Agricultura insta a ganaderos, industriales y comunidades a poner orden en el sector l¨¢cteo

El Ministerio de Agricultura ha iniciado en las ¨²ltimas fechas una ofensiva para acabar con todas las irregularidades que se producen actualmente en el sector de la leche de vaca, desde el campo hasta el consumo. La Administraci¨®n ha recabado la colaboraci¨®n de los ganaderos para clarificar la pol¨ªtica de producci¨®n. Est¨¢ previsto tambi¨¦n un encuentro con las industrias para tratar sobre la calidad de la leche y se pretende recabar la colaboraci¨®n de las comunidades aut¨®nomas para que se cumplan todas las exigencias de calidad y evitar el fraude al consumidor.

La producci¨®n de la leche de vaca es uno de los sectores que han funcionado con un mayor descontrol en la ¨²ltima d¨¦cada, sin que las diferentes administraciones se hayan atrevido a poner orden en todo el proceso, desde la producci¨®n a la comercializaci¨®n. En el sector productor, la Administraci¨®n quiere ahora que se ponga orden en la aplicaci¨®n de las cuotas y en la calidad de la leche que sale de cada granja. No es posible que oficialmente Espa?a no cubra la cuota de producci¨®n asignada por Bruselas -5,6 millones de toneladas- y que, por otra parte, como sucede en este momento, sobren miles de toneladas de leche en el campo cuando el consumo est¨¢ por encima de la producci¨®n oficial.

Se baraja una producci¨®n superior a la cuota asignada en torno a un mill¨®n de toneladas. Esta leche se comercializa ilegalmente y es adquirida por la industria a precios m¨¢s bajos que la leche que se vende oficialmente bajo cuota.

Frente al riesgo de tener que pagar una tasa por litro producido de unas sesenta pesetas si un ganadero supera su cuota de producci¨®n, los productores prefieren vender esa leche con rebaja a la industria. De esta forma comercializan lo que se conoce como leche negra, que es la materia prima fuera de cuota.

Baremos de calidad

Igualmente se comercializa lo que se denomina leche comprimida, cuando un ganadero vende oficialmente 100 litros pero en realidad ha entregado 200 litros. La industria hace figurar en factura como que ha pagado los 100 litros a un precio alto, cuando en realidad ha comprado 200 a menor precio. Agricultura quiere que se ordene todo este proceso de ventas de leche y m¨¢s en un momento en que se deben asignar cuotas por un montante superior a las 600.000 toneladas, 550.000 concedidas por Bruselas y m¨¢s de 70.000 toneladas que hay en el fondo o reserva nacional.

Por parte del Ministero de Agricultura se quiere parar en seco la comercializaci¨®n de leches que no cumplan los baremos m¨ªnimos de calidad exigidos por Bruselas. En este momento, las leches deben tener un m¨¢ximo de 100.000 bacterias y 400.000 c¨¦lulas som¨¢ticas por mililitro, 3,7% de materia grasa, 3,1% de prote¨ªnas y no tener antibi¨®ticos.

Frente a estas exigencias, aunque se han mejorado las condiciones de la materia prima, la realidad es que se est¨¢n comercializando leches que no cumplen estos par¨¢metros. De estos incumplimientos, el m¨¢s grave ser¨ªa el referido a los antibi¨®ticos, ya que son de dif¨ªcil destrucci¨®n aun con los tratamientos de calor a que se somete el producto, pudiendo pasar los mismos al organismo de las personas.

En teor¨ªa, en este momento no podr¨ªa circular una sola cisterna en el pa¨ªs con leche por debajo de esas condiciones de calidad. Agricultura opt¨® en su d¨ªa por aplicar esas exigencias progresivamente. Para la industria, la compra de esa leche le supone la posibilidad de adquirir materia prima a bajos precios, al margen de la calidad, y poder jugar as¨ª con precios a la baja en el mercado.

Aunque no hay cifras oficiales y las condiciones han mejorado sensiblemente en los ¨²ltimos a?os, la leche que se vende en origen por debajo de esos m¨ªnimos de calidad podr¨ªa superar el 30%.

Un segundo objetivo del Ministerio de Agricultura para ordenar y clarificar el sector de la leche es poner orden en la industria. Se pretende que los industriales colaboren con la Administracion en este proceso. En primer lugar, no contribuyendo con sus compras a la producci¨®n de leches fuera de cuota o que no cumplan los baremos m¨ªnimos de calidad. Para la Administraci¨®n, si la industria no adquiriera esa leche, no habr¨ªa ganaderos que la produjeran.

Tambi¨¦n se pretende que la industria aborde la eliminaci¨®n de la venta de leches baratas, bien con segundas marcas de cada firma o con marcas blancas de la distribuci¨®n. Las grandes cadenas han impuesto una pol¨ªtica de precios bajos para la leche, y ello ha obligado a las industrias a suministrar cartones baratos para las estanter¨ªas de los hipermercados y poder seguir as¨ª en el mercado.

Medios industriales se?alan su total disposicion a defender la calidad y los precios para la leche, aunque reconocen que ello requiere una estrategia compleja y que deber¨ªa partir del propio convencimiento de las grandes distribuidoras para aceptar que la leche no deba tener un precio por debajo de un coste m¨ªnimo de 80 pesetas.