La herencia de dos genios
El Reino Unido celebra con exposiciones y retrospectivas los centenarios de Hitchcock y Laughton
Los caminos de Alfred Hitchcock y Charles Laughton se han cruzado, por lo menos, dos veces en los ¨²ltimos cien a?os. En 1939, el genio del suspense dio a su contempor¨¢neo el papel principal en la adaptaci¨®n de Daphne du Maurier Posada de Jamaica y, una d¨¦cada despu¨¦s, volvi¨® a solicitar sus servicios para la realizaci¨®n de El proceso Paradine. Ninguna de estas dos pel¨ªculas destaca entre las obras maestras de Alfred Hitchcock, pero la impactante interpretaci¨®n del panel de actores elegidos cautiv¨® la imaginaci¨®n de, entre otros, el escritor Graham Greene.
La trayectoria del d¨²o de directores/actores vuelve a coincidir este verano con ocasi¨®n del doble centenario de su nacimiento. Ambos artistas vieron la luz con un mes de distancia -Laughton, en julio; Hitchcock, en agosto-, en escenarios muy distantes -Scarborough, norte de Inglaterra, y Londres, respectivamente- y en el seno de sendas familias cat¨®licas.
Despu¨¦s de triunfar en su territorio emprendieron, por caminos separados, el peregrinaje a Estados Unidos, donde cosecharon triunfo y fama.
Culo de elefante
V¨ªctima de su propio complejo de actor poco agraciado f¨ªsicamente -lleg¨® a comparar su cara con el trasero de un elefante- y con remordimientos de conciencia a costa de su homosexualidad, Laughton recre¨® en Hollywood un ab¨¢nico de personajes malvados o grotescos. Interpret¨® al estricto y ambicioso Capit¨¢n Bligh en Rebeli¨®n a bordo, de Frank Lloyd, y, entre otros muchos trabajos que superan el paso del tiempo, dio vida a Quasimodo en El jorobado de Notre Dame, de William Dieterle. A los 54 a?os, Laughton debut¨® en la realizaci¨®n con la que ser¨ªa su ¨²nica pel¨ªcula, una obra maestra adem¨¢s, La noche del cazador.
Castigado en su d¨ªa por la cr¨ªtica y el p¨²blico, este detallado estudio sobre la maldad, que protagoniza Robert Mitchum, aparece en una nueva copia en la retrospectiva selectiva que la Filmoteca Nacional de Londres le dedica el mes pr¨®ximo.
Scarborough homenajea a su distinguido "hijo" con un ciclo de proyecciones, incluido un documental con metraje del maldito Yo Claudio, de Sternberg, una exposici¨®n y una serie de conferencias.
El resto de la naci¨®n relega al olvido a un personaje que no acert¨® a explotar una carrera que ya deslumbraba en los a?os treinta. Laughton obtuvo entonces un oscar por su papel en La vida privada de Enrique VIII, la pel¨ªcula de Alexander Korda en la que tambi¨¦n interviene la esposa del actor, Elsa Lanchester. La Academia de Hollywood volver¨ªa a celebrar su arte, esta vez sin concederle la preciada estatuilla, con Testigo de cargo, el filme de Billy Wilder de 1957.
Los huecos creativos en la trayectoria de Laughton hacen inevitable que el peso de los homenajes recaiga en Hitchcock. "Hay pocos directores en el mundo que le igualen. Sus pel¨ªculas no son excesivamente complejas ni profundas, pero est¨¢n realizadas con una genialidad asombrosa", defiende Eric Liknaitzky, director de la distribuidora independiente Contemporary Films.
Liknaitzky prepara el estreno, el 13 de agosto, d¨ªa del cumplea?os del maestro del suspense, de una nueva versi¨®n de Extra?os en un tren. "Es una copia rescatada en Hollywood que el propio Hitchcock hab¨ªa destinado al mercado brit¨¢nico, pero que nunca lleg¨® a proyectarse. Incluye cambios muy sutiles y tiene un final distinto al de la versi¨®n difundida en 1951, pero no llega a ser estrictamente un montaje del director", explica.
Patricia Hitchcock, hija del cineasta, ha prometido asistir a la proyecci¨®n de Extra?os en un tren en la filmoteca de Londres. Por otra parte, Farley Granger, protagonista en la misma pel¨ªcula, se ha prestado a comparecer en una sesi¨®n de preguntas y respuestas organizada por la instituci¨®n. El nivel de expectaci¨®n por el centenario crece semana tras semana. "Tenemos pocos cineastas con renombre internacional y la gente quiere celebrarlo. Hitchcock es como un nombre de pila para todas las generaciones. Necesita pocas presentaciones", confirma el director de Contemporary Films.
Leyendas inmortales
El Instituto Brit¨¢nico de Cinematograf¨ªa (BFI) recuerda a uno de sus hijos predilectos con una restrospectiva, pr¨¢cticamente completa, durante los meses de agosto y septiembre. "Es un raro ejemplo de una carrera que ha logrado repetidamente ¨¦xito comercial y cr¨ªtico desde la era del cine mudo hasta el Cinemascope con elegancia", se?ala el responsable de programaci¨®n. El ciclo Hitchcock incluye trabajos para televisi¨®n, documentales de guerra, intervenciones de colaboradores del director, adem¨¢s de otros cineastas, y programas educativos. En esta ocasi¨®n, el homenaje no se ci?e al mundo estrictamente cinematogr¨¢fico. Las casas editoriales preparan el lanzamiento de nuevos tomos dedicados a un personaje cuya leyenda nunca muere. De momento, varios t¨ªtulos est¨¢n ya en las librer¨ªa, como Hitchcock"s secrets notebooks (Cuadernos secretos de Hitchcock), un diario sobre los rodajes del maestro recopilado por Dan Auiler. En Vertigo: the making of a classic, del mismo autor norteamericano, contribuye en la introduccci¨®n Martin Scorsese.
Entre las exposiciones destaca la serie de instalaciones colectivas del Museo de Arte Moderno de Oxford. Titulada Encadenados, la muestra investiga la influencia de Hitchcock en el arte de vanguardia. Cerca de una quincena de artistas internacionales en todas las disciplinas -Cindy Sherman, John Baldesaari, Stan Douglas, Chris Maker o, entre otros, Atom Agoyan- presentan, a partir del 11 de julio, nuevos o conocidos trabajos relacionados con el mundo del suspense, voyeurismo, miedo y obsesi¨®n. La fuerza del m¨ªtico y reservado director queda reflejada en las palabras de Liknaitzky: "Si me enviaran a una isla desierta, llevar¨ªa conmigo la colecci¨®n de 52 pel¨ªculas de Hitchcock".
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