Habana Abierta experimenta con el rock tropical en su nuevo disco

Fueron inicialmente Habana Oculta, colectivo de cantautores habaneros reunidos por Gema y Pavel para grabar un disco que edit¨® el sello madrile?o Nubenegra. Ya instalados en Espa?a, pasaron a una compa?¨ªa grande, se rebautizaron como Habana Abierta y editaron un disco con el mismo nombre. Un a?o despu¨¦s, reducidos a sexteto, publican 24 horas, disco que presentan hoy en la sala madrile?a Arena.

Se llaman Vanito Caballero, Pepe del Valle, Jos¨¦ Luis Medina, Kelvis Ochoa, Alejandro Guti¨¦rrez y Boris Larramendi: componen juntos o por separado y todos cantan en cada tema. Han colaborado con Ana Bel¨¦n, Lucrecia, Ana Torroja o Tomasito y s¨®lo les queda "profundizar en el flamenco, algo que apetece pero que realmente no depende de nosotros: a los flamencos les resulta m¨¢s f¨¢cil acercarse a lo cubano que al rev¨¦s. Son recetas musicales bastante similares, pero se han cocinado en cazuelas muy distantes". Todo llegar¨¢, aseguran: "Nuestros productores, Gema y Pavel, ya han grabado con Ketama. Y en 24 horas hacemos un gui?o a Javier Ruibal, que es nuestro faro para lo sure?o". En Espa?a, su propuesta musical rompe esquemas: "Aqu¨ª parece que no existe nada entre el cantautor y el grupo de rock. Y nosotros somos ahora seis cantautores que se juntan como un taller de creaci¨®n, donde todos aprendemos de todos. No es exactamente un grupo, se trata de una formaci¨®n mucho m¨¢s libre ya que se han marchado compa?eros sin que eso haya roto Habana Abierta o enturbiado nuestra relaci¨®n con ellos. Eso s¨ª, hemos modificado nuestra propuesta en directo: en vez de ser unos tipos armando tremenda bulla, nos respalda un bajo, una guitarra el¨¦ctrica, una bater¨ªa, percusi¨®n. Ah¨ª s¨ª que nos acercamos a una cierta idea del rock latino. Nos identificamos con lo que ha escrito Miguel Barroso sobre 24 horas: que domina el ritmo, que es lo mismo que decir movimiento, respiraci¨®n, danza, sexo".

Nuevo territorio

Formados a la sombra de la nueva trova, pronto se distanciaron de la l¨ªnea de Silvio Rodr¨ªguez o Pablo Milan¨¦s: "A principios de los noventa, con el periodo especial, no se pod¨ªa seguir cantando loas a la revoluci¨®n como si nada estuviera ocurriendo. S¨®lo las orquestas de timba se atrevieron a contar lo que pasaba en la calle. Nosotros ¨¦ramos ladillas a las que se silenciaba simplemente impidiendo el acceso a los medios de comunicaci¨®n. A pesar de todo, nunca nos hemos calificado como disidentes ni hemos pedido asilo pol¨ªtico". Musicalmente, su oferta tambi¨¦n es m¨¢s bullanguera y heterodoxa: "Es imposible hacer trova, nueva o tradicional, si has estado chupando los discos de Red Hot Chili Peppers o Charly Garc¨ªa. Queremos pisar nuevo territorio, como ocurre cuando Caetano Veloso y Gilberto Gil se juntan: dos tipos que no tienen miedo de inventar, de reinventarse. No vamos por lo f¨¢cil, que en este mercado ser¨ªa el conectar con esa memoria sentimental de lo cubano que tienen los espa?oles, unos a trav¨¦s de Antonio Mach¨ªn y otros por v¨ªa de Silvio Rodr¨ªguez. La ¨²nica nostalgia que nos permitimos complacer es la nuestra, la que nos hace suspirar por los carnavales, por El Malec¨®n, por la comida de casa, por nuestra gente".