El desalojo de un local "gay" abri¨® el caso

Una tarde de junio de hace tres a?os, la Polic¨ªa Municipal irrumpi¨® en una lujosa sauna gay situada en el centro de la ciudad. Los agentes encontraron cien clientes y, tras identificarlos, les orden¨® abandonar el establecimiento. Los colectivos de homosexuales y lesbianas denunciaron en la prensa el hecho. Pero el caso dio un giro inesperado, y lo que al principio era un supuesto abuso policial contra un colectivo discriminado se convirti¨®, a los dos d¨ªas, en un episodio de presunta corrupci¨®n municipal. Y es que Francisco Herrero Cogorro, propietario de Para¨ªso y conocido en c¨ªrculos inmobiliarios y nocturnos, al ver c¨®mo la polic¨ªa clausuraba su local, denunci¨® que todo ocurr¨ªa "por no aceptar los sobornos". "A no ser que untes a funcionarios, la cosa no sale adelante", a?ad¨ªa a quien quer¨ªa o¨ªrle. Herrero pregon¨®, con lujo de detalles, que en el Ayuntamiento exist¨ªa una red de corrupci¨®n que a cambio de millones otorgaba licencias o miraba para otro lado a la hora de cerrar negocios sin todas las bendiciones legales. Confes¨® haber pagado mensualidades a un empleado "para que se encargara de los asuntos". En la cabeza de esta red Herrero situ¨® a Carmelo Garc¨ªa, al que motej¨® de "conseguidor", apellido que recibe en estos ambientes el funcionario que trapichea favores burocr¨¢ticos por dinero. El due?o de Para¨ªso, quien ahora tambi¨¦n est¨¢ imputado, describi¨® cenas multimillonarias de funcionarios reparti¨¦ndose millones, maletines de ida y vuelta cargados de billetes, y aport¨® la fotocopia de un misterioso cheque que llevaba siempre en la cartera. El tal¨®n involucraba en la red a un ingeniero industrial, acusado de dar la firma a proyectos que no se ajustaban a la realidad, y al presidente de una empresa alemana, acusado de pagar 5.050.000 pesetas a Carmelo Garc¨ªa.

Mientras los polic¨ªas ataban cabos, el Ayuntamiento inhabilitaba a cuatro funcionarios, entre los que se encontraba el supuesto conseguidor, y se personaba en el juicio que se desarrolla ahora.

Un mes despu¨¦s del precinto, Herrero logr¨® abrir de nuevo la sauna. Luego se asoci¨® con Emilio Rodr¨ªguez Men¨¦ndez, abogado famoso en estos ambientes que ahora est¨¢ en el hospital con un pulm¨®n herido de un balazo disparado por un mat¨®n al que, supuestamente, contrat¨® su propia mujer.