San Sebasti¨¢n pone en alquiler las primeras viviendas vac¨ªas

La ocupaci¨®n en r¨¦gimen de alquiler de viviendas deshabitadas de San Sebasti¨¢n se efectuar¨¢ de forma inminente. El plan de choque, aprobado en diciembre del a?o pasado con el fin de colocar en el mercado pisos vac¨ªos, ha surtido un efecto inmediato, puesto que varios propietarios de estas viviendas ya han aceptado cederlas en arrendamiento a cambio de recibir ventajas fiscales y garantizarse el abono de las rentas mediante un seguro especial. En San Sebasti¨¢n existen hoy unas 9.000 viviendas vac¨ªas que el Ayuntamiento pretende ocupar para satisfacer la elevada demanda de pisos existente. El gerente del Patronato de la Vivienda, Agust¨ªn Iraeta, asegura que este mes estar¨¢n habitadas los primeros pisos vac¨ªos por inquilinos que abonar¨¢n entre 40.000 y 50.000 pesetas mensuales. El programa Alokabide consiste en incentivar econ¨®micamente a los propietarios de casas vac¨ªas mediante bonificaciones en tasas municipales. Adem¨¢s, el Ayuntamiento se compromete a facilitar su asesoramiento en la tramitaci¨®n de subvenciones del Gobierno vasco para rehabilitar pisos antiguos y, en ¨²ltimo t¨¦rmino, ofrece al arrendador un seguro de multirriesgo que cubre los posibles desperfectos y otra p¨®liza que garantiza el cobro de la renta mensual. En este ensamblaje, el Ayuntamiento desempe?a el papel de ¨¢rbitro para resolver extrajudicialmente los conflictos entre las partes. La corporaci¨®n ha destinado de sus presupuestos un total de 20 millones de pesetas para crear una oficina permanente que inspeccionar¨¢ el estado de los pisos y actuar¨¢ como mediador entre arrendador e inquilino. Aunque es un programa abierto a toda la poblaci¨®n, esta semana se firmar¨¢ un convenio con el Instituto Nacional de la Juventud por el que concede otros 20 millones de pesetas para animar a los menores de 30 a?os a sumarse al plan Alokabide. San Sebasti¨¢n ha optado por este plan remedando a ciudades como Madrid, Alicante y Tarrasa, y ha desestimado la penalizaci¨®n fiscal por la posesi¨®n de viviendas desocupadas, como ocurre en Navarra.