"Los pol¨ªticos y diplom¨¢ticos sabr¨¢n si pueden fiarse de Milosevic"
ENVIADO ESPECIALMujer peque?a pero compacta, enfundada en un traje de chaqueta de lino color habano, Louise Arbour abandonaba su despacho la tarde del viernes 29 de mayo con un gran ramo de flores para asistir a una cena. Fue el final de una semana agitada. "Los pol¨ªticos y diplom¨¢ticos sabr¨¢n si pueden fiarse de Milosevic", dijo a este peri¨®dico. Louise Arbour ha procesado por tres delitos de cr¨ªmenes contra la humanidad y un delito de violaci¨®n de las leyes de la guerra a Slobodan Milosevic y cuatro altos cargos en instituciones pol¨ªticas y militares serbias el pasado 22 de mayo de 1999, a punto de cumplirse los dos meses de los ataques a¨¦reos de la OTAN sobre Yugoslavia.
Pregunta. ?Quiz¨¢ el ramo de flores sea la recompensa del procesamiento de Milosevic? ?Un regalo de alg¨²n admirador ilusionado por esa decisi¨®n?
Respuesta. Lo vamos a mantener en secreto. No se lo confirmar¨¦.
P.Tras anunciar su procesamiento, ?c¨®mo se puede seguir negociando con Milosevic y su gente?
R. No es a m¨ª a quien compete decirlo, es una cuesti¨®n complicada. Entiendo a quienes dicen que sigue siendo la autoridad del pa¨ªs y que, al menos en apariencia, fue elegido democr¨¢ticamente. Por eso es m¨¢s apropiada la opini¨®n de los pol¨ªticos y los diplom¨¢ticos. En todo caso, tampoco me parece que ¨¦sa sea, verdaderamente, la cuesti¨®n...
P. ?Cu¨¢l es la cuesti¨®n?
R. Creo que se debe aclarar un asunto b¨¢sico: ?se le puede tener confianza a Milosevic? ?Se le puede tener confianza cuando se conoce lo que ha hecho a su propia poblaci¨®n? Los pol¨ªticos y diplom¨¢ticos sabr¨¢n si pueden fiarse de Milosevic...
P. Usted intent¨® el pasado mes de enero viajar a Kosovo, pero Milosevic no autoriz¨® la visita. ?Qu¨¦ impresi¨®n obtuvo de lo que pasaba?
R. Hemos solicitado visas para viajar a Kosovo varias veces desde octubre pasado. Nos llegaban testimonios casi diarios sobre violaciones de derechos humanos. Pero carec¨ªamos de acceso a las autoridades de Kosovo. Cuando tuvo lugar la masacre de Racak (15 de enero de 1999), decid¨ª trasladarme urgentemente a Skopje (Macedonia) para poder viajar a Kosovo a fin de investigar las atrocidades cometidas. No dir¨¦ que ten¨ªa grandes expectativas en que las autoridades de Belgrado me autorizaran a viajar, pero todav¨ªa guardaba alguna esperanza. Hab¨ªa una gran preocupaci¨®n y se moviliz¨® mucha gente. Pens¨¦ que habr¨ªa alg¨²n gesto simb¨®lico con vistas a la opini¨®n p¨²blica. Mis investigadores en Skopje y Tirana (Albania), donde tenemos oficinas, necesitaban investigar la situaci¨®n in situ, en Kosovo. Ten¨ªamos mucha informaci¨®n, pero era necesario confirmar datos. Milosevic, finalmente, no nos concedi¨® la autorizaci¨®n para viajar a Kosovo.
P. ?Consider¨®, entonces, que Milosevic sab¨ªa perfectamente lo que ocurr¨ªa y que se estaba protegiendo?
R. Me present¨¦ en la frontera de Kosovo y tramit¨¦ la visa. Si hasta ese momento ten¨ªa esperanzas en poder ampliar la informaci¨®n, a partir de entonces supe qui¨¦n me lo impidi¨®. Supe quien, deneg¨¢ndome la visa para viajar a Kosovo, evit¨® que tuviera acceso a la verdad...
P. En varias ocasiones ha dicho usted que procesar a Milosevic no era tan f¨¢cil como pod¨ªa parecer y que era necesario reunir pruebas de su responsabilidad personal. ?Son las que ahora tiene en la mano?
R. Siempre he dicho que un fiscal tiene que ir con pies de plomo y ser muy prudente a la hora de acusar. Es necesario contar con datos muy contrastados, y jam¨¢s se puede uno quedar en la responsabilidad penal individual de las personas que participaron en los hechos investigados trat¨¢ndose de este tipo de cr¨ªmenes. Por eso hemos pedido durante mucho tiempo informaci¨®n a los Gobiernos que pod¨ªan tenerla u obtenerla. A Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros pa¨ªses.
P. El procesamiento ha llegado poco despu¨¦s de su gira por esos pa¨ªses. Los datos que le han aportado, ?son determinantes o ha sido una informaci¨®n complementaria?
R. Creo que hay un equilibrio entre la informaci¨®n que hemos recogido, sobre todo procedente de los refugiados, y la que nos han proporcionado los servicios de informaci¨®n de los pa¨ªses de la OTAN. ?stos tienen mucha experiencia en reunir este tipo de informaci¨®n, investigan en profundidad, tienen los medios... Yo dir¨ªa que ha sido complementaria.
P. ?C¨®mo es una jornada de trabajo sobre Kosovo entre usted y sus colaboradores?
R. En el tribunal somos alrededor de 350 personas, entre juristas, investigadores, analistas de derecho penal, expertos en temas militares. Tenemos unas 12 personas que trabajan en nuestras oficinas de Skopje y Tirana y que vienen a La Haya con mucha frecuencia. La informaci¨®n primaria procede de testigos, de organizaciones no gubernamentales y de entidades de derechos humanos. Luego utilizamos un sistema electr¨®nico de cruce de informaci¨®n con bases de datos de car¨¢cter secreto y confidencial, a partir de informaci¨®n de los Gobiernos. Vamos elaborando expedientes verificables, muy documentados, con informes escritos, fotograf¨ªas, v¨ªdeos y otros materiales. El procesamiento de Milosevic y otras cuatro altas autoridades serbias es el resultado, pues, de un trabajo de varios a?os, aunque los hechos de Racak lo hayan catalizado.
P. Pero, como usted ha dicho, se ha avanzado en probar la responsabilidad personal de Milosevic.
R. En efecto, siempre pens¨¦ que ten¨ªamos que ir m¨¢s lejos, m¨¢s all¨¢ de se?alar su responsabilidad en virtud de los cargos que ocup¨® en Serbia primero y en la Federaci¨®n Yugoslava despu¨¦s. Muchas veces tienes una estructura pol¨ªtica y jur¨ªdica que refleja en el papel la responsabilidad que puede tener una persona. Pero necesitas demostrar que ese papel previsto se cumple en la realidad y en las circunstancias concretas. Esto lo hemos visto especialmente al examinar las responsabilidades de Milosevic en Bosnia y Croacia. Y por eso son asuntos que a¨²n estamos investigando. Pero en Kosovo, las cosas est¨¢n claras...
P. Procesar o no procesar, ¨¦sa es una cuesti¨®n; detener o no detener es otra. El hecho de que (el ex l¨ªder de los serbios de Bosnia, Radovan) Karadzic y (su jefe militar, Ratko) Mladic, procesados ya desde hace varios a?os, no fueran arrestados, ?no explica en parte la impunidad de las masacres en Kosovo?
R. Si hubiesen sido arrestados, no cabe duda de que ello habr¨ªa disuadido a muchos de actuar como lo han hecho. Pero tambi¨¦n creo que la situaci¨®n en Kosovo podr¨ªa haber sido peor si no hubi¨¦semos actuado como lo hicimos en el tribunal con Bosnia. Cuando uno pregunta por qu¨¦ siguen sin ser arrestados, hay dos respuestas: primera, no hay voluntad pol¨ªtica; segunda, es una operaci¨®n dif¨ªcil. Honestamente, creo que si hay voluntad pol¨ªtica se pueden superar las dificultades.
P. Unos d¨ªas antes de procesar a Milosevic, usted dijo que tambi¨¦n investigaba los efectos de los bombardeos de la OTAN en la poblaci¨®n civil. ?Se est¨¢ avanzando en este campo?
R. Tenemos competencia sobre los hechos. No hay limitaci¨®n alguna cuando se trata de personas. Nosotros no podemos acusar a una organizaci¨®n o a un Estado como tal. Pero cuando es un ataque ilegal contra una poblaci¨®n civil o se detecta una falta de proporcionalidad en ciertos objetivos militares marginales, con fuertes p¨¦rdidas de vidas humanas, tenemos que actuar. Ahora, supongo que lo comprender¨¢ si le digo que no puedo informar sobre nuestras investigaciones. Pero le digo que tenemos competencia...
P. El procesamiento de Milosevic coincidi¨® con la decisi¨®n de un juez del Alto Tribunal de Justicia del Reino Unido de ordenar el inicio sin m¨¢s dilaciones del proceso de extradici¨®n de Pinochet. ?Ha seguido el caso?
R. Claro. No podr¨ªa hacer un an¨¢lisis detallado de lo que ocurri¨® en la C¨¢mara de los lores, pero sigo el desarrollo del caso. Lo m¨¢s importante, tal como yo lo veo, en el caso Pinochet, es el fin de la impunidad. Entramos en el nuevo siglo con menos impunidad. ?sa es la lecci¨®n del caso Pinochet, un ex jefe de Estado, y el de Milosevic, un jefe de Estado en ejercicio. Es el nuevo orden, en el que habr¨¢ que hacer frente a la responsabilidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Caso Pinochet
- Declaraciones prensa
- Slobodan Milosevic
- Louise Arbour
- Augusto Pinochet
- Yugoslavia
- TPIY
- Guerra Kosovo
- Kosovo
- Corte Penal Internacional
- Extradiciones
- Genocidio
- Cr¨ªmenes guerra
- Cooperaci¨®n policial
- Delitos contra Humanidad
- Tribunales
- Derechos humanos
- Sentencias
- Casos judiciales
- Sanciones
- Poder judicial
- Gente
- Guerra
- Juicios
- Proceso judicial