CDC urge un acuerdo con Uni¨® sobre el puesto de Duran en las listas

Converg¨¨ncia Democr¨¤tica no quiere plantarse en la precampa?a de las auton¨®micas con el problema Duran como si fuera la espada de Damocles. El presidente del comit¨¦ de gobierno de Uni¨®, Josep Antoni Duran Lleida, anunci¨® ayer que ocupar¨¢ un oscuro octavo puesto en la lista por Barcelona despu¨¦s de que sus socios convergentes se negaran a aceptarle como n¨²mero dos. Tras el rev¨¦s electoral de las municipales, CDC busca un acuerdo con Uni¨® antes de fin de mes.

Una herida mal cicatrizada puede volver a sangrar en cualquier momento, y con la experiencia de las municipales se impone una cura definitiva. En Converg¨¨ncia son conscientes de que acudir a las elecciones en oto?o con Duran Lleida enterrado en el octavo puesto es negativo y desequilibrar¨ªa el resto de candidatura. Pero tampoco est¨¢n dispuestos a que el remedio sea peor que la enfermedad y, por tanto, no quieren situar al l¨ªder de Uni¨® detr¨¢s mismo de Jordi Pujol porque podr¨ªa interpretarse en clave sucesoria. Ante la negativa de Converg¨¨ncia a aceptarle como n¨²mero dos, los democristianos, en respuesta, optaron por situar a Joan Rigol en el tercer puesto, el reservado para el hipot¨¦tico presidente del Parlament, y relegar a Duran al siguiente que le corresponde a Uni¨®, el octavo. El pasado martes, Jaume Ciurana, en la ejecutiva nacional de CDC, ya alert¨® sobre los perjuicios que ocasionar¨ªa mantener a Duran en esa posici¨®n, y m¨¢s cuando desde la coalici¨®n nacionalista se achaca en parte a las dif¨ªciles relaciones entre ambos partidos los malos resultados de las municipales. "Los pactos se cerraron demasiado tarde y mal. Las negociaciones fueron duras, pol¨¦micas y adem¨¢s p¨²blicas", comenta un destacado dirigente de Converg¨¨ncia. Hay que cerrar filas. No puede volverse a repetir el espect¨¢culo de las municipales y menos en plena precampa?a de las auton¨®micas. La experiencia demuestra que las escuelas de verano de Uni¨® y Converg¨¨ncia son proclives a discursos de alto contenido reivindicativo y hay que evitar que la ubicaci¨®n de Duran Lleida en las listas se convierta en un tema de debate. El conflicto, seg¨²n dirigentes de ambos partidos, es el puesto que finalmente debe ocupar el l¨ªder democristiano. Existen diversas soluciones partiendo de una premisa: no puede aceptarse que el presidente de uno de los partidos de la coalici¨®n quede relegado al octavo lugar de las listas auton¨®micas. "Para nosotros no es un problema", comenta un miembro de la direcci¨®n de Uni¨®. "O va de n¨²mero dos o nos quedamos con el octavo. No hay nada m¨¢s que discutir. Rigol va de tres y Duran de ocho". Desde Converg¨¨ncia se ven las cosas de diferente manera y se aboga por una soluci¨®n negociada que podr¨ªa pasar por reservar los puestos tres y cuatro para los democristianos. El tercero, Duran Lleida y el cuarto, Rigol. Derecho sucesorio "Si Pujol dice que Duran va de n¨²mero dos, en Converg¨¨ncia puede producirse un terremoto. Pero bueno, otras nos hemos tragado", apunta un miembro de la ejecutiva convergente. "El problema es que en Uni¨® quieren el segundo puesto para reafirmar a Duran como sucesor de Pujol. Por eso nos irrita tanto este asunto", a?ade la misma fuente. En CiU apuestan por una campa?a electoral "en positivo", tal como la denominan sus dirigentes. Se insistir¨¢ sobre todo en la gesti¨®n realizada desde el Gobierno de la Generalitat y se abandonar¨¢ el tan habitual mensaje victimista frente a Madrid. Las dos ¨²nicas reivindicaciones ser¨¢n las ya anunciadas por Jordi Pujol en sus conferencias: m¨¢s cotas de autogobierno y un nuevo pacto fiscal, pero destacando su faceta social. Durante estos dos meses de verano se intentar¨¢ reorientar paulatinamente el discurso hacia el centro "desacomplejado o progresista", como lo definen en CDC, es decir, alej¨¢ndose del Partido Popular. La nueva ley de selecciones deportivas catalanas y el acuerdo para el doblaje de pel¨ªculas al catal¨¢n ser¨¢n dos claros ejemplos de esta pol¨ªtica.