"El tri¨¢ngulo amoroso PNV, EA y EH es un tema apasionante"
Gregorio Mor¨¢n (Oviedo, 1947) regres¨® ayer a Bilbao, ciudad a la que estuvo ligado profesionalmente como periodista, para presentar su libro Llueve a c¨¢ntaros (Ediciones Pen¨ªnsula), una selecci¨®n de los art¨ªculos que cada s¨¢bado publica en La Vanguardia. Autor de libros como Adolfo Su¨¢rez, historia de una ambici¨®n (1979), Los espa?oles que dejaron de serlo: Euskadi 1937-1981 (1982), Testamento vasco (1988) y El maestro en el erial: Ortega y Gasset y la cultura del franquismo (1998), intentar¨¢ lidiar ahora literariamente con el mundo de la ficci¨®n. Este hombre de personalidad vehemente, vital y arrolladora, ex comunista y ex director de La Gaceta del Norte, afirma con una simplicidad que convence: "Mi historia profesional siempre ha estado vinculada al fracaso". Pregunta. ?Realmente siente que su vida profesional es un c¨²mulo de frustraciones? Respuesta. S¨ª. Yo salgo de la clandestinidad, donde luchaba en el PCE, en 1976, ya muerto Franco, y empiezo a dedicarme a la prensa. Franco se muri¨® en la cama y ¨¦se es mi primer fracaso: que no le pudimos derribar nosotros. Despu¨¦s, mi experiencia en los peri¨®dicos y revistas siempre ha sido bastante negativa, hasta ahora en que llevo 10 a?os colaborando con La Vanguardia. P. ?Por qu¨¦ fue una experiencia tan negativa? R. Los responsables de esos medios y yo no nos entend¨ªamos. Quiz¨¢ tambi¨¦n yo entonces ten¨ªa una visi¨®n de esta profesi¨®n m¨¢s radical e idealista. Cre¨ªa que ya que no hab¨ªamos podido hacer una revoluci¨®n, al menos ¨ªbamos a decir toda la verdad al mundo. P. ?Ha variado su opini¨®n sobre Adolfo Su¨¢rez con el paso de los a?os? R. Como personaje pol¨ªtico yo no corregir¨ªa pr¨¢cticamente nada de lo que dije. Matizar¨ªa sobre todo la parte final, porque cuando yo saqu¨¦ el libro era impensable que Su¨¢rez pudiera dimitir. Este libro fue otro fracaso: todo el dinero que gan¨¦ con ¨¦l lo perd¨ª en Euskadi. Lo invert¨ª todo en hacer Los espa?oles que dejaron de serlo. P. ?C¨®mo fue esa experiencia, en la que invirti¨® dos a?os? R. Terrible. La sociedad vasca estaba completamente convulsionada. El aislamiento en el cual viv¨ªa uno entonces era tremendo. Profesionalmente fue fascinante. Nadie hab¨ªa hecho un libro sobre Euskadi sobre la base de los tres elementos en los que yo lo divid¨ª: el mundo de Neguri, el PNV y ETA. P. ?Son los mismos elementos los que ve ahora en Euskadi? R. El PNV es otra cosa, Neguri es otra cosa y ETA no tiene nada que ver. Sin embargo, estos tres elementos siguen siendo tanto o m¨¢s importantes que lo eran entonces. Recuerdo que, en la presentaci¨®n, Txiki Benegas dijo que al libro le faltaba una pata: ellos, la clase obrera espa?olista. Yo creo que una de las caracter¨ªsticas de Euskadi es que el peso de la clase obrera en la vida pol¨ªtica vasca desde la transici¨®n es apenas ninguno, y menos ahora. Los elementos claves siguen siendo los mismos. Marcan la vida pol¨ªtica tanto o m¨¢s que entonces. P. ?Usted, que buce¨® en lo que era ETA en los ochenta, c¨®mo ve la tregua y el fen¨®meno de EH? R. Cuando escrib¨ª el libro era impensable que la palabra tregua pudiera entrar en ¨¦l. Ahora EH no es analizable sin la perspectiva de la tregua. Entonces se utilizaba otro t¨¦rmino, se dec¨ªa un alto al fuego. Aqu¨¦l era el momento de la confrontaci¨®n no con el Estado, sino con el Ej¨¦rcito espa?ol. Ser¨ªa curioso revisar ahora la terminolog¨ªa de los a?os ochenta. P. ?D¨®nde pone el enfrentamiento la llegada de la tregua? R. En los pr¨®ximos a?os recalar¨¢ en la cultura. Es un terreno de debate muy complejo. En el momento en que la cultura vasca [euskald¨²n] sea la oficial en Euskadi, si no tiene a nadie con quien confrontarse, ser¨¢ la muerte de esa cultura. P. ?Qu¨¦ importancia otorga a la reivindicaci¨®n ling¨¹¨ªstica? R. Tengo serias dudas de que la lengua sea el elemento fundamental de una identidad. Creo que es la quiebra de otros elementos ideol¨®gicos la que convierte a la lengua en el elemento ideol¨®gico preponderante. P. ?C¨®mo ve el acuerdo entre el Gobierno PNV-EA y EH? R. No me atrevo a dar una opini¨®n. Esto fue el sue?o de varias generaciones de nacionalistas, y la pregunta es si tiene futuro o no. En este momento, en Euskadi hay una contradicci¨®n que es fundamental: la pelea frente a Madrid, que no frente al PP. ?Esto lo van a mantener m¨¢s tiempo? Estamos ante unas elecciones, el d¨ªa 13. A partir de ellas, ?se va a seguir manteniendo este tripartito? Ya el matrimonio PNV y EA, con sus dos dirigentes d¨¢ndose la mano, es de por s¨ª llamativo. Ahora, el tri¨¢ngulo amoroso lo hace apasionante. P. ?C¨®mo ve el papel de los medios de comunicaci¨®n en estos momentos? R. El tono general de la prensa en Euskadi es m¨¢s bien bajo. Bajo porque los compromisos pol¨ªtico-econ¨®micos son bien claros y las consecuencias, tambi¨¦n. Nunca te matar¨¢n por lo que no has escrito. Los peri¨®dicos, tan criticados aqu¨ª, que escriben sobre Euskadi desde fuera, siendo tendenciosos, que lo son, pueden acercarse m¨¢s a la realidad que los peri¨®dicos de aqu¨ª. No hay m¨¢s que ver c¨®mo fue recogido el asesinato de Yoyes, que yo viv¨ª como director de La Gaceta del Norte, por parte de los medios de fuera y de los de aqu¨ª. P. ?Qu¨¦ le queda de aquel comunista clandestino que fue? R. Las ganas de pelear. Con 51 a?os las sigo manteniendo.
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