El armario de trajes 'revival'

Una hermosa noche veraniega vino a arropar la llegada de este norteamericano negro, de una impresionante estirpe de creadores que han puesto sonido a la segunda mitad del siglo XX. Lenny Kravitz volvi¨® a ofrecer una velada m¨¢s que agradable a su numerosa parroquia madrile?a. A verle acudi¨® buen n¨²mero de ellos: la plaza estaba cubierta en casi dos tercios y en la zona vip brillaba un elenco de famosos: Lolita, Marta S¨¢nchez, el actor Eusebio Poncela y los presentadores de televisi¨®n Cristina T¨¢rrega y Juan Imedio. La velada se inici¨® por la tarde con la presentaci¨®n de una nueva int¨¦rprete llamada Cree Summer, que interpret¨® apenas cuatro temas de su disco de presentaci¨®n, llamado Street fa?rie y tocado y producido por el propio Lenny Kravitz. Lo temprano de la hora y lo mermado del sonido inicial hicieron que apenas se pudiera disfrutar de sus prometedoras canciones. Habr¨¢ que esperar una nueva visita en condiciones m¨¢s favorables.

Con la plaza a¨²n medio vac¨ªa -o medio llena, seg¨²n se mire- le toc¨® el turno a Rosario, que constitu¨ªa el ex¨®tico relleno en un sandwich de m¨²sica for¨¢nea. Con una impresionante banda en la que cabe destacar al bajista Fernando Ill¨¢n, el guitarrista Jos¨¦ A. Romero y la m¨¢s que extraordinaria vocalista Mayte Pizarro, la peque?a de los Flores hizo un show en el que repas¨® toda su discograf¨ªa en una clave m¨¢s guitarrera que las que ha usado hasta la fecha.

Ciertamente, y a pesar de que el p¨²blico parec¨ªa disfrutar de modo evidente, aunque tibio, qued¨® bastante patente que los mejores momentos de su concierto eran los que ten¨ªan la rumba por motivo central. La pretendida mezcla de rock y aire espa?ol que Rosario ofrece suena bastante inveros¨ªmil. Y es que, al igual que el flamenco, el blues y el rock exigen fidelidad a sus propias ra¨ªces para sonar con naturalidad. Para bien del pop espa?ol m¨¢s ligero, Rosario debe volver a seguir las huellas del gato que hace ?uy! y ?ay! en lugar de escoger la m¨¢s enrevesada senda de Led Zeppelin, las bases stonianas y el blues.

Escenograf¨ªa

Por fin, a las once y diez minutos, ataviado de rojo y en actitud exhibicionista a lo Sly Stone, Kravitz hizo su entrada en medio de los acordes de Live. La banda que lo acompa?aba ten¨ªa enjundia, peso y un guitarrista de los que hacen saltar llamaradas a su instrumento. La escenograf¨ªa recordaba esos pl¨¢sticos de embalar llenos de pelotitas que tanto apetece reventar. Las luces fueron en todo momento sensacionales y el sonido, abundante. Lenny Kravitz, con el pelo m¨¢s corto que en otras ocasiones, agradeci¨® al p¨²blico su presencia y manifest¨® su, al parecer, sincera alegr¨ªa por estar de vuelta en nuestro pa¨ªs. Acto seguido, pas¨® a abrir el ropero -musical- que atesora los trajes de sus ¨ªdolos: el citado Sly, el de Barry White, en la canci¨®n It aint over 'Til It's over y el m¨¢s nuevo de Prince en Super soul fighter. Tunnel vision y American woman, este ¨²ltimo perteneciente a la banda sonora de la segunda parte de Austin powers, siguieron trenzando la red de un funk pesado, caliente y con la marca de la casa que hace siempre reconocible a su int¨¦rprete, para caer despu¨¦s en una balada con sabor al mejor John Lennon: Fields of Joy.

Kravitz y su grupo habr¨ªan de reconducir la situaci¨®n con otro single de ¨¦xito: Always on the run; y acto seguido tuvo lugar uno de los momentos ¨¢lgidos de la actuaci¨®n: la esperada colaboraci¨®n vocal entre Rosario y Kravitz. ?stos, apoyados con un cuadro musical que inclu¨ªa un caj¨®n, palmeros, coristas y un guitarrista flamenco, se lanzaron a cantar juntos IB Long two U. La verdad, fue una versi¨®n de las de aquella manera, pero un gustazo es siempre un gustazo y el que se dio Rosario no fue peque?o.

Con la satisfacci¨®n del deber cumplido, Lenny Kravitz desapareci¨® de escena a los acordes del himno de su propia cosecha Let love rule. Eso s¨ª, para volver a aparecer unos instantes despu¨¦s y completar el apoteosis con Fly away y Are you gonna go my way. Madrid estaba rendido a los pies de Lenny y su armario de trajes revival.