Par¨ªs acoge a Jansson, el pintor que revolucion¨® el mundo art¨ªstico de Suecia
En la mayor¨ªa de los 44 lienzos que re¨²ne la muestra se reflejan atm¨®sferas nocturnas
Puede que sea la exposici¨®n menos esperada pero m¨¢s satisfactoria de la repleta temporada parisiense. Una antol¨®gica del pintor sueco Eug¨¨ne Jansson (1862-1915) se muestra en el Museo d"Orsay hasta finales de agosto. Jansson es un pintor que revolucion¨® el mundo art¨ªstico de Suecia por varias razones: fue el pintor de la noche -28 de las 44 obras expuestas captan atm¨®sferas nocturnas-, por su compromiso pol¨ªtico -su militancia socialista queda plasmada en una magn¨ªfica obra representando un Primero de Mayo campestre- y por su transparente homosexualidad.
Hijo de un conserje de la oficina central de correos de Estocolmo y de una profesora, Eug¨¨ne Jansson fue un alumno aplicado pero enfermizo que a los 12 a?os sufri¨® un desprendimiento de retina al tiempo que se le descubr¨ªan problemas renales, cardiacos y una escarlatina mal curada le dejaba medio sordo.Su paso por la Academia Real de Bellas Artes en 1881 acaba con un fuerte enfrentamiento con unos profesores a los que reprocha su conservadurismo moral y est¨¦tico. Un galerista, al proponerle un empleo, le garantiza la primera independencia econ¨®mica, y luego ser¨¢ su obra la que, con altos y bajos, se la asegure. Es en el a?o 1890 cuando comienza a pintar crep¨²sculos, noches y amaneceres, espacios de belleza desolada que no abandonar¨¢ hasta 15 a?os m¨¢s tarde.
S¨®lo para hombres
Como Munch, Jansson es hijo de una naturaleza que impone su violencia. Inviernos glaciales, cielos ventosos de blanco deshilachado, luz fantasmag¨®rica, veraniega explosi¨®n de verdura y magia de los azules son temas que se repiten en la impresionante serie de nocturnos. Cuando sus telas se llenen de sol ser¨¢ porque tambi¨¦n se ven invadidas por desnudos masculinos. Las piscinas o ba?os s¨®lo para hombres desplazan las especulaciones sobre la luz de la oscuridad. Del desierto nocturno y helado pasamos a un elogio de la sensualidad de los cuerpos musculosos, que se exhiben provocadores, como provocador es Jansson al firmar su autorretrato, vestido de blanco y en sandalias, en medio de ese amontonamiento de b¨ªceps y sexos.
Ser¨ªa ciego calificar de "equ¨ªvoca" esa preferencia iconogr¨¢fica, puesto que su opci¨®n est¨¦tica y sensual es el reflejo un¨ªvoco de sus preferencias. En 1905, escandalizar a los mojigatos, transgredir la ley -su amigo escultor Nils Santesson fue a la c¨¢rcel debido a sus amores gay- aporta un plus a la pintura de Jansson, lejos del manierismo autosatisfecho del arte comunitarista homosexual actual.
En 1915, cuando Jansson muere v¨ªctima de un derrame cerebral, su madre y su hermano se apresuran a destruir no s¨®lo documentos relativos a la vida privada de Eug¨¨ne, sino incluso algunas telas que se les antojaron m¨¢s expl¨ªcitas que las ya mostradas al p¨²blico o que, simplemente, sirvieron de desahogo de toda la rabia acumulada.
Ahora, el Museo d"Orsay muestra hasta finales de agosto 44 telas procedentes de distintos museos de Estocolmo y de otras ciudades b¨¢lticas.
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