Forest Whitaker

Se burla Jarmusch, con estupendo uso de la mano izquierda, de los filmes revientanucas de Oliver Stone, Robert Rodr¨ªguez, Quentin Tarantino y compa?¨ªa, pero se las arregla para que esa burla no lo sea de sal gruesa y mantengamos siempre alg¨²n resto de temor y de temblor ante la prodigiosa composici¨®n de Forest Whitaker, oscuro samurai contempor¨¢neo, que ha cambiado la espada por el pistol¨®n del killer en serie. La seriedad y severidad de este sorprendente actor, que en Bird logr¨® una de las m¨¢s elevadas interpretaciones del cine moderno, es la piedra sobre cuya dureza puede Jarmusch elevar el edificio de Ghost dog sin que se venga abajo como un castillo de naipes. El actor, tal vez el m¨¢s desaprovechado del cine norteamericano, se convierte as¨ª en due?o fundamental de la autor¨ªa profunda de la pel¨ªcula.