Cogida grave de Juan Mora

Juan Mora result¨® herido de gravedad cuando entr¨® a matar al cuarto de la tarde. El toro ya le hab¨ªa avisado en la lidia de capote y muleta que no quer¨ªa saber nada por el pit¨®n derecho. Cuando entr¨® a matar el animal ya no le perdon¨®. Le tir¨® la cornada, lo levant¨® del suelo y cuando lo tuvo a su merced le tir¨® otros tres arreones espeluznantes. La cogida pareci¨® grave desde un principio. Mora quiso continuar, acabar con su enemigo, pero sus compa?eros de terna le recomendaron la enfermer¨ªa, a la que acudi¨® al mirarse la herida. Este toro lo mat¨® Ponce y el p¨²blico premi¨® el coraje de Mora con una oreja.Fue un toro justo de trap¨ªo el que le dio la cornada. Como ¨¦ste salieron otros dos animales de Barral, al que los veterinarios rechazaron siete en el reconocimiento por falta de peso unos y por falta de trap¨ªo otros. Con estos datos, el p¨²blico se pregunt¨® qu¨¦ hab¨ªa quedado en los corrales entonces. La corrida fue remendada con tres toros de Espartaco. La funci¨®n trascurri¨® entre el triunfalismo, salvo el desagradable percance de Mora, que en su primero estuvo muy encima del toro que, muy mal picado, cabeceaba y tiraba tarascadas.

Ponce obtuvo dos orejas facilonas. Con el que hizo segundo, un bomb¨®n, le dio distancia y se coloc¨® casi siempre al hilo del pit¨®n. Dos tandas con la derecha volvieron loco al p¨²blico. En el quinto, el matador se emple¨® tambi¨¦n durante la faena. El presidente le concedi¨® la oreja cuando las mulillas arrastraban el toro.

El Juli ten¨ªa todo a su favor para cortar las orejas a su primero, pero el toro se aplom¨® y dej¨® de andar al inicio de la faena. En el que cerr¨® plaza puso todo de su parte ante un toro distra¨ªdo.