"El PP ve Madrid como continuaci¨®n de una autopista"
, Fernando Mor¨¢n es uno de los pol¨ªticos espa?oles en escena con mayor veteran¨ªa. Est¨¢ casado con Mar¨ªa Luz Calvo-Sotelo, con la que tiene dos hijas y un hijo, que le han dado seis nietos. Su condici¨®n de diplom¨¢tico ha determinado su vida. Quiz¨¢ por ello, antes de decidir acostumbra analizar en profundidad y consultar. M¨¢s interesado por las ideas que por las im¨¢genes, salvo las literarias, posee un pasado de disidencia antifranquista, vinculado a Enrique Tierno, y una experiencia pol¨ªtica -fue ministro de Asuntos Exteriores- que anhela aplicar a la vida municipal.Pregunta. En pol¨ªtica, ?es el sentimiento el que gu¨ªa la raz¨®n o la raz¨®n la que orienta al sentimiento?
Respuesta. Es una s¨ªntesis de ambas cosas. Lo que te lleva a la pol¨ªtica es el sentimiento y la conciencia del deber moral hacia los otros. Luego, viene la reflexi¨®n. Yo me considero una persona muy reflexiva, pero no soy fr¨ªo.
Lugar y fecha de nacimiento Avil¨¦s (Asturias)
25 de marxo de 1926Profesi¨®n Diplom¨¢tico Cargo Eurodiputado hasta 1999 A?os en el cargo 12 Partido pol¨ªtico Partido Socialista Obrero Espa?ol
P. ?C¨®mo se percibe a s¨ª mismo, como un pol¨ªtico pragm¨¢tico o m¨¢s bien doctrinario?
R. Es dif¨ªcil percibirse a uno mismo. Como ministro de Asuntos Exteriores, defin¨ª las l¨ªneas de la pol¨ªtica exterior espa?ola y, luego, me atuve a los equilibrios existentes entonces. Creo que se trata de conseguir una adaptaci¨®n de ambas dimensiones.
P. ?C¨®mo es ideol¨®gicamente Fernando Mor¨¢n?
R. Tengo una concepci¨®n abierta del mundo, inspirada en una ideolog¨ªa cada vez m¨¢s orientada hacia la participaci¨®n. A la vez, vivimos en una democracia representativa basada en una conciencia igualitaria y poseo una concepci¨®n internacionalista que ocupa en m¨ª un gran espacio porque hoy vivimos entre un gran desorden mundial.
P. ?Qu¨¦ ventajas y qu¨¦ inconvenientes le plantea su experiencia en pol¨ªtica exterior ante el reto de la alcald¨ªa de Madrid?
R. Son ¨¢mbitos complementarios, porque la pol¨ªtica es, en s¨ª, la misma. Se trata de poner al servicio de los dem¨¢s lo que uno piensa y sabe. Adem¨¢s, Madrid es la capital de un Estado medio-grande, que ya no est¨¢ infradesarrollado y que carece de fronteras con los otros 14 miembros de la Uni¨®n Europea. Pero Madrid tiene hoy un aire pacato y provinciano que no se corresponde con las verdaderas dimensiones de esta ciudad. Los j¨®venes madrile?os pertenecen ya a la generaci¨®n mejor formada de toda la historia de este pa¨ªs.
P. Usted parece obligado hoy a acertar en tres dianas pol¨ªticas: acreditar dentro del PSOE una nueva cultura surgida de las primarias, crear una pol¨ªtica municipal mejor que la del PP y, en tercer lugar, contribuir a la recuperaci¨®n de la confianza en el voto socialista. ?C¨®mo piensa acertar en las tres dianas?
R. A?adir¨ªa una cuarta: la de aumentar la sensaci¨®n de que la pol¨ªtica tiene sentido. Con respecto al primer asunto, las tendencias naturales y endog¨¢micas dentro de los partidos exigen que se acepte la renovaci¨®n de las personas. En cuanto a la segunda diana, la administraci¨®n municipal es hoy en Madrid anacr¨®nica y rutinaria, se mueve en concepciones que no han cambiado y que no tienen en cuenta el lenguaje de conocimientos t¨¦cnicos y sociol¨®gicos de hoy que antes no exist¨ªa; entiende el Ayuntamiento como mero ¨®rgano administrativo y no como una comunidad natural, que es lo que realmente es y ha de ser. Por otra parte, esa administraci¨®n municipal se encuentra muy supeditada a distintos juegos de intereses comerciales. Y, en cuanto al tercer aspecto, noto una creciente proximidad del ciudadano a esta campa?a. Esto va a incidir en la cosa p¨²blica y de ello resultar¨¢ una revitalizaci¨®n del PSOE, que, en dos a?os, va a tener que ponerse a la altura de las circunstancias.
P. ?Le asustan esas responsabilidades?
R. No. Soy consciente del desaf¨ªo. Creo que se est¨¢ configurando un resultado muy positivo y ello me quita la angustia. No me asusta, tampoco, porque yo he entrado en esto por sentido del deber y de participaci¨®n, no para obtener un cargo. S¨¦ que en unas semanas puedo dirigir un equipo progresista de gobierno municipal y quiero hacer ver al ciudadano, sin dramatismo, lo que se juega en estas elecciones. Si vencemos, habremos avanzado en la extensi¨®n de la cultura democr¨¢tica.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s y lo que menos le atrae de la alcald¨ªa?
R. Me atrae imaginarme no como espectador o analista, sino como director de un cuerpo vital tan complejo como Madrid. Esto es un desaf¨ªo intelectual y pol¨ªtico que, bien entendido, es tambi¨¦n un reto moral, porque la pol¨ªtica consiste en la inteligencia de trasladar a la escala social una opini¨®n ¨¦tica individual, realizar la coincidencia de la ¨¦tica de uno con la de los dem¨¢s. Me preocupa la posibilidad de triunfar y tambi¨¦n la de errar. ?se es el motor de la correcci¨®n, que exige tener una idea norte y modestia suficiente para admitir un yerro.
P. Por cierto, ?herrar¨ªa usted, con h, a alguno de los pol¨ªticos hoy en liza electoral?
R. No [r¨ªe], y eso no s¨®lo porque la piedad sea un imperativo moral. A veces, la opini¨®n p¨²blica es tremendamente dura con el pol¨ªtico. Es explicable que as¨ª sea, pero no herrar¨ªa a nadie, aunque si alguien ha errado, sin h, se lo indicar¨ªa.
P. ?Cu¨¢les son los aspectos m¨¢s criticables de la pol¨ªtica municipal del PP y los m¨¢s autocriticables de la del PSOE?
R. Empezar¨¦ por el PSOE. Creo que los equipos anteriores, de buena fe, se equivocaron y aplicaron un modelo en el que creyeron que Madrid no iba a crecer. Su principal aportaci¨®n fue, sin embargo, la de no ser sectarios ni con la Iglesia ni con la derecha. El modo convivencial de Tierno Galv¨¢n cre¨® escuela.
P. ?Y el PP?
R. Tiene un defecto de percepci¨®n, no ha sabido tener capacidad para llegar a un mejor reparto de los impuestos. La proporci¨®n fiscal: 50 para el Estado, 25 para las comunidades y 25 para los ayuntamientos, aqu¨ª no se cumple. Hay que reconocer que este Ayuntamiento no tiene una deuda muy grande, cierra con super¨¢vit, pero la clase pol¨ªtica ha abandonado el municipalismo. La derecha ha planeado Madrid como si fuera la continuaci¨®n de una autopista, lo cual constituye una concepci¨®n poco humana de esta ciudad. Este Ayuntamiento no lucha contra las tendencias deshumanizadoras. La ciudad, de este modo, se convierte en mero centro de trabajo m¨¢s que en un lugar para ser disfrutado y vivido por los ciudadanos.
P. ?Qu¨¦ necesidades ciudadanas considerar¨ªa prioritario satisfacer como alcalde de Madrid?
R. Equilibrar social y econ¨®micamente la ciudad. Atacar el paro, junto con la Comunidad y el Estado. Hacer m¨¢s accesible la vivienda. Evitar la sectorializaci¨®n de Madrid...
P. ?Qu¨¦ entiende por evitar la sectorializaci¨®n?
R. Que exista vida en todos los barrios, no que sigan consagrados al trabajo o al tr¨¢fico. Aumentar la participaci¨®n ciudadana, estimulando la descentralizaci¨®n hacia las juntas municipales y convocando a consulta popular a los ciudadanos ante asuntos importantes. Transformar Madrid en una verdadera capital, con competencias de capital de un Estado con tendencias federativas. Lograr estructurar la ciudad con mayor conciencia de los riesgos para mantener la seguridad ciudadana. Recuperar las competencias que o bien no han sido desarrolladas o bien el Ayuntamiento ha cedido a la Comunidad, en materias de sanidad, educaci¨®n y servicios sociales. Impulsar la cultura, tanto la m¨¢s popular como la m¨¢s ligada a la creaci¨®n intelectual.
P. ?Qu¨¦ competencias intentar¨¢ recuperar de la Comunidad de Madrid?
R. El Ayuntamiento ha estado cediendo constantemente competencias a la Comunidad. El alcalde libra una batalla de subsistencia y el otro [Alberto Ruiz-Gallard¨®n] apunta a los m¨¢s altos destinos, no digo yo al solio pontificio, pero casi. Si Cristina Almeida resulta elegida, discutiremos los dos la recuperaci¨®n de competencias, sobre todo en sanidad p¨²blica.
P. ?Decretar¨ªa una amnist¨ªa de multas de tr¨¢fico tras las irregularidades observadas?
R. No como un tedeum por la victoria electoral, porque me llamar¨ªan demagogo. Pero la llevar¨¦ al pleno municipal.
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