El forense reconstruir¨¢ las huellas de la momia de San Pl¨¢cido para comprobar si es el pintor

El antrop¨®logo forense Jos¨¦ Manuel Reverte Coma tiene intenci¨®n de rehidratar los dedos de la momia hallada en la iglesia de San Pl¨¢cido para obtener sus huellas dactilares y comprobar si se trata del pintor Diego de Silva y Vel¨¢zquez. "El tejido de las manos est¨¢ apergaminado y es muy f¨¢cil hidratarlo, inyectarle glicerina para dar consistencia a los pulpejos, y a continuaci¨®n rodar las huellas y tomar la impresi¨®n con tinta. Es lo mismo que se hace para fichar a un detenido en una comisar¨ªa de polic¨ªa", explica Reverte, quien advierte que "es un trabajo complicado". El proceso es relativamente f¨¢cil teniendo en cuenta el buen estado de conservaci¨®n de las manos. Una vez obtenida la ficha decadactilar (los 10 dedos), el siguiente paso consistir¨ªa en buscar una huella de Vel¨¢zquez impresa en el ¨®leo de alguno de sus cuadros. "Naturalmente, no se trata de buscar una huella superficial, que puede ser de un restaurador o de cualquier otra persona, sino de intentar hallar una huella grabada en la propia pintura", detalla el experto antrop¨®logo, que considera muy posible que Vel¨¢zquez tocara el ¨®leo estando a¨²n fresco y que dejara all¨ª su marca digital. "Se ha hecho en otros casos en que hab¨ªa dudas sobre la autenticidad de los cuadros", a?ade.

Reverte, nombrado por la Comunidad de Madrid responsable de estos trabajos, est¨¢ a¨²n a la espera de recibir las autorizaciones correspondientes para realizar todas las pruebas que aclarar¨¢n definitivamente si los cuerpos descubiertos bajo el altar de la iglesia de San Pl¨¢cido pertenecen o no a Vel¨¢zquez y a su esposa, Juana Pacheco.

Huesos y ropas

El antrop¨®logo pretende formar un equipo multidisciplinar que se encargar¨¢ de dos ¨¢reas: una, la dedicada al estudio de los huesos de las momias, y otra que se ocupar¨¢ del an¨¢lisis de la espada, la vestimenta y la gola (especie de alzacuellos) que conserva el cad¨¢ver del var¨®n. La gola est¨¢ hecha con tela reforzada con la hoja de un libro a trav¨¦s del que se podr¨ªa fijar la fecha del enterramiento. Por su parte, el profesor Reverte planea moler parte de un hueso del cad¨¢ver para determinar -mediante el procedimiento de derivaci¨®n at¨®mica- si contiene restos de plomo, sustancia que proceder¨ªa de la pintura con la que Vel¨¢zquez estuvo en contacto durante toda su vida. Dado que la momia no conserva las u?as, es imposible tratar de buscar plomo en esta parte de las manos.

El antrop¨®logo ya ha realizado an¨¢lisis en busca de plomo mediante cierta cantidad de polvillo extra¨ªdo del sarc¨®fago que contiene los restos del supuesto Vel¨¢zquez. Pero el estudio, realizado mediante microscopio electr¨®nico, no ha dado resultados debido a que en este caso se necesita una mayor cantidad de muestra.

Otro de los elementos que ya est¨¢ siendo estudiado es "un peque?o fragmento" de cabello cano que el profesor cree que pudo pertenecer al genial artista, pese a que "se retrata siempre con cabello negro", dice. "Pero yo estoy convencido de que a la edad en que muri¨® ten¨ªa que tener cabello canoso", agrega.

Otro de los proyectos del equipo que se encargar¨¢ de determinar si los restos descubiertos en San Pl¨¢cido son los de Vel¨¢zquez consistir¨¢ en reproducir -mediante el empleo de una imagen de ordenar digitalizada- el rostro de la momia a partir de los huesos de la cara y "rellenando" de forma ficticia las partes blandas que no existen.

El encargado de estas operaciones recalca que Vel¨¢zquez ten¨ªa una cabeza peque?a y muy ovalada, caracter¨ªsticas que coinciden con la del hombre sepultado bajo el altar de la iglesia de la calle de San Roque. "Yo sigo creyendo que hay un 90% de posibilidades de que los dos cuerpos pertenezcan al pintor y a su esposa, pero habr¨¢ que determinarlo cient¨ªficamente", reconoce. Y mantiene su creencia de que los cuerpos del matrimonio fueron trasladados a San Pl¨¢cido despu¨¦s de que Jos¨¦ Bonaparte, Pepe Botella, arrasara la iglesia donde estaban hasta entonces para hacer la plaza de Ramales.