Cuando las bodegas se vienen abajo
Ya no es lo mismo cuando alguien, en cualquier rinc¨®n del mundo, brinda con una copa de jerez. Antes, hasta mediados de los 80, ese brindis era compartido por toda una ciudad. Jerez entero se nutria de los sabrosos beneficios de la industria del vino, que nunca volvi¨® a ser la misma tras sufrir una dura reconversi¨®n. La borrachera dio paso al dolor de cabeza. Ese malestar a¨²n persiste en la mayor¨ªa de los trabajadores que vieron esfumarse sus formas de vida. Los n¨²meros no enga?an: en 1983 m¨¢s de 7.000 personas trabajaban en las bodegas de Jerez, ahora el numero es de 1.800. Y bajando. De las grandes compa?¨ªas vinateras s¨®lo Gonz¨¢lez Byass es de capital espa?ol, tras haber recuperado recientemente una parte del accionariado que estaba en manos de la multinacional brit¨¢nica IDV. El resto, en su mayor¨ªa, manejan el negocio desde despachos en Londres y han aprovechado los canales de distribuci¨®n del vino de Jerez para introducir en los mercados otros productos, sobre todo licores y bebidas de alta graduaci¨®n. El ocaso del imperio bodeguero arrastro a multitud de empresas auxiliares y fue tambi¨¦n el causante de una sangr¨ªa de empleos indirectos. Jerez ha tardado m¨¢s de una d¨¦cada en despabilarse totalmente y ahora ha entendido que para mantener el barco a flote y volver a aquellos d¨ªas de vacas gordas hay que potenciar otros sectores. Con el impulso indiscutible del Ayuntamiento y el esfuerzo notable de la inversi¨®n privada, la ciudad ha puesto sus miras en la industria tur¨ªstica y en la agroalimentaria. El sector servicios es el que soporta ahora el peso de la econom¨ªa jerezana. El espaldarazo definitivo al turismo se dar¨¢ cuando abra sus puertas el parque tem¨¢tico del motor Speed Festival. Este parque de atracciones, cuyo presupuesto se eleva por encima de los 20.000 millones de pesetas, esta llamado a convertirse en sustento del desarrollo tur¨ªstico de la zona. Mientras tanto, las cifras de visitantes crecen constantemente y no es dif¨ªcil ver a grandes grupos de guiris que llegan atra¨ªdos por el clima, los espect¨¢culos de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre o el patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico jerezano. No ser¨ªa justo olvidar como acicate de este crecimiento tur¨ªstico al Circuito de Velocidad de Jerez. Sin duda, los grandes eventos del trazado andaluz han servido no s¨®lo para inyectar fuertes cantidades de dinero en determinadas ¨¦pocas del a?o, sino para exportar a todo el mundo la imagen de Jerez. ?Y la carretera? El boom tur¨ªstico, eso s¨ª, depender¨¢ y mucho de las comunicaciones, asignatura pendiente de las administraciones en Jerez. Por aire, el caos aeroportuario amenaza en los ¨²ltimos meses con desbaratarlo todo, y por tierra, la ciudad espera, en algunos casos desde hace 10 a?os, obras como la de la autov¨ªa Jerez-Los Barrios (que ya ha empezado a construirse), la conexi¨®n de la autopista con el aeropuerto, la construcci¨®n de la nueva circunvalaci¨®n o la duplicaci¨®n de la v¨ªa en el trayecto hasta C¨¢diz. En el cap¨ªtulo de infraestructuras est¨¢ ya en marcha el Proyecto Ferroviario, una de las m¨¢s ambiciosas iniciativas llevadas a cabo en Jerez. Los trabajos, que comenzaron hace un par de meses, pretenden integrar el ferrocarril en la ciudad, evitando la barrera que ahora representan las v¨ªas del tren. El otro gran objetivo es el de impulsar la industria agroalimentaria. En la actualidad, el cultivo de las frutas y hortalizas mueve anualmente un volumen de aproximadamente 25.000 millones de pesetas, a pesar de no contar con un soporte industrial fuerte ni con los medios necesarios. La red de canalizaci¨®n de agua para riego, por ejemplo, esta obsoleta y presenta un estado lamentable. Su reparaci¨®n aparece en el programa de varios partidos pol¨ªticos en estas elecciones. El enorme termino municipal de Jerez, con casi 1.200 kil¨®metros cuadrados, esta salpicado de cultivos por explotar. El objetivo es montar una industria s¨®lida alrededor de todo esto. Los comicios municipales est¨¢n a la vuelta de la esquina. Muchos de los proyectos e iniciativas que aqu¨ª se describen cristalizar¨¢n o fracasar¨¢n en los cuatro pr¨®ximos a?os dependiendo en buena parte de quien ocupe el sill¨®n de mando. Partido Popular, PSOE e IU intentar¨¢n encontrar en las urnas la oportunidad que les permita acabar con la supremac¨ªa andalucista de los ¨²ltimos 20 a?os en la ciudad. Pedro Pacheco, el actual alcalde, afirma que su fecha de caducidad est¨¢ muy lejos. El l¨ªder del PA tiene a su favor un peculiar carisma y, sobre todo, el arraigo que da gestionar durante dos d¨¦cadas el Ayuntamiento de Jerez. El camino que resta por delante es esperanzador para una ciudad que ya no huele tanto a vino.
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