Dise?o
Una buena forma de descansar de tanta campa?a electoral es irse al Museo de Arte Contempor¨¢neo a ver el Dise?o industrial en Espa?a. En la entrada venden un caro y buen cat¨¢logo con muchas y variadas reflexiones sobre la historia y el significado del dise?o, desde el elemental de los objetos necesarios para los primeros hombres (que no forman parte de la exposici¨®n por la evidente ausencia de industrias) hasta el sofisticado de los caprichos que consumimos las sociedades posindustriales. Un campo ampl¨ªsimo y muy interesante. En definitiva y para entendernos, se trata de algo as¨ª como el modo de aplicar el juicio para que la forma de un objeto, en este caso industrial, sea ¨²til, o c¨®moda, o barata, o atractiva, o varias o todas esas cosas a la vez. Yo adem¨¢s a?adir¨ªa que, en nuestro impreciso lenguaje cotidiano, si sale mal es un bodrio y si sale bien es dise?o. Un dato previsible de la exposici¨®n es que la mayor¨ªa del dise?o es catal¨¢n. Est¨¢n pegaditos a Europa y eso se nota. Y una curiosidad es que algunos objetos, como la fregona, el sacacorchos y la grapadora de hace no s¨¦ cu¨¢ntos a?os, de toda la vida, sorprenden porque no estamos acostumbrados a pensarlos desde el punto de vista del dise?o; todav¨ªa nos choca ver la cotidianeidad metida en una vitrina; quiz¨¢, sobre todo, a los sevillanos, tan habituados a la admiraci¨®n y el elogio del adorno barroco. La m¨¢quina de coser Alfa, sin embargo, permanece tan digna, misteriosa y nost¨¢lgica como siempre. Otros objetos de un resultado tan pr¨¢ctico y econ¨®mico como el del banco catalano, por ejemplo, los reconocemos con satisfacci¨®n por haberlos visto en muchos lugares p¨²blicos. El que la forma de vida y la cultura est¨¦n tan ¨ªntimamente relacionadas se refleja en las ¨¦pocas en las que prevalece la econom¨ªa de las formas o en las que se complica el objeto innecesariamente, por puro placer est¨¦tico, y te obliga a pensarlo desde otras coordenadas, m¨¢s personales que industriales. Es el caso en el que el dise?o sobrepasa y se come a la funcionalidad. No digo que no pueda ser una necesidad comercial, pero es un objeto de lujo, con valor cultural y propiedades de obra de arte. Como nuestro barroco pero con sentido del humor y en moderno.BEGO?A MEDINA
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