus residuos t¨®xicos y peligrosos -as¨ª se quej¨®, desde la Confederaci¨®n Empresarial Valenciana (CEV), su presidente, Rafael Ferrando-, etc. Hediondo problema de dif¨ªcil digesti¨®n que apenas ha sufrido variaciones esta legislatura. Salvo honrosas excepciones: como la mod¨¦lica planta de tratamiento de residuos de Onda, inaugurada al alim¨®n por Zaplana y el consejero Jos¨¦ Manuel Castell¨¢ hace un a?o con un coste de 2.500 millones y que da servicio a 300.000 castellonenses. El mayor logro de los regionalistas en esta legislatura ha sido conseguir que Zaplana les aprobara el PIR en diciembre de 1997. Un documento, calificado "de papel mojado" por la oposici¨®n, que hace un demoledor diagn¨®stico del problema, divide a la Comunidad Valenciana en 17 parcelas y plantea la necesidad de m¨²ltiples infraestructuras. A saber: 10 plantas de compostaje, 16 plantas de clasificaci¨®n de envases ligeros, nueve estaciones de transferencia de basuras, 20 ecoparques, 12 vertederos de alta densidad, uno de baja densidad y hasta 496 vertederos de residuos inertes. A?o y medio despu¨¦s poco se ha hecho. Los 60.000 millones que se ten¨ªan que invertir en cinco a?os para construir esa bater¨ªa de instalaciones (el 83% con dinero p¨²blico) han brillado por su ausencia. "Tomadura de pelo", es lo m¨¢s leve que ha dicho la oposici¨®n en estos dos ejercicios sobre las partidas del presupuesto para el PIR. En los cap¨ªtulos de inversiones reales, Zaplana destin¨® para 1997 apenas 940 millones, cuando el PIR de Castell¨¢ preve¨ªa para el primer a?o de aplicaci¨®n 12.140 millones. Para este ejercicio, peor: s¨®lo 821 millones. La apuesta parec¨ªa fuerte al aprobarse el PIR. En la pr¨¢ctica, duplicar los presupuestos de la consejer¨ªa. Pero se ha quedado en una frase de buena voluntad: "La financiaci¨®n del PIR est¨¢ garantizada". Quiz¨¢ se acabe haciendo con contabilidad creativa pero Zaplana incumpli¨® as¨ª la resoluci¨®n aprobada en las Cortes Valencianas en oto?o para que los presupuestos de 1999 dedicaran al PIR casi 27.000 millones, es decir, lo que no se hizo en 1998 y lo previsto en la segunda anualidad del plan. Mientras, Castell¨¢, con la caja vac¨ªa, apenas puede sacar lustre a sus flamantes ecoparques -tanto los cinco acabados (Alicante, Onda, Alginet, Alm¨¤ssera y Catarroja) como a los tres proyectados (Gandia, Torrent y Benidorm)- o a la ¨²nica planta de clasificaci¨®n de envases en construcci¨®n (la de Alzira) de las 16 previstas. Y la notoriedad la ha tenido a su pesar un vertedero privado que s¨ª tiene el benepl¨¢cito del Consell: el de Dos Aguas. Aunque est¨¢ en fase de construcci¨®n, la basura de Valencia y su ¨¢rea metropolitana ya llega desde octubre pasado al basurero promovido por la uni¨®n temporal de empresas FCC-SAV. El culebr¨®n de la basura m¨¢s pol¨¦mico de la legislatura es harto enrevesado y a estas alturas parece casi consumado. As¨ª, pese a no haber ganado el concurso del CMH para gestionar la basura de un mill¨®n de valencianos, la UTE instalada en Dos Aguas se subrog¨® en el pol¨¦mico proyecto de una empresa (Proficer) que sin experiencia ni dinero que lo avalara obtuvo la excepcional declaraci¨®n de inter¨¦s comunitario (v¨ªa prevista s¨®lo para proyectos p¨²blicos) del Consell, que exime de permisos y acelera tr¨¢mites para la implantaci¨®n del basurero. "Fraude de ley", lo llam¨® la oposici¨®n. Y ¨¦sta, junto a los ecologistas, alertaron del peligro de trasladar por 50 kil¨®metros de malas carreteras la basura de Valencia para arrojarla a 400 metros de la cola del embalse de Tous. El augurio suena, adem¨¢s de funesto, bastante repugnante: Una tromba de agua, tan frecuente, anegar¨¢ de basura el r¨ªo y contaminar¨¢ el agua potable. Dos puntos m¨¢s en temas de residuos quedan aplazados hasta la pr¨®xima legislatura. En primer lugar la aplicaci¨®n de la ley de Envases y Residuos de Envases. En vigor desde mayo de 1998, Medio Ambiente s¨®lo empezar¨¢ despu¨¦s de verano un proyecto piloto en la planta de Alzira. Una vez ensayado y construidas las otras 15 plantas la Comunidad, comenzar¨¢ a reciclar los envases conforme a la ley. En segundo lugar, la gesti¨®n de los residuos t¨®xicos y peligrosos. El ¨²nico vertedero capacitado para acoger estos restos, el de Real de Montroi, cerr¨®, por decisi¨®n unilateral del Ayuntamiento en octubre de 1997. El tema est¨¢ en los tribunales y la empresa hasta tiene autorizaci¨®n de Medio Ambiente para usar dos dep¨®sitos adyacentes. Sin embargo, los empresarios se han quejado de tener que exportar a otras autonom¨ªas, con el consiguiente sobrecoste, sus residuos peligrosos. Eso o a un barranco.
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