Turismo
No hay m¨¢s tiempo. El reloj juega en contra de los razonables intereses de una ley tan necesaria para Andaluc¨ªa como absurdamente inexistente hasta el momento. Una ley que ordenar¨¢ y controlar¨¢ a un sector tan vital para nuestra econom¨ªa que su principal responsable, el andalucista Jos¨¦ N¨²?ez, nunca ha dudado en calificar como la primera industria andaluza. Algo o mucho de raz¨®n tendr¨¢ cuando el turismo genera billones de pesetas de ingresos con b de bueno, bonito y, algunas veces, barato coste. Esa ley est¨¢ ya en el Parlamento. Viene avalada por el consenso de la patronal y los sindicatos. Pero al Parlamento le quedan dos telediarios para acabar el presente ciclo y si sus se?or¨ªas no espabilan, y deber¨ªan de hacerlo por lo mucho que nos jugamos, ese sector billonario tendr¨¢ que esperar una mejor ocasi¨®n. Pero mejor que ¨¦sta... N¨²?ez ha mirado su reloj pol¨ªtico y ha metido una razonable presi¨®n al Parlamento. Lo ha dicho tan claro y tan alto que uno piensa que alberga dudas m¨¢s que razonables para pensar que su ley se puede quedar en tierra y perder el tren de alta velocidad que necesita para llegar en hora a su destino. N¨²?ez ha sido el aut¨¦ntico valedor e impulsor de esta normativa que aspira a poner orden y concierto en un sector tan espont¨¢neo como el tur¨ªstico. Se han invertido muchos meses en hablar, negociar, ceder y consensuar un anteproyecto de ley donde los intereses son variados y contrapuestos. Desde el del chiringuito hasta el del campo de golf. Se ha hablado con los de aqu¨ª y los de enfrente, con los peque?os y grandes empresarios, con los de la sangr¨ªa y el espeto, con los de cinco estrellas y sauna y jacuzzi en la habitaci¨®n. Todo por hacer m¨¢s coherente un sector tan h¨¢bil para hacer dinero como complicado para articularlo jur¨ªdicamente y unirlo para hacerlo m¨¢s potente a¨²n. La normativa est¨¢ ah¨ª. En manos de sus se?or¨ªas a los que habr¨¢ que pedirles que no regresen de sus vacaciones montados en el caballo del malo. Falta tiempo y la ley urge. Como tambi¨¦n urge el bautizo de la ley de Cajas de Ahorros. Una ley que proteger¨¢ el dinero andaluz del apetito voraz del capital barcelon¨¦s y madrile?o. A ver si es posible de una vez para siempre que buena parte de esa billonaria pasta tur¨ªstica se quede en Andaluc¨ªa y no corra para Canaletas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.