10.000 kosovares se manifiestan por el barrio serbio de Mitrovica
ENVIADO ESPECIALLa gran victoria de los albanokosovares es poder pasear por su ciudad. Unos 10.000 manifestantes -7.000, seg¨²n la brigada francesa de la Kfor- cruzaron ayer el puente sobre el r¨ªo Ibar (Ibri, en alban¨¦s), que separa en dos mitades Mitrovica, al norte de Kosovo. A un lado, el barrio serbio, intacto, donde viven alrededor de 8.000 personas; al otro, el alban¨¦s, de unos 50.000 habitantes, arrasado por el fuego,
Setecientos soldados de la brigada Leclerc formaron un pasillo por el que los albanokosovares recorrieron algo m¨¢s de dos kil¨®metros por las calles de la zona serbia. La manifestaci¨®n, convocada por la guerrilla del ELK, fue autorizada por el mando franc¨¦s de la Kfor para rebajar la tensi¨®n, tras frenar a varios grupos que intentaban forzar el cruce del puente.
"Hemos sufrido mucho y para nosotros es un gran triunfo", exclamaba Shiqipe Berisha, una chica de 16 a?os que no pisaba el barrio norte, donde viv¨ªan muchos de sus amigos, desde el 24 de marzo, cuando comenzaron los bombardeos de la OTAN y qued¨® cerrado para los albaneses.
La guerrilla cumpli¨® su compromiso de que la manifestaci¨®n transcurriera pac¨ªficamente. La interminable columna, en la que predominaban los j¨®venes, aunque tambi¨¦n pod¨ªan verse familias completas, avanz¨® sin pancartas ni gritos. Los manifestantes se limitaban a levantar el brazo con el signo de la victoria y aplaudir. Los vecinos se agolparon en las aceras para recibirles con insultos y gestos obscenos, mientras hac¨ªan ondear banderas serbias y yugoslavas bajo la atenta vigilancia de los soldados franceses.
Apertura simb¨®lica
"Es una provocaci¨®n", aseguraba un serbio. "Han elegido precisamente hoy para hacerlo". Ayer era la fiesta ortodoxa de San Iv¨¢n y la conmemoraci¨®n del levantamiento de Tito contra los nazis. "No queremos a los albaneses. Cruzaremos el r¨ªo y los echaremos de la ciudad", apostillaba su compa?ero. Claude Vicaire, comandante de los gendarmes, se mostraba satisfecho de la apertura simb¨®lica del puente. Fue por poco tiempo. Al acabar la manifestaci¨®n, dos muchachas albanesas pasaron al barrio serbio acompa?adas de un polic¨ªa. De inmediato les rode¨® una pandilla de energ¨²menos vociferantes, oblig¨¢ndoles a refugiarse en unos soportales. Del otro lado del r¨ªo llegaron numerosos j¨®venes y ambos bandos se enzarzaron en una batalla de palos y piedras. Durante casi dos horas, los dos grupos permanecieron frente a frente, en actitud desafiante, separados por s¨®lo 50 metros y un fr¨¢gil cord¨®n policial.
Los serbios intentaron quemar una bandera albanesa y los albaneses una serbia. Unos coreaban el nombre de Serbia y otros el del ELK. Los gendarmes detuvieron a un alban¨¦s con una granada, pero no vieron c¨®mo los serbios ocultaban sus armas en un turismo. Los blindados, que se hab¨ªan retirado del puente por la ma?ana, volvieron a ocuparlo por la tarde.
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