Sedientos de Man¨¢

La planta baja de la FNAC, en Callao, era un hervidero humano a las seis de la tarde de ayer. Pero no se trataba de una masa ¨¢vida de los libros y discos que se venden en esta macrotienda, sino de los seguidores de la agrupaci¨®n mexicana Man¨¢, que acudieron para apreciar en vivo la breve actuaci¨®n de sus ¨ªdolos. A la presentaci¨®n tan s¨®lo pudieron entrar 150 personas, que estoicamente aguantaron tres largas horas de cola para conseguir una invitaci¨®n. Afuera se quedaron unas 350. Desde las cuatro de la tarde, los fan¨¢ticos del grupo mexicano comenzaron a llegar. Uno a uno fueron instal¨¢ndose a las puertas del reducido escenario y esperaron con paciencia. "Hemos venido porque somos miembros de su club de fans y les queremos mucho", cont¨® Gema, una de las primeras en la fila. Con ella se hallaban varias chicas m¨¢s de entre 19 y 23 a?os, que no quisieron desaprovechar la ocasi¨®n de ver gratis a sus m¨²sicos favoritos. "En plan vacaciones, cuando no tienes nada que hacer, est¨¢ bien venir a ver estos espect¨¢culos", afirm¨® una chica que confes¨® no ser ferviente admiradora de Man¨¢. "Pero me gustan algunas de sus canciones", dijo.

Con el paso de las horas, la cola iba extendi¨¦ndose y muchos se impacientaban pensando que se quedar¨ªan fuera. Cristina, una de las asistentes, no lo pens¨® dos veces y se puso a contar una a una a las personas que estaban delante suyo. "Por los c¨¢lculos que he hecho soy la n¨²mero 112", anot¨®. En efecto, Cristina logr¨® su objetivo y pocos minutos despu¨¦s recibi¨® la anhelada invitaci¨®n. Leslie y Vanessa, en cambio, no tuvieron tanta suerte. Se quedaron fuera. "Llegamos hace poco tiempo y esper¨¢bamos poder entrar, pero nada, no se pudo", afirm¨®, casi resignada, Vanessa.

Ellas y las otras personas que no pudieron entrar al foro tuvieron que conformarse con escuchar desde lejos las canciones pop-rock de Fher, Sergio, ?lex y Juan. En la planta baja se confundieron fan¨¢ticos, curiosos, visitantes espont¨¢neos y personas que sencillamente quer¨ªan hacer compras. Muchas de ¨¦stas no atinaban a entender el porqu¨¦ de la multitud y buscaban explicaciones. "?Man¨¢? ?Eso qu¨¦ es, una pel¨ªcula?", pregunt¨®, desconcertado, un transe¨²nte que pasaba por all¨ª. Dentro, la histeria ya comenzaba a apoderarse de los 150 invitados. Gritos como "?qu¨¦ t¨ªos m¨¢s buenos y cojonudos!" se escuchaban sin cesar. Los destellos de las c¨¢maras fotogr¨¢ficas eran como una lluvia torrencial y fuera crec¨ªa la envidia. "Yo, que vine tan pronto y no logr¨¦ entrar. Me mor¨ªa de ganas de verles", se?al¨® Ana, una m¨¢s de las fan¨¢ticas de Man¨¢ que no tuvo suerte.

Para compensar a los menos afortunados, los organizadores descorrieron las cortinas del foro. Una decena de escalones separaba a la multitud sedienta de Man¨¢. Pero, aun as¨ª, la gente core¨® y aplaudi¨® las cinco canciones que interpret¨® el grupo. Y hasta se animaron a pedir otra m¨¢s.

La actuaci¨®n de Man¨¢ tan s¨®lo dur¨® 40 minutos, pero quienes estuvieron all¨ª se llevaron como recuerdo aut¨®grafos, besos, abrazos y muchas fotos con los chicos mexicanos.