El delegado del Gobierno en La Mancha promovi¨® un edificio sin licencia en 1989

Una empresa presidida por Carlos Moro Moreno, actual delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha y uno de los implicados en las pol¨¦micas subvenciones al lino, inici¨® en 1989 a trav¨¦s de la empresa Dimor la construcci¨®n de un edificio de 34 viviendas en Villarrobledo (Albacete) salt¨¢ndose las normas urban¨ªsticas municipales, aunque con el consentimiento del alcalde, entonces del PP. El Tribunal Superior de Castilla-La Mancha anul¨® la licencia en julio de 1991, pero para entonces el edificio ya estaba construido y Moro hab¨ªa dejado Dimor y vendido sus acciones.

La historia empez¨® en el verano de 1989. La empresa de Carlos Moro, uno de los cuatro altos cargos del PP implicados ahora en el esc¨¢ndalo del lino, propuso al alcalde de Villarrobledo, Bernardo Caba?ero, tambi¨¦n del PP, un negocio rentable para ambas partes. "Nos ofrecieron", record¨® ayer el ex alcalde, "construir un edificio de 34 viviendas y varios locales comerciales en la plaza de Ram¨®n y Cajal, en pleno centro, en un solar abandonado y lleno de ratones. Nos dijeron, eso s¨ª, que para que les fuera rentable tendr¨ªamos que aumentar la superficie edificable por encima de lo que permit¨ªa el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU)".Aunque el proyecto de Promociones Dimor ya ven¨ªa con un visado negativo del Colegio Oficial de Arquitectos T¨¦cnicos de Castilla-La Mancha, el alcalde decidi¨® estudiar la propuesta y pedir un informe al secretario general del Ayuntamiento. No hab¨ªa terminado agosto cuando un concejal de la oposici¨®n, Bernardo Fern¨¢ndez Delicado, del PSOE, advirti¨® que las m¨¢quinas ya hab¨ªan empezado a trabajar en el solar de Dimor, sin que a¨²n se hubiera otorgado la licencia solicitada. El concejal socialista lo denunci¨® p¨²blicamente y, un d¨ªa despu¨¦s, el 25 de agosto, Carlos Moro se apresur¨® a solicitar otra licencia, pero ya no para construir, sino para realizar "obras de excavaci¨®n, desmonte y terraplenado...".

Las m¨¢quinas nunca saldr¨ªan de all¨ª. Con los votos del PP, primero el pleno y luego la comisi¨®n de Gobierno de Villarrobledo otorgaron en enero de 1990 una licencia de obras a Dimor, a pesar de que el informe del secretario del Ayuntamiento advert¨ªa de la ilegalidad por incumplir "de forma manifiesta los vol¨²menes m¨¢ximos edificables y las alturas". O lo que es lo mismo, la construcci¨®n de Dimor rebasaba lo permitido por el Plan General de Urbanismo vigente. La altura imprescindible, seg¨²n admiti¨® ayer el ex alcalde del PP, "para que a los constructores les fuera rentable el proyecto y no se fueran con la inversi¨®n a otro sitio".

El ex alcalde neg¨® ayer que fuera el propio Carlos Moro quien negociara directamente con ¨¦l, aunque lo podr¨ªa haber hecho porque se conoc¨ªan "desde ni?os". "A m¨ª vino a verme un arquitecto que trabajaba para Dimor y acept¨¦ el trato porque era beneficioso para el pueblo; nunca pens¨¦ que ning¨²n particular se pudiera beneficiar econ¨®micamente".

Las obras del edificio, que hab¨ªan empezado en el verano de 1989, se terminaron en la primavera de 1991, ya con una sentencia en contra del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, que anul¨® por ilegal la concesi¨®n de la licencia municipal. Tambi¨¦n para entonces Carlos Moro hab¨ªa dejado la presidencia de Dimor y vendido sus acciones.

"No creo que fuera ilegal"

Carlos Moro asegur¨® ayer a este peri¨®dico que apenas se acordaba de aquella operaci¨®n: "Yo me fu¨ª de la sociedad en mayo de 1990", intent¨® hacer memoria a duras penas el ahora delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha. Aunque no recuerda los detalles de aquella obra, s¨ª est¨¢ convencido de que no hab¨ªa nada raro. "Hace mucho tiempo", explic¨®, "pero creo que s¨ª ten¨ªa licencia. No recuerdo que hubiera irregularidades y... adem¨¢s, yo no me dedicaba entonces a la pol¨ªtica".

Un informe municipal, realizado en julio de 1992 por el secretario de Villarrobledo, estim¨® que, gracias a la infracci¨®n urban¨ªstica, la promotora de Carlos Moro obtuvo m¨¢s de 22 millones de pesetas de beneficio por el exceso de edificabilidad. Todav¨ªa hoy, el edificio promovido por Dimor -denominado Los Arcos- se encuentra fuera de la ordenaci¨®n urban¨ªstica.