Pelea audiovisual entre el GIL y el PA por el electorado de Marbella
Uno emplea el blanco donde el otro utiliza el color. El alcalde de Marbella, Jes¨²s Gil, y el candidato andalucista, Carlos Fern¨¢ndez, han elegido un campo at¨ªpico para la batalla electoral: el audiovisual. En el v¨ªdeo de Gil, el alcalde se dirige paternalista a los electores para recordarles las excelencias de su gesti¨®n; en el del PA, Fern¨¢ndez resume los ocho a?os a base de escenas grotescas e insultos dirigidos por el alcalde. "Si buscas que diga que no pago porque no se me pone en los cojones, pues lo puedo decir otra vez", brama un Gil en blanco y negro en la primera escena seleccionada por el PA. La segunda: "Ya dije en la SER que todos los socialistas eran unos hijos de puta". Y entre ellos, el alcalde selecciona a su m¨¢s inmediata rival, la candidata del PSOE, Isabel Garc¨ªa Marcos, a la que describe como "una individua desagradable, fea, de tipo tuberculosa y asquerosa". Gil, en cambio, ha elegido un tono m¨¢s reflexivo para dirigirse a sus electores de t¨². A todo color, jugando con un reloj de oro en su despacho y encorbatado -en vez de con un fondo mar¨ªtimo y embutido en un ba?ador largo como lo presenta el PA- ensalza, a lo largo de 50 minutos, su gesti¨®n, que ha hecho que Marbella sea "envidiada universalmente". Sus bazas: la limpieza, la seguridad y la falta de paro en la ciudad. Tambi¨¦n encuentra tiempo para rememorar penurias. "Me han hecho de todo, me han metido en la c¨¢rcel. Como no me dejen embarazado, no s¨¦ qu¨¦ m¨¢s me van a hacer", se lamenta. Y aparecen las im¨¢genes de cuando fue encarcelado por el caso de las camisetas del Atl¨¦tico de Madrid y m¨¢s de un millar de simpatizantes lo apoyaron en la puerta de la prisi¨®n. Gil anima a sus electores en un plano corto, utilizando el s¨ªmil de un matrimonio "bien avenido al que nadie va a divorciar", a que acudan a las urnas. "Es media horita para votar y cuatro a?os para disfrutar", razona. S¨®lo en un momento llega a exaltarse: "os tengo muy mal acostumbrados y no pod¨¦is ser desagradecidos. A veces nos olvidamos, pero te est¨¢s jugando t¨² mucho m¨¢s que yo". Pero Gil, que est¨¢ en todo, no ha obviado que hay gente que no tiene v¨ªdeo. Por eso ha editado un libro de 300 p¨¢ginas y pastas duras en el que se recoge la memoria fotogr¨¢fica de la ciudad con la t¨¦cnica publicitaria de sal¨®n de belleza antes/ despu¨¦s. En la carta que abre tan colosal documento se disculpa porque sea "tan gordo", aunque en sus m¨ªtines se haya referido a ¨¦l como "un bonito recuerdo para que todos sus ciudadanos guarden en sus librer¨ªas". Tambi¨¦n recoge numerosos acontecimientos que han tenido lugar en la ciudad: desde la primera botella de agua desalada -aunque la desaladora arrastra una deuda de 4.000 millones de pesetas- hasta una concentraci¨®n de motos anual en la que el propio alcalde posa sobre un potente aparato amarillo. Los andalucistas saben que para combatir a Gil no basta emplear sus propias armas, sino que hay que ir m¨¢s all¨¢. Por eso una televisi¨®n local del vecino pueblo de Oj¨¦n difunde sus spots en los intermedios de pel¨ªculas porno. "No lo hemos buscado as¨ª, pero nos viene bien porque es uno de los espacios de m¨¢s audiencia", dice el coordinador de campa?a andalucista.
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